Sonia Janise Dos Reis reside en Campo Ramón y su progenitora en Brasil

Fue secuestrada por su padre y 40 años después se reencontró con su mamá

Una vieja foto resultó clave para volver a unir a madre e hija. "Para mí fue como nacer de nuevo. Mi historia de vida es triste, pero al menos tuvo un final feliz", indicó Sonia Janise Dos Reis.
domingo 03 de abril de 2022 | 1:59hs.
Fue secuestrada por su padre y 40 años después se reencontró con su mamá
Fue secuestrada por su padre y 40 años después se reencontró con su mamá

A los 9 años confirmó que la mujer que la estaba criando no era su mamá biológica. El impacto emocional fue tremendo, pero al mismo tiempo se juramentó buscar y encontrar a su progenitora, lo que no fue sencillo ya que su padre hizo todo lo posible para evitar el reencuentro.

"Para qué querés conocer a tu mamá, si ella a vos no te quiere", lo escuchó decir muchas veces al hombre que la separó de la mujer que le dio la vida.

Pero Sonia Janise Dos Reis (42) nunca se dio por vencida, halló aliados en las redes sociales y hace una semana, después de 40 años, logró reencontrarse con su mamá biológica.

Viajó desde Campo Ramón hasta Alba Posse para estrecharse en un abrazo interminable con su madre, Antonia Pereira De Oliveira (58), quien llegó para buscarla desde Barra Velha, estado de Santa Catarina, situada a 52 kilómetros de la ciudad balnearia de Camboriú.

"Nos separaron por 40 años, pero nunca dejamos de buscarnos. Mi mamá me buscó desde el primer momento, lo mismo que yo desde que tuve la suficiente edad para hacerlo. Cada una a su manera movió cielo y tierra para volver a vernos. Hoy gracias a Dios estamos juntas y nunca nos volveremos a separar", subrayó Dos Reis.

En diálogo con El Territorio desde Barra Velha, donde pretende quedarse algunos días más, contó que nació el 19 de octubre de 1979 en el estado de Paraná, Brasil. Sus padres eran muy jóvenes, la relación no duró mucho y al momento del secuestro estaban separados.

"Mi mamá me crio hasta que tenía un año y ocho meses. Ella cosechaba maíz y me llevaba junto porque me amamantaba. Un día me dejó dormida sobre una manta y fue hasta la casa, que estaba cerquita, pero cuando volvió ya no me encontró. Ahí empezó la búsqueda que se extendió por 40 años", detalló.

La cruda verdad

Ante la desaparición de su pequeña, en primera instancia Dos Reis se dirigió a la comisaría local en busca de auxilio, aunque las autoridades no hicieron mucho más que especular al respecto.

"Me contó que el comisario le dijo que podrían ser los gitanos, porque en esa época se decía que robaban chicos. Al menos eso se comentaba en la zona rural de Brasil", indicó.

Fue tal el shock, que la progenitora ingirió veneno con la intención de quitarse la vida, pero la dosis no fue suficiente y salvó su vida de milagro. Días después constató que estaba embarazada de su segunda hija.

Mientras tanto, tal como reconstruyeron más tarde, el secuestrador cruzó a la Argentina por uno de los tantos pasos clandestinos a través de río Uruguay y se instaló con su hija en la casa de la abuela materna, en Bernardo de Irigoyen.

Tiempo después conoció a otra mujer y se mudó con la pequeña a la ciudad de Posadas. Dos Reis creció creyendo que la concubina de su papá era su madre, aunque nunca se sintió querida.

Cuando tenía 9 años unos vecinitos le dijeron que esa señora no era su mamá, tal vez repitiendo lo que escucharon en sus casas.

"Yo le pregunté a mi papá, pero me negó todo. Hasta que un día en casa mi madrastra se enojó conmigo porque era muy lenta en hacer las tareas domésticas, y me dijo: "no sé a quién se parece tan lerda así. Pero claro, a mí no puede ser porque no sos mi hija". Ahí entendí todo", rememoró.

La familia paterna fue el primer escollo que encontró para conocer su verdadera identidad, ya que nadie nunca quiso contarle nada, por lo que fue armando su historia con retazos.

