La historia de “Luisito”

Luisito, plena felicidad en su hogar adoptivo

sábado 16 de enero de 2021 | 6:05hs.
Luisito, plena felicidad en su hogar adoptivo
Luisito, plena felicidad en su hogar adoptivo

Luis es un hombre con Síndrome de Down que llegó al Hogar de Ancianos San Roque de Montecarlo hace más de quince años y hasta ahora jamás había contado con un Documento Nacional de Identidad (DNI). Es decir, era inexistente para el sistema.

Durante los cuatro últimos años, Miriam Waidelich, una de las integrantes de la comisión del hogar, decidió hacerse cargo de realizar todos los trámites necesarios para que Luis pudiera acceder a su DNI, que finalmente obtuvo después de un largo camino burocrático que implicó además golpear muchas puertas y emprender diferentes viajes. Ahora resta tramitarle una correspondiente pensión por discapacidad.

Luis Aguilera es el nombre con el que fue registrado en su partida de nacimiento -con fecha del 7 de julio de 1978-, documento que también fue gestionado desde el hogar. Con lo poco que pudieron rescatar de su historia, se iniciaron todos los expedientes para que al fin tuviera identidad.

“No quiere regresar con su padre”

Hace unos quince años los abuelos que viven en el hogar disfrutan de la compañía de este hombre con síndrome de Down, quien arribó a la localidad aparentemente desde Oberá, pero en realidad nadie sabe realmente cómo fue que llegó hasta Montecarlo. Tiene dificultades en el habla, pero entre todos fueron rescatando retazos de su historia a partir de sus cortos relatos y señas.

Cuando llegó, las autoridades de la institución estimaron que podría tener unos 26 años. Sin embargo, su primera parada fue en la comisaría local, y desde allí informaron a Acción Social de la Municipalidad para que pudieran brindarle un espacio donde albergarse y que de alguna forma se pueda contactar con sus familiares. Así, el único lugar provisorio para él fue el Hogar de Ancianos, y a pesar de que se informó de su presencia en diversos medios de comunicación, hasta el día de hoy nadie se hizo presente.

Al llegar a Montecarlo no traía consigo ninguna identificación. Luego de varios interrogantes lo apodaron Luis y es así como todos los conocen, aunque cariñosamente lo llaman “Luisito”. Con su simpatía, sencillez y dinamismo logró ganarse su lugar y el cariño de todos. Es un gran colaborador en el hogar, participó en talleres de todo tipo en los que aprendió muchas cosas y disfruta estar en el hogar que lo cobijó hace tantos años.

“Lo que pude entender de sus relatos es que no quiere regresar con su padre, que según él lo trataba mal y bebía mucho. Además, entendí que su mamá aparentemente falleció y él se escapó de su casa. Cómo llegó a Montecarlo, no sabemos”, contó Miriam Waidelich.

Y continuó: “Fuimos al hospital para ver si podíamos saber su edad pero me dicen que no se puede, ya que no sabemos cómo se llama, ni el apellido, nada. Creemos que puede ser que hoy tiene más de 40 años, pero estamos felices que al fin pueda tener su DNI. Empezamos a tramitar una pensión también, luché muchos años para que él pueda tener esto al fin, porque nunca supimos nada de su familia. Gracias a la ayuda de la gente del Juzgado de Paz pude avanzar y al fin está el DNI” .

Luis tiene una habitación para él solo, con todas las comodidades que requiere.

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