Una joven denunció que un policía la golpeó y la amenazó de muerte

Hace casi una semana, Antonella Frutos se hizo presentó en la Fiscalía del Juzgado de Instrucción Tres de Puerto Iguazú para denunciar un hecho de violencia contra su integridad y repetidas amenazas de muerte por parte de un efectivo de la Policía de Misiones, a quien identificó como Nicolás V, quien prestaría servicio en la Seccional Segunda. Y quien según sus dichos la golpeó brutalmente, la insultó y la amenazó que si lo denunciara la iba a matar.

Este matutino dialogó con la denunciante y en base a sus declaraciones pudo reconstruir que el hecho de violencia se habría registrado el pasado miércoles 17 de marzo en una vivienda ubicada en el barrio 25 de Mayo, propiedad de su pareja, Gastón López.

Sobre lo acontecido Antonella recordó que “el 16 de marzo mi pareja recibió un mensaje de un vecino del barrio 25 de Mayo que decía que la casa que el compartía con su ex pareja y que había dejado a su hijo estaba deshabitada y abandonada. Entonces me preguntó si yo podía ir con sus padres para limpiarla y ponerla en condiciones para ocuparla y vivir ahí”.

Ante el pedido de su pareja, la joven accedió y se hizo presente en el predio al día siguiente. En dicha oportunidad, en un momento dado, mientras sus suegros limpiaban el fondo del terreno, la joven ingresó a la cocina con el objetivo de preparar un tereré cuando de repente escuchó un fuerte golpe en el portón.

Acto seguido contó que a penas unos segundos después vio ingresar al terreno a un hombre que de inmediato la empujó contra la pared. “Entró y empezó a insultarme, me dijo que él era la autoridad y que la casa era de él. Y yo le dije ‘pará, yo no tengo nada que ver, el propietario viene a las 12 cuando sale de trabajar, hablá con él’. Entonces él me tomó del cabello me empujó al piso y puso mi cabeza delante de sus partes intimas y me dijo que si quería una casa se la tenía que chupar”, revivió la entrevistada.

La joven contó que empezó a gritar y en ese momento se acercaron sus suegros, entonces el hombre la tiró al suelo y sacó el arma que tenía en la cintura y amenazó con matar a un niño que estaba en el lugar si no salían de su propiedad.

“Yo tenía una copia del boleto de compraventa y ese papel, él me lo arrebató y llamó a la policía que llegó en unos minutos y como el portón estaba cerrado, saltaron el portón y al otro lo rompieron. Cuando vieron que mi suegra estaba filmando, una policía mujer le arrebató el teléfono que nunca se lo devolvieron”, aseguró la joven y luego agregó que minutos más tarde los mismos policías que habían acudido a intervenir, “nos echaron y metieron la camioneta de la policía adentro, se quedaron dos o tres policías en la casa y fueron a buscar un perro pitbull para evitar que ingresemos al lugar”.

Reiteradas amenazas

La entrevistada añadió que desde ese día no lograron ingresar a la vivienda y que además recibió reiteradas amenazas.

Tal es así que decidió volver a la fiscalía el viernes para pedir una copia de su denuncia y exigir nuevamente una perimetral por las amenazas recibidas.

Pero al llegar al lugar, el efectivo policial que la había agredido y amenazado en el barrio 25 de Mayo estaba en el juzgado y al verla, según el relato de Antonella, volvió a amenazarla.

“Me vio salir y salió detrás, puso la mano en el arma y me hizo señas. Si bien no me dijo ‘te voy a matar’,  yo entendí sus señas. Entré corriendo a la fiscalía y pedí que tomen cartas en el asunto, nadie podía asegurarme que llegaría viva a mi casa”, sostuvo la denunciante.

Según pudo averiguar este matutino, la joven amplió la denuncia en la fiscalía del Juzgado de Instrucción Tres de Puerto Iguazú el viernes por la tarde y ayer fue citada para prestar declaración. Y desde la Justicia le aseguraron que el efectivo policial fue notificado de la orden de alejamiento.

Antonella es tía de María Belén Rivas, la adolescente de 16 años que en abril de 2017 fue violada y estrangulada por Carlos Batista, el único acusado que tuvo la pesquisa y que en julio de 2019 aceptó su culpabilidad en un acuerdo de juicio abreviado y fue condenado a prisión perpetua por el crimen de la menor ocurrido en el barrio Belén de Iguazú. 

Sobre lo sucedido con su sobrina, y en relación a lo que le tocó vivir hace pocos días, la joven reconoció: “Tengo mucho miedo, pero no me voy a callar, se supone que la policía está para cuidarnos, sin embargo se cubren entre ellos. Mi familia ya sufrió un femicidio y no quiero ser una víctima más”.