Perro peligroso atacó a niña con graves heridas; se teme por su vida

sábado 14 de noviembre de 2020 | 5:00hs.

Esta nota obedece a que como hace pocos días en nuestro país un dogo mató a una niña, hija del dueño del perro, no quisiera que esta sea una futura noticia de los diarios o canales de TV locales. Datos no oficiales informan que, en nuestro país, entre 5 y 10 personas por año sufren heridas severas o mueren por ataque de “perros peligrosos”, y estiman que además otras 5.000 personas sufrirían mordeduras. Especialistas coinciden en que la mayor responsabilidad en los ataques la tienen sus dueños. Con Google verifiqué que en los últimos 16 meses, de 2019 a noviembre de 2020, hubo en Argentina 16 ataques de perros peligrosos, con tres muertes. En algunos de los ataques, las víctimas fueron familiares del dueño del perro.

Veterinarios del Movimiento Argentino de Protección Animal (Mapa) destacaron que son “muy raros” los casos de mordeduras producidas por perros “vagabundos” y en su inmensa mayoría corresponden a perros cuyos dueños no ejercen una “tenencia responsable”. Especialistas en conducta animal y veterinarios aseguraron que la mayor responsabilidad en los ataques de perros la tienen los dueños, que “no terminan de tomar conciencia sobre qué significa tener un animal de gran porte (con más de 25 kilos de peso), en especial de aquellas razas consideradas potencialmente peligrosas”. También culpan a la falta de control del cumplimiento de la legislación que regula la permanencia de animales en la vía pública como una de las causas de los ataques, como el que le provocó la muerte a un niño de dos años en 2014 en la localidad bonaerense de Alejandro Korn, hecho que dio lugar a una condena de ocho años de cárcel para su dueño, o la indemnización de 2 millones de pesos que la Cámara de Apelaciones de Eldorado impuso recientemente, por un ataque ocurrido en 2007 en Wanda, en el que dos rottweilers atacaron e hirieron muy seriamente a dos niños que en ese entonces tenían 4 y 8 años (uno quedó con parálisis facial).

En un conocido e instructivo video de Facebook, el veterinario Ricardo Luzuriaga explica cómo el perro –descendiente del lobo– de las 4 a las 12 semanas de vida, llevado a un hogar (por ejemplo con bebés) queda marcado lo que hará en el resto de su vida. “Todo animal puede tener una carga genética que influye en su comportamiento en un 30%, pero el 70% determinante tiene que ver con la forma en que sus amos crían y sociabilizan al animal”, señaló Leonardo Sepiurka, secretario de la Sociedad de Medicina Veterinaria, y confirmado en conversaciones personales con el doctor Luzuriaga, creador del Imusa posadeño.

“En su conducta de manada, las perras educan, reprimen, controlan, castigan y premian a sus cachorros para que vayan aprendiendo a interactuar dentro de un grupo. Pero cuando el animal pasa a convivir con una familia humana –él la considerará su manada–, el perro necesita que se le fije un rango o jerarquización, de lo contrario puede haber problemas muy graves”, detallan estos profesionales.

Los veterinarios afirman que “cuando un perro intenta juegos de mordisqueo, en realidad está probando hasta dónde se le permiten avanzar. Y si uno no le pone estos límites, el perro, aun no siendo de una raza potencialmente peligrosa, puede llegar a tener en vilo a toda la familia”. Los especialistas coinciden en señalar que si a los perros “potencialmente peligrosos” se los adiestra para ser animales de pelea y ataque, “esa capacidad genética se expresa, pero si uno los controla y no potencia su costado agresivo puede lograr que un pitbull sea tan manso como un collie”.

Dos pitbull atacaron y mataron a su dueña en Villa Saboya, en Matheu. Los perros ya habían atacado a la mujer en otras ocasiones, según los vecinos. La mujer, de 87 años, falleció por las heridas que sufrió en distintas partes del cuerpo, especialmente en la cabeza. Los canes fueron trasladados al Centro de Zoonosis del Municipio, donde se determinó que fueran sacrificados.

Tengo entendido que estas razas han sido creadas por el hombre desde hace siglos, especialmente en el hemisferio Norte, para protegerse de lobos, osos o jabalíes, y fueron desarrollados para tener capacidad mortal. Tres razas de “perros bravos” son las pitbull, rottweiler y el dogo argentino. Las estadísticas dicen que el 67% de las muertes por ataques de perros se debe a los perros de raza pitbull terrier. Es un perro de entre 25 y 30 kilos, de origen estadounidense, con una poderosa mandíbula; son de las razas más buscadas para las riñas de perros por su fuerza y ferocidad. Rottweiler es una raza alemana, pesa entre 45 y 59 kilos y tiene un fuerte instinto de proteger el territorio. Paradójicamente, debidamente entrenado, puede ser muy cariñoso.

En Argentina he consultado y descubierto que el dogo argentino fue desarrollado en la época en que eran bastante difundidas las riñas de perros y varios propietarios desarrollaron esta variedad para lograr alta ferocidad para vencer –y matar– a sus adversarios.

En consulta con amigos y conocidos poseedores de perros, he desarrollado la conciencia de que las autoridades ejecutivas y legislativas municipales de Posadas deberían actualizar las normas sobre tenencia de perros peligrosos -quizás tomando de ejemplo la ley provincial de Córdoba  9.685/2009- disponiendo desde medidas preventivas hasta medidas restrictivas. En primer lugar, definir qué y cuáles son razas de perros peligrosos o que rasgos anatómicos poseen; seguidamente, todos los propietarios de dichas razas deberían inscribirlos en un registro creado a tal fin; en el domicilio del propietario deberán poner un cartel bien visible desde la vereda del tipo ‘Atención, perro(s) peligroso(s)’; adicionalmente establecer, como lo ha hecho la Municipalidad de Mar del Plata, multas por ataque o mordeduras. Finalmente, también se podría prohibir la tenencia de estos perros en la zona urbana y periurbana. Incluso hay municipios que exigen a posibles compradores de perros peligrosos hacerse un test psicológico.

Indagué en el Digesto municipal de Posadas, que posee cuatro ordenanzas sobre perros y otros animales: regula al Imusa y legisla sobre la rabia canina, leishmaniasis y perros acompañantes. No ubiqué ordenanzas específicas sobre tenencia de perros peligrosos. Si bien el Imusa debería tener registrados estos peligrosos animales, veterinarios estiman que hay unos cien perros peligrosos en Posadas. Me parece inapropiado esperar alguna próxima muerte o daño grave por ataque de perros peligrosos a personas o niños pequeños para recién actuar. Intendencia, Concejo Deliberante (o hasta Poder Ejecutivo provincial) deberían legislar sobre esta cuestión, que en cualquier momento puede tornarse trágica.

 

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