“Ahora una persona perdió la vida y no puede seguir pasando”

Los piedrazos arrojados a vehículos desde puentes peatonales representan una problemática que ya tiene severos antecedentes en la provincia.

Hasta ayer, el más grave había sido el caso sufrido por Patricia Barreiro, que a consecuencia de un ataque de este tipo perdió la visión del ojo derecho y casi la totalidad de la audición del oído de ese mismo lado.

El hecho ocurrió el 14 de febrero de 2014, mientras la mujer viajaba como acompañante en un automóvil que era conducido por su hijo en el Acceso Sur. 

“Me hizo sentir muy mal. Reviví todo eso que pasó hace siete años. El dolor, el trauma, las secuelas que me quedaron. Pero ahora una persona perdió la vida y es algo que no puede seguir pasando. Las autoridades tienen que tomarlo en serio”, expresó Patricia en diálogo con El Territorio.

Hoy Patricia sigue bajo tratamiento psicológico para superar el trauma, pero anoche volvió a revivir todo aquello al enterarse de la muerte del gendarme Marquina en idénticas circunstancias.

“Es una herida abierta que no sana. Saber que a alguien más le hicieron lo que a mí, pero con la consecuente pérdida de la vida, me genera mucha angustia”, agregó.

Y lamentó “que esto siga pasando y se haya llegado al extremo de permitir una muerte sin que nadie haya tomado acciones para que no vuelva a suceder”.

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