El trabajo versátil, la mejor fórmula

Flexibilidad y adaptabilidad a los cambios son dos aprendizajes clave que este 2020 dejó y que deberán seguir rigiendo nuestras vidas. Si bien la planificación no deja de ser esencial, a pesar de la incertidumbre que nos plantea el 2021, la versatilidad y la posibilidad de tener resguardo en un plan B, nos embarcarán más cerca del éxito.

“Ya lo decía Alvin Toffler: los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer y escribir, sino aquellos que no sepan aprender, desaprender y reaprender”, recordó Beatriz Martínez, licenciada en Recursos Humanos y coach, en diálogo con Radioactiva 100.7.

Entendiendo que estamos viviendo en un mundo inestable, postuló que no accionar, proyectar o planificar es un error. Así, recomendó primero trabajar la parte emocional: el miedo al cambio y a salir de la zona de confort y luego armar una planificación flexible, “tener plan de contingencia, un plan B por si algo falla. Esa planificación me va a permitir orientar los recursos y ver la crisis como oportunidad”, reflexionó.

En la misma línea, Federico Knuppelholz, licenciado en Relaciones del Trabajo, analizó los cambios que se potenciaron en medio del contexto pandémico.“El 2020 nos atravesó en lo más profundo de nuestro ser, como personas y en nuestros vínculos sociales”, arrancó diciendo, reflejando que quedó en evidencia cuántas personas tenían trabajos informales y obligó tanto a empresas y Estado a avanzar en la implementación del teletrabajo, con el importante apartado que merece su regulación en una nueva legislación nacional.

“Obviamente hay algunas actividades que no pudieron continuar, pero la gran mayoría tuvo que reinventarse con el aislamiento obligatorio y lo hizo exitosamente. Entonces, se rompieron prejuicios sobre el homeoffice. Nos dimos cuenta de que se puede y eso aceleró, agilizó un proceso que venía de manera lenta”, presentó el especialista.

Con respecto a las cualidades adquiridas destacó: “Todos tuvimos que reinventarnos a la hora de trabajar, de comprar y obviamente como personas. Y aquellos que tienen cualidades más grandes de adaptación y flexibilidad para adaptarse a los cambios, de empezar a hacer múltiples tareas, ponerse a disposición de los equipos de trabajo para mejorar procesos, son las personas que mejor llevaron este proceso”.

Particularmente sobre el teletrabajo, destacó que trae nuevos desafíos para las empresas y uno de los principales tiene que ver con “el trabajar por objetivos y no por horarios”.

Además, “las organizaciones mismas tienen que empezar a meter en sus procesos de trabajo, dentro de su cultura organizacional, instancias donde acompañen a las personas a atravesar las transformaciones de la mejor manera, porque hay puestos que empiezan a desaparecer y otros nuevos que aparecen y eso necesita un acompañamiento. Formar al trabajador para nuevos puestos, por ejemplo”, sumó. Asimismo, mientras las relaciones sociales van cambiando incluso dentro del ámbito laboral, el rol de los líderes también muta y se vuelve fundamental. “Hay que entender y respetar la forma que tiene cada uno de trabajar. Animarse a repensar los organigramas, que significa pensar que no todos pueden hacer teletrabajo y no todos pueden trabajar en la empresa y eso no debería ser un conflicto” graficó Knuppelholz. “Es necesario que las estructuras rígidas, piramidales le empiecen a dar lugar a estructuras de trabajo por equipos, por proyectos y por cualidades y aunque haya formas distintas de trabajar, esas se potencien, aprendan a convivir y se conviertan en un valor agregado de la organización o empresa”, completó.

Este año fue un punto de quiebre y destacando que se agilizó la digitalización en distintas áreas, el especialista explicó que “esto es un proceso que nos transformó y que no va a volver para atrás, por más que venga una vacuna. Por eso, el desafío es aprender y generar nuevas formas de trabajar y vincularnos con el ambiente, en todos los sentidos”.

Mucho se ha dicho en estas páginas sobre reinvenciones y nuevas formas de relacionarnos con todo lo que nos rodea, hábitos que hacen hincapié en lo saludable y sostenible se potenciaron. Así, Knuppelholz no dejó de lado que hoy las prioridades cambiaron y el eje volvió a ubicarse en torno a la salud y la familia.

“Si esto de encontrar un trabajo que nos motive,  nos llene en lo personal... ya venía en las nuevas generaciones, la pandemia lo llevó a todas las generaciones. Poder equilibrar mucho más y mejor nuestro entorno personal y familiar con el del trabajo, es una de las demandas. No vivir para trabajar sino trabajar para vivir, reflexión sencilla, pero que nos llevó a lo más profundo de nuestra vida diaria y realmente nos hace replantearnos las prioridades”, iluminó.

Por ese motivo ante la demanda de trabajos que contemplen cuestiones de salud, espacio personal, regulación de horarios, “las empresas que generen las mejores condiciones, van a ser a las que mejor les va a ir”, vaticinó.

En la misma línea, Martínez puso el foco en que entender cuál es la motivación que nos mueve es el primer paso para poder planificar, accionar y desenvolverse mejor en el mundo laboral. “Es importante conectarnos con el sueño, no desmotivarnos y si me desmotivo, levantarme”, dijo en la 100.7.

“Este mundo cambiante en la sociedad, en lo político, lo económico hace que yo no pueda predecir con mucha exactitud, pero sí puedo tener una tendencia de a dónde va; entonces tengo que interiorizarme en cuáles son esos cambios que se vienen y prepararme para eso”, describió Martínez.

Ante la imposibilidad de encontrar lo que se desea en el mercado o la dificultad de sumergirse en el mundo laboral de los jóvenes, alentó la posibilidad de capacitarse continuamente y de crear, de emprender, aunque lleve tiempo y esfuerzo.

“Acá en Misiones tenemos políticas de Estado, créditos, subsidios y fomento en cuanto a lo tecnológico con la idea de Silicon Misiones”, destacó Martínez. “Tengo que empezar a prepararme con nuevas herramientas, porque hacer lo mismo o querer hacer ahora con cosas del pasado no va a funcionar”, instó. En este mismo sentido, Knuppelholz destacó las nuevas oportunidades que generan políticas como la de Silicon o la zona aduanera especial,  que impulsan no sólo a los trabajadores sino a las empresas a aggiornarse.

“Sin dudas deberán subirse a esa ola para ser competitivos tanto para el mercado interno como para la exportación de bienes y servicios. Si no generan las transformaciones para ser empresas ágiles y flexibles para el mundo, les va a costar mucho y van a surgir nuevas formas de trabajar que se van a meter en la competencia”, subrayó Knuppelholz.

Lo cambiante está de moda y por lo tanto, ante la incertidumbre, estar alertas y dispuestos, es clave para adaptarse a lo nuevo y sobrevivir.