Desde las 8.30 en el salón de eventos del Oberá Tenis Club

Comienza hoy la ronda de alegatos del juicio por el homicidio de Hugo Wasyluk

Los primeros en alegar serán la querella y los actores civiles que representan a la familia de la víctima. De los 13 policías imputados, tres afrontan la pena de perpetua
lunes 06 de diciembre de 2021 | 6:03hs.
Comienza hoy la ronda de alegatos del juicio por el homicidio de Hugo Wasyluk
Comienza hoy la ronda de alegatos del juicio por el homicidio de Hugo Wasyluk

Comenzará hoy a definirse el futuro procesal de los trece policías imputados por el homicidio de Hugo Miguel Wasyluk (38), cuyo cadáver fue hallado en una de las celdas de la Seccional Primera de Oberá en los primeros minutos del 27 de abril de 2011.

Tal lo dispuesto por el Tribunal Penal Uno de Oberá, la querella y los actores civiles que representan los intereses de los familiares de la víctima serán los primeros en presentar sus respectivos alegatos.

El inicio de la séptima audiencia está previsto para las 8.30 en el salón de eventos del Oberá Tenis Club (OTC), sito en San Luis y Beruti, de esta ciudad.

Rafael Pereyra Pigerl y María Vannela Vignolles son querellantes en representación de Bárbara Chitouski y Lucas Wasyluk, la madre y el hijo de la víctima. En tanto, también por los deudos, actúan como actores civiles Héctor Rubén Sánchez y Luciano Wall.

El expediente está caratulado como “tortura seguida de muerte, omisión de denuncia e incumplimiento de los deberes de funcionario público”.

Al momento del hecho los imputados se desempeñaban en la Comisaría de Villa Bonita y la Seccional Primera de Oberá. Todos llegaron al debate en libertad.

La mayor acusación pesa sobre el ex sargento Pedro De Mattos (48), el ex cabo Carlos Antonio Gómez (33) y el ex agente Ricardo Javier Rodríguez (37), acusados tortura seguida de muerte, delito que contempla la pena de prisión perpetua. 

El oficial subayudante Jorge Antonio Heijo y el suboficial mayor Wilson Ricardo González están imputados por omisión de denuncia e incumplimiento de los deberes de funcionario público.

Sólo uno se abstuvo

En tanto, el médico policial José Orlando Morales está acusado de incumplimiento de los deberes de funcionario público ya que no revisó a la víctima como correspondía.

El mismo grado de responsabilidad alcanza a Miguel Ángel Espíndola, quien era jefe de la Seccional Primera, como el personal a su cargo: Hugo Ariel Basaraba, Carlos Ariel Lentini, Roxana Andrea Harasimezuk, Alejandro Fabián Núñez, Luis Alberto Silva y Gustavo Javier Fontana.

De todos los imputados, sólo Morales se abstuvo de declarar ante el Tribunal presidido por Francisco Aguirre, quien es secundado por José Pablo Rivero y Jorge Villalba.

El último jueves el perito forense Horacio Marín detalló las lesiones derivaron en el deceso de la víctima y explicó que no tuvo posibilidad de defenderse y estaba esposado cuando lo sometieron a una brutal golpiza.

También declaró el médico Lein Hung Kuo, quien atendió a Wasyluk el mismo 25 de abril por la tarde, corroborando que no presentaba lesiones antes de su detención en horas de la noche.

“Dos sesiones de tortura”

La querella cuenta con el asesoramiento del perito médico Hugo Mitoire, quien determinó que “está muy claro y probado que en la comisaría de Villa Bonita fue apaleado con cahiporras, tonfas, patadas y puñetazos, para luego ser aplastado sentándose y saltando sobre él -dejando la huella indeleble del entablillado del piso de la camioneta-, y así, comprimiendo al extremo su tórax y abdomen contra el piso de la camioneta”.

“Tal como lo señala la autopsia, se lo hizo sentar luego -siempre esposado- y se lo hiperflexionó de una manera extrema: haciendo tocar su cabeza casi contra el piso entre sus dos piernas. Además de todos los traumatismos ya sufridos, esto, la hiperflexión, repercutió de manera decisiva en sus órganos internos, afectando la vitalidad de sus intestinos, toda vez que la posición forzada e inhumana a la que lo sometieron”, agregó.

Según Mitoire, en la Seccional Primera se produjo “una segunda sesión de tortura, esta, más prolongada, sin golpes ni apremios, pero continua, progresiva e inexorablemente fatal”.

“En esta segunda dependencia, la víctima comenzó a agonizar desde su ingreso, porque ya tenía sus vísceras internas destrozadas, con el intestino paralizado y hemorragias severas, además de los golpes en todas partes del cuerpo. Esta segunda sesión de tortura, se prolongó por alrededor de unas 27 horas, exactamente hasta el instante de su muerte, porque sintiéndose mal y descompuesto, pedía que lo atendieran (…) Sin embargo, los agentes y superiores de guardia o a cargo, ignoraban o lo desmerecían, otros lo minimizaban”.

En cifras
27
Según se recontruyó en la instrucción y las distintas jornadas de juicio, la víctima agonizó 27 horas hasta que falleció en la celda.

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