Las ciudades del G20 se unen por la sustentabilidad

Por cuarto año consecutivo, se llevó a cabo el encuentro Urban20. Creado por iniciativa de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, y el jefe de gobierno de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, se trata de un foro donde las 25 ciudades destacadas dentro de los países que componen el G20 exponen sus problemáticas y desarrollan negociaciones. Recordemos que el G20 es el grupo de los 19 países más industrializados del mundo y la Unión Europea.

El primer encuentro del Urban20 se realizó en 2018, siendo su anfitriona la ciudad de Buenos Aires. Posteriormente, en 2019 se llevó a cabo en Tokio, en Riad - capital de Arabia Saudita- en 2020, y la última edición tuvo lugar en las sedes compartidas de Roma y Milán.

La edición en Italia estuvo marcada fuertemente por la pandemia como un obstáculo central a resolver por las comunas, buscando resiliencia, una adaptación fluida hacia el cambio que impone la nueva normalidad. 

El tema central que surgió de la puesta en común de todas las agendas municipales fue -por lejos- el desarrollo sostenible y buscando alcanzar sociedades prósperas, inclusivas, carbono neutrales y seguras frente a eventos climatológicos extremos.

Las personas, el planeta y la prosperidad son los tres capítulos que agruparon el documento final del encuentro, firmado por 25 alcaldes y tres funcionarios de otras entidades intermedias.

De las personas. Se propone fortalecer los sistemas de salud garantizando un acceso de todos a la atención médica. Y en particular una vacunación masiva y plural contra el Covid-19. Invertir en desarrollo humano y capacitación del personal de cada municipio, como parte fundamental para la recuperación de nuestras ciudades. Propiciar una colaboración público privada para facilitar el acceso de todos a una vivienda digna. Y ofrecer especialmente un sistema de transporte que puedan usar todos, inclusivo y asequible. Se hace un llamamiento a impulsar la vida cultural -pieza clave de la dignidad humana- divulgando las diferentes realidades existentes, los pueblos originarios, y nuestra identidad.  Por último, promover el liderazgo de las mujeres, la equidad salarial, empoderando a las ciudades en garantizar los derechos humanos, desmantelando cualquier estructura de discriminación, acoso o racismo.

De la prosperidad. Una recuperación, volcándonos a empleos verdes y energías limpias será fuente de un 33% más de empleo que si volviéramos a la antigua normalidad. Se les pide a los estados nacionales que integran el G20 un acompañamiento en la formalización del empleo, igualdad en el acceso a la educación, y perfeccionamiento de nuestras capacidades digitales. Se propone a las ciudades participar a todos los rangos etarios, niños, adultos mayores y a todos los sectores económicos, en particular los mas vulnerables. La libertad de prensa, la participación ciudadana y el presupuesto participativo como pilares de la gobernanza y de una gestión transparente.

Un pedido importante que hacen las ciudades al G20 es que Nación colabore con los municipios en el acceso a créditos de financiación internacional. Incluso aparece el pedido de poder hacer inversiones transfronterizas, para metrópolis binacionales como el caso de Posadas y Encarnación. Finalmente, como clave de la prosperidad aparece el tema del acceso universal a los medios digitales, democratizar las posibilidades electrónicas, prestando siempre especial atención a la protección de los datos privados de los ciudadanos.

Del planeta. Estimular las inversiones verdes, comprometiendo a las naciones del G20 a que al menos el 40% de las inversiones beneficien directamente a las comunidades marginadas. Transporte publico motorizado por energías limpias. 

Se invita a las ciudades a empezar a trabajar en la COP26. Frenar el calentamiento global por debajo del 1,5° requiere que nuestra huella de carbono se reduzca al 50% en 2030 y lleguemos a ser carbono neutral antes de 2050. Los protagonistas del cambio no serán las grandes urbes, sino las ciudades intermedias. Conglomerados como la capital de la Tierra Colorada pueden servir de ejemplo para llevar rápidamente a la practica innovaciones que nos sirvan a a todos. 

Proteger la biodiversidad del hábitat urbano, avanzando en planes forestales que nos permitan regeneren los espacios verdes en nuestras calles. Y por último, luchar contra el hambre, financiando propuestas innovadoras vinculados a la economía circular y la generación de los alimentos en la ciudad. Apoyar a los productores locales y orgánicos, ciudades como la nuestra pueden ser ejemplo del mundo en la relación simbiótica entre lo rural y lo urbano.

De todo lo expuesto, está evidente que el cambio climático está al tope de la agenda global. Sin dudas faltan muchas ciudades dentro del U20 que podrían hacer grandes aportes y pertenecen a países del G20, como Posadas, Rosario o Bariloche. Algo que en otro momento parecía de hippies, y ocupaba publicaciones de tiempo libre y curiosidades, hoy está consolidado como un tema transversal clave.

Paradójicamente los países que más sufren, los más vulnerables, son los que menos contaminan. Ya no podemos separar cambio climático de pobreza, no podemos enfrentar la crisis climática sino reconocemos que es una consecuencia directa del calentamiento global y la una destrucción de la biodiversidad que nosotros mismos generamos. 

Ojalá en el futuro nuestra capital pueda participar y tener voz en estos prestigiosos foros internacionales, mientras tanto será sensato hacer nuestra esta agenda colectiva y demostrarle al mundo que nosotros también podemos sacarla adelante.