El acusado, José C. (41), sigue el proceso en libertad

Denunció que su esposo la maltrató durante dos décadas y violó a sus hijas

Mariela (34) sufrió una etapa violenta difícil de comprender desde que tenía 14 años. Según denunció, su pareja la golpeó diariamente e incluso abusó de ella cuando estaba medicada
viernes 27 de noviembre de 2020 | 5:02hs.
Denunció que su esposo la maltrató durante dos décadas y violó a sus hijas
Denunció que su esposo la maltrató durante dos décadas y violó a sus hijas

La violencia de género muchas veces no sale a la luz, sobre todo cuando la mujer es sometida constantemente a situaciones extremas que la hacen temer por su vida, la de sus hijos y familia.

El caso de Mariela (34) en Puerto Iguazú conmovió a muchas personas que conocían la intimidad de calvario, aunque nunca pudieron sacarla de ese espiral violento. Ayudaron a comprar los medicamentos para el tratamiento psiquiátrico al que debió someterse durante varios años e incluso en oportunidades la trasladaron al médico, pero nunca denunciaron ante la Justicia el infierno que vivió por 20 años.

La víctima temía por su vida, es por ello que nunca se animó a denunciar su infierno. Sin embargo, una situación cambió todo: su hija de 7 años contó que fue abusada por su padre. Entonces no dudó y lo enfrentó con una denuncia judicial que ahora avanza.

En el 2000 la joven que es ese momento tenía 14 años conoció a su esposo, José C. que en la actualidad tiene 41 años. A los dos meses empezaron con la convivencia, una historia que fue marcada por la violencia desde el primer momento.

“Estábamos de novios cuando me pegó el primer sopapo y en ese momento no supe entender lo que pasaría conmigo. Desde que nos casamos, todos los días me pegaba sin motivos. Simplemente llegaba de trabajar y me agarraba del cuello buscando alguna persona dentro de la casa. Cuando me di cuenta lo que estaba viviendo ya era muy tarde” relató Mariela, que aclaró: “Él no se emborracha, es violento por naturaleza”.

En diálogo con El Territorio, la mujer detalló que el 2 de octubre salió de su casa dejando a los hijos con el padre y al regresar su hija 7 le dijo que la había tocado en sus partes íntimas. Entonces la revisó y confirmó la acusación.

“Cuando mi hija me dijo, yo recordé cosas que había visto años atrás con las demás nenas. Situaciones que no supe manejar porque estaba empastillada por el tratamiento psiquiátrico”, apuntó. Es que la situación le hizo pensar que sus tres hijas habían sido víctimas de los abusos. “Fue entonces cuando tomé fuerzas y fuí a la Fiscalía de denunciar”, amplió.

En ese momento el acusado quedó inmediatamente detenido, aunque por disposición judicial sigue el proceso en libertad. Se lo acusa de abuso sexual agravado por el vínculo y se ordenó una restricción de acercamiento por el término de un año, por lo que no puede ni acercarse, concurrir a los lugares que frecuenta, ni comunicarse de ninguna forma con la denunciante.

Sin embargo, Mariela asegura que el acusado ya violó esa medida en dos oportunidades y teme por lo que pueda pasar. La violencia que sufrió al lado de José C. (41) son un muestrario más que suficiente de lo que es capaz de hacer para causar daño.

Golpes

“Yo no podía hablar, mirar al costado o saludar, porque cuando llegaba a casa ligaba. Con cable, con la mano, con cinto, con lo que tenía a mano. Íbamos a la iglesia y al salir yo iba rápido al auto para no saludar porque sabía que me iba a pegar en casa. Trataba de evitarlo, pero no lo lograba. Le pedí por favor que nos demos un tiempo, pero era peor”, amplió sobre los días al lado de su ex esposo.

La mujer logró contarle su padecimiento a algunas personas de la iglesia a la que concurría. Así, que en el año 2016 el pastor logró que recibiera tratamiento psicológico porque estaba a punto de suicidarse.

Las personas que asistían allí  le compraban los medicamentos que en muchas oportunidades su pareja los hizo desaparecer. “Yo pasé tres años empastillada, solo en cama, y él abusaba de mí cuando estaba dopada y después se iba a dormir a otra cama. Sospecho que todas esas noches pudo haberle hecho algo a mis hijas”, describió con dolor. 

“Mi madre – siguió- me llevó a San Vicente tres veces para poder recuperarme, porque no comía y ya no podía hacer nada. Sin embargo él siempre me fue a buscar. Cuando logré recomponerme tras tres años de terapia, él me miraba y me decía ‘a te vas a morir’. Siento que disfrutaba haciéndome daño, no puedo explicar todo lo que viví en estos 20 años y verlo suelto en la calle después de todo me hace sentir insegura. Él siempre me dijo que me vigila y yo tengo pánico”.


Estadísticas en el Juzgado de Iguazú

El miércoles 25 de noviembre fue el Día Internacional para la Prevención y Represión de la Violencia contra la Mujer.

Por tal motivo, desde el Juzgado de Instrucción Tres de Puerto Iguazú, que interviene en el caso de Mariela, hicieron un balance de sus intervenciones en este flagelo en lo que va del año.

Según esos números, se iniciaron 153 investigaciones, de las cuales 55 fueron finalizadas y elevadas a juicio.

Respecto a los acusados, se concretaron 123 detenciones y se dictaron diez prisiones preventivas.

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