La suba de costos obliga a retrasar embarques

Escasez de contenedores y buques complica y retrasa exportaciones

Es por las demoras para hacer cargas desde China y otros grandes puertos que empezaron a operar a gran ritmo. También por la menor importación argentina
miércoles 29 de septiembre de 2021 | 6:06hs.
Escasez de contenedores y buques complica y retrasa exportaciones
Escasez de contenedores y buques complica y retrasa exportaciones

Las exportaciones de productos misioneros están chocando contra nuevas dificultades para llegar a destinos lejanos. Sumado a varios problemas locales, como inflación, logística cara  y limitada, impuestos entre otros, se sumó un conflicto internacional por falta de containers y barcos cargueros.

Según se explicó, una de las razones son mayores demoras en los puertos de China (principalmente) y Estados Unidos por afectación de la pandemia. Es que la reactivación de pedidos está generando colapsos. Y se espera una mayor demanda especialmente de electrónicos para fin de año, que hará demorar la entrega de muy variadas mercaderías en el comercio internacional.

A la compleja situación del mundo se agrega la falta de pedidos de importaciones (por restricciones) en Argentina que dificulta la llegada de contenedores para volver a ser usados con productos argentinos que partan hacia distintas partes del mundo.

“Uno de los motivos de la escasez de contenedores son las restricciones a las importaciones que el gobierno aplica mediante una aplicación que hace a través de la Afip, que es automática o no automática. Esto permite o no la importación de determinados productos, al restringir esto va limitando las importaciones, en ese caso al entrar menos contenedores al país, también hay menos contenedores libres para exportar. Ese es uno de los problemas básicos”, comentó el despachante de Aduana Javier Fiori.

Y detalló: “Los contenedores que más escasean en este momento son los refrigerados, porque no están viniendo en cantidad equipos con mercadería refrigerada”.

Por otra parte, recordó que también “otro problema es la pandemia, que ha impuesto exigencias de protocolos de operación en todos los puertos, particularmente en China. Esto generó un retraso y repercute en los tiempos que hay que esperar para que los contenedores se liberen. También repercute en los precios que han subido muchísimo. Ha subido diez veces lo que es el precio del flete de China y en otros casos también ha habido ajustes muy importantes. Por todo esto, varios productos han perdido competitividad”.

Fiori remarcó que el contexto complica el comercio exterior, pero consideró que seguirá habiendo demanda porque se buscan muchos productos argentinos.

“Quizás hoy la actividad está más difícil, porque hay contratos de exportación que se proyectan con flete incluido, y al crecer el valor del transporte se complica. Yo creo que vamos a seguir vendiendo porque nuestros productos son demandados, pero habrá menos volumen y frecuencia que la que teníamos antes de esta situación”.

Impacto a productos misioneros

El presidente de la Cámara de Comercio Exterior de Misiones (Cacexmi), Sebastián Carratini, comentó a El Territorio que la situación con la falta de contenedores y buques golpea de lleno a todos los productos exportables de Misiones. Y comentó que vienen analizando junto a cámaras nacionales las posibles medidas para atenuar los mayores costos que les permitan sostener envíos.

“Se está haciendo una encuesta para ver cómo están trabajando los distintos exportadores frente a esta situación y también nos hemos reunido con la Cámara Argentina de Comercio para evaluar qué acciones se pueden tomar”, comentó el directivo misionero.

Confirmó por su parte que “el flete marítimo se encareció de oriente hacia occidente y no se están consiguiendo contenedores vacíos. Ocurre que al no haber tanta demanda en el país, no llegan los contenedores que se necesitan. También ocurre que hay buques que prefieren evitar el puerto de Buenos Aires porque no hay tantas cargas para volver a llevar”.

Remarcó finalmente que la complicada situación “está afectando a todos los productos misioneros. El té que ahora está saliendo en los embarques, a la madera que durante todo el año se envía. Esto condiciona bastante”.

Días atrás desde el sector forestoindustrial se comentó la creciente dificultad para enviar cargamentos. Y que ello obligó a varias empresas a destinar más productos al mercado interno, donde  la venta se estaba dando a menor ritmo que en 2020.


Fuertes subas por faltantes

Las demoras del comercio marítimo internacional siguen provocando fuertes distorsiones  para la comercializacion de muy variados productos. Inicialmente, las duras restricciones en los puertos de China y Europa paralizaron embarques desde el resto del mundo y unos 500.000 buques quedaron sin zarpar por varias semanas en puertos estadounidenses. Los buques de China y otros países de Asia partieron y llegaron a Estados Unidos, pero no pudieron descargar, tanto por las restricciones para bajar a tierra, como por las restricciones locales que redujeron al mínimo el personal para carga y descarga y también en las aduanas. Los puertos se congestionaron de buques que no pudieron descargar rápidamente sus contenedores ni cargar otros para transportar a sus puertos de origen. La cadena de retrasos generó una caída de la cantidad de buques disponibles y de contenedores vacíos. En los puertos de Estados Unidos, aproximadamente 4 de cada 10 contenedores fueron devueltos a China. El exceso de demanda llevó a la suba de sus precios por parte de los fabricantes chinos que son los principales productores mundiales de los contenedores. A marzo de 2021, un contenedor nuevo costaba ya entre 55% y 60% más que un año antes. El resultado fue un notable aumento de las demoras de los embarques y de las entregas, pero también de los costos de los fletes marítimos. El fenómeno ha impactado hoy en todo el comercio mundial. Sus efectos persistirán por varios meses, ya que el desbalance de oferta y demanda de contenedores, buques y espacio disponible en puertos lleva más de un año sin cambios, según detalló el sitio español El Economista.

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