"Y cuando le preguntaba a mi papá, él me respondía: 'para qué querés saber si tu mamá no te quiere'. Ya de más grande la búsqueda se dificultó porque nací el octubre del 79, pero en Argentina me registraron como nacida el 1 de febrero del 81", comentó.

La foto del gatito

Para la madre de Sonia Janise Dos Reis la desaparición de su hija fue un hecho demoledor, aunque se vio obligada a sobreponerse al enterarse que estaba embarazada de su segunda hija, fruto de la relación con el mismo hombre que raptó a su primogénita.

Reinició su vida y pasaron varios años, pero claro, nunca olvidó a su primera niña. A finales de los 80 juntó algo de dinero y viajó hasta Bernardo de Irigoyen, de donde es oriundo el papá de sus dos hijas mayores.

"Mamá llegó hasta la casa de mi abuela y le confirmaron que mi papá estaba en Argentina, pero que ya no vivía ahí y que no sabían dónde estaba. A mi mamá le llamó la atención la foto de una nenita de unos 3 años con un gatito, pero mi abuela le dijo que había recortado la imagen de un almanaque. Mi mamá nunca se olvidó de esa foto porque estaba segura que era yo", aseguró.  

Pero transcurrieron más 30 años entre el frustrado viaje de su mamá a Bernardo de Irigoyen y el reencuentro, para lo que fue clave Facebook, reconoció Dos Reis. 

Explicó que se contactó con decenas de grupos de Brasil que buscan personas. Fue así como una amiga de su mamá la ubicó y se contactó con ella.

"Lo que demoró el reencuentro fue que no coincidía la fecha de nacimiento, hasta que me comentó que mi mamá hablaba de una foto con un gatito en casa de mi abuela. Esa fue la pieza que faltaba completar el rompecabezas. Cuando vivía con mi papá teníamos la misma foto, por eso cuando la nombró me di cuenta que era mi mamá", señaló emocionada.

Ahora es tiempo de disfrutar unos días en compañía de su madre y sus dos hermanas, una por parte de padre y madre, y otra por parte de su madre, mientras que en Argentina la espera su hija de 22 años.

"Para mí fue como nacer de nuevo. Mi historia de vida es triste, pero al menos tuvo un final feliz", reflexionó.

"Un nuevo comienzo"

En la charla con El Territorio, Sonia Janise Dos Reis comentó que su padre reside en General Alvear y hace alrededor de diez años que perdió todo contacto con él.

"No tengo ningún sentimiento hacia él y no me interesa su vida. Sufrí abusos de su parte desde los 6 o 7 años. Nunca hubo una buena relación con su familia, hasta que llegó un momento que decidí retirarme. La verdad que nunca me sentí querida ni parte de esa familia", reconoció.

Y agregó: "Al no tener a mi mamá, varias veces intenté acercarme a ellos. Quería ser parte de una familia, pero siempre había algún episodio donde yo salía perjudicada. Así que llegó un momento que preferí estar sola. Pero hay muchísima gente amiga que estuvo a mi lado siempre y fue más que familia para mí. Incluso, mis mejores primos son familia por parte de mi madrastra".

Además del reencuentro con su mamá después de 40 años, para Sonia Janise este nuevo capítulo de su historia le permitió conocer a sus dos hermanas, una de parte de madre y padre, la cual es muy parecida a ella.

"Cuando mi mamá viajó a la casa de mi abuela paterna en Bernardo de Irigoyen les comentó que mi papá tenía una segunda hija que no llegó a conocer, pero ni eso los conmovió. Tampoco él nunca se interesó en conocerla. En cambio, para mi este reencuentro con mi mamá me permitió conocer a mis hermanas y a una gran familia. Es algo maravilloso, un nuevo comienzo", enfatizó.

También ponderó el rol de las redes sociales en la búsqueda de personas, donde hay muchos grupos con gente dispuesta y solidaria.

"En estos años de búsqueda conocí muchas personas que están en la misma situación y les digo que no bajen los brazos y que no den nada por perdido porque una pequeña pista puede ser clave para el reencuentro", subrayó optimista. 

 

 

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