Matías Correa había sido atrapado horas después de la fuga, el martes 19

Capturaron al otro de los presos que se fugaron en moto

Darío Rodríguez (19) estaba oculto en una cabaña abandonada en la costa del río Uruguay. Aún no hay novedades de la motocicleta incautada que robaron los reos
miércoles 27 de enero de 2021 | 6:05hs.
Capturaron al otro de los presos que se fugaron en moto
Capturaron al otro de los presos que se fugaron en moto

Luego de una semana de búsqueda, en la mañana de ayer fue detenido el segundo evadido de la Comisaría de Villa Bonita, departamento de Campo Ramón. Se trata de Darío Iván Rodríguez, de 19 años, quien estaba alojado en la dependencia acusado de robo calificado.

Como informó este medio, el primero en caer fue Matías Daniel Correa (19), quien se encontraba privado de su libertad por una causa de robo de caballos. A Correa varias comisiones de la Unidad Regional II lo atraparon el mismo día de la fuga, el martes 19, en Picada Itá Alta de la localidad.

Fuentes de la fuerza consignaron que continúa la búsqueda de la motocicleta Honda New Titán que estaba secuestrada en la dependencia por una contravención y que fue robada por Rodríguez y Correa para huir. Como viene informando este medio, el lugar no tiene cerco perimetral, por lo que después de elegir el mejor vehículo el dúo escapó sin mayores problemas.

Sobre la detención de Correa, fuentes de la fuerza detallaron a El Territorio que las pesquisas llevadas adelante por diferentes dependencias arrojaron que el joven seguía en la zona y podría estar ocultándose en la costa del río Uruguay, precisamente en paraje Barra Bonita.

Por esta razón se montó allí un operativo y luego de un amplio rastrillaje por zonas de intensa vegetación, cerca de las 11, se dio con el prófugo. Correa estaba en una cabaña abandonada, aunque no hubo precisiones sobre su condición física.

Luego de que lo vio un médico policial fue alojado nuevamente en una celda a disposición del Juzgado de Instrucción en turno. Junto a su cómplice, seguramente serán juzgados por el artículo 280 del Código Penal, que establece penas  de un mes a un año de prisión para quien “hallándose legalmente detenido se evadiere por medio de violencia en las personas o fuerza en las cosas”.

Del los operativos participaron uniformados de la División de Investigaciones, Drogas Peligrosas y la Comisaría local.

Investigación interna

Por otro lado, también avanza el sumario administrativo interno para deslindar responsabilidades en los efectivos de la guardia en la que ocurrió el escape. Como informó este medio de forma exclusiva, todos fueron pasados a disponibilidad, mientras que el jefe de la dependencia, oficial principal Luis Días Da Silva, fue trasladado.

La investigación interna ordenada por la jefatura de la Unidad Regional II contaría con elementos para probar que la fuga fue posible porque el llavero de guardia se durmió.

Según fuentes del caso, entre la noche del lunes y la madrugada del martes eran tres los efectivos que estaban a cargo de la dependencia, de los cuales dos salieron a realizar patrullajes de prevención por la jurisdicción, mientras que el tercero quedó a cargo del control de los detenidos.

De todas formas, aclararon que se hallan en plena investigación y no descartaron ninguna hipótesis ni la presunta complicidad de los uniformados con los evadidos.

Para fugarse, los dos jóvenes hicieron un boquete en el baño de la celda con un hierro extraído de una de las camas. Así accedieron al patio exterior y se fugaron a bordo de la moto secuestrada que se hallaba en resguardo de la misma dependencia.

Lo que llama mucho la atención es que nadie en la dependencia haya escuchado un ruido. Ni de los golpes del hierro contra la mampostería ni la posterior sustracción de la moto que se hallaba en el patio.

No fue precisado el horario exacto del escape, aunque se sabe que a las 6.25 de ese martes 19 el personal de guardia fue alertado del hecho por otro de los detenidos que compartía el calabozo con Rodríguez y Correa.

A esa hora uno de los dos detenidos que permanecían en la celda comenzó a gritar que los demás se habían escapado, lo que movilizó a los policías a revisar el mencionado sector.

Así constataron que en el baño del calabozo había un boquete que daba al patio de la dependencia, donde más tarde hallaron una barra de hierro que había sido extraída de una de las camas donde duermen los presos.

“Es gravísimo lo que sucedió, primero por la violación de la seguridad interna, al punto que hicieron un boquete y el personal de guardia no escuchó un solo ruido. Y como si eso fuera poco, después se robaron una moto que estaba en resguardo de la dependencia, lo que a su vez le generó un perjuicio a un tercero. Por eso se está investigando si fue negligencia o hubo algún tipo de complicidad del personal policial de turno”, confió entonces una alta fuente.

También se alertó sobre el mobiliario de hierro, que ya no se usa en casi ninguna dependencia o cárcel, justamente para evitar este tipo de situaciones y hechos de violencia entre los internos. A los detenidos se les saca cadenas, cordones y cualquier elementos contundente, por lo que es una contradicción que haya camas de ese material.

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