Conclusiones sobre la Primera Bienal de Nueva York

Un nuevo camino hacia la equidad y la diversidad

miércoles 28 de octubre de 2020 | 5:00hs.
Un nuevo camino hacia  la equidad y la diversidad
Un nuevo camino hacia la equidad y la diversidad

La arquitectura siempre se ha caracterizado por contar en su agenda con eventos que van marcando hitos en la historia de la disciplina. Fue en el Congreso Internacional de Arquitectura Moderna celebrado entre 1928 y 1959, donde Le Corbusier presentó su Carta de Atenas. Allí propone dividir la ciudad en sectores, uno para trabajar, otro para vivir y otro para recrearse, y sobre este manifiesto luego Oscar Niemeyer planificaría la ciudad de Brasilia, actual capital de Brasil.

Pero estos espacios donde se presenta la actualidad y el nuevo estado del arte en la arquitectura llegan a nuestros días con mucha vitalidad y gran participación en cada ciudad que se realizan. Como testimonio de esto está la Red de Bienales de Arquitectura de América Latina que nuclea a todas las principales ciudades de esta región.

Por su parte, Nueva York tenía pendiente realizar su propia Bienal de Arquitectura este 2020, con la arquitecta argentina Natalia Valencia al frente.

Es que la ciudad no sólo es su rascacielos. Cuenta con un gran movimiento cultural en sus teatros de la avenida Broadway,  sus salas de danza y conciertos como el Lincoln Center o el Carnegie Hall, movimientos de arte innovadores que surgen en los sótanos de algún bar donde antes nació el jazz. Y museos magníficos como su Museo de arte Moderno, el Guggenheim o su Museo Metropolitano de Arte. El coronavirus y la imposibilidad de realizar encuentros masivos, parecía suponer un problema aún antes de empezar la esperada bienal, pero con inteligencia y recordando que Nueva York es sinónimo de vanguardia, lograron ponerse en la delantera haciendo un evento completamente a través de internet.

Así, en esta primera edición se dedicó a tratar un tema de actualidad en la agenda de la arquitectura: la inclusión social, tanto en el ámbito laboral como en el diseño.

Con una calidad de detalles cuidados, la Bienal de Arquitectura de Nueva York se realizó entre el 20 y el 24 de Octubre, y El Territorio fue participante privilegiado del evento, pudiendo asistir y realizar preguntas a los oradores en cada una de las conferencias.

El primer día estuvo cargado de emoción. Escuchar a Valencia, quien se mudó a Estados Unidos hace diez años para trabajar en el estudio de Cesar Pelli -fallecido en 2019- diciendo en perfecto español “buenas tardes a todos” nos dejaba en claro la necesidad de la inclusión de las minorías en los Estados Unidos. Todas las conferencias tuvieron dos canales de audio, uno en inglés y otro en español. Además, Valencia, actual presidenta de la NYCAB (siglas en inglés de la Bienal de Nueva York) mostró su capacidad de liderazgo y la también imperiosa necesidad de avanzar en la equidad con la mujer en estos cargos.

Al comienzo, Lance Jay Brown, miembro del Consejo Asesor, explicó el desafío que supone para la organización una Bienal que hoy por hoy abarca temas tan diversos como el urbanismo, el paisajismo o el cuidado ambiental, seguido por Rick Bell, también del Consejo Asesor, que presentó amablemente a todo el equipo que hace posible un evento así, dentro de una organización sin fines de lucro. 

A continuación, la arquitecta coreana JJ Falk -que reside en Nueva York, donde tiene su estudio dedicado al interiorismo- repasó su experiencia como mujer inmigrante, subrayando la importancia de la equidad de género y la necesidad de contar con diseñadores que tengan sus mentes abiertas a los nuevos desafíos. Con un mensaje inspirador insistió en incoporar en el diseño arquitectónico la diversidad cultural, de género, de edad y física, que cada vez veamos más baños sin género o espacios de lactancia. Siempre buscando superar cualquier diferencia de sexo, raza o religión.

En la segunda parte, el arquitecto argentino Carlos Sallaberry, del Consejo Asesor, celebró la incorporación de la Bienal de Nueva York a la Red de Bienales Latinoamericanas, y la arquitecta argentina María Florencia Pappagallo explicó los Objetivos de Desarrollo Sostenible que atenderá especialmente la Bienal: Educacion de calidad, Equidad de género, Uso de energías limpias, Ciudades Sostenibles y las Alianzas estratégicas.

Los siguientes días fueron dedicados a conferencias magistrales.

El miércoles, María Hurtado de Mendoza del estudio Entresitio, fundado en 1993, explicó el día a día de sus procesos creativos, esos que la llevan a crear edificios que desafían los límites del adentro y el afuera. Formas contemporáneas que con operaciones de adición, intersección o sustracción en el volumen a construir, los llevaron a diseñar edificios con aspecto de una masa porosa como el conjunto de viviendas Perropez. Asimismo, entre sus obras se destaca el Museo Colombiano de la Memoria, un edificio sin un frente y un contrafrente, o los Centros Municipales de Salud, donde demuestran un especial cuidado por la privacidad y la luz.

 El jueves fue un día de grandes sorpresas con la presentación de Jack Travis, respaldado por una extensa y apasionante teoría.Travis es autor de una arquitectura con profunda conciencia de inclusión de las minorías en la sociedad.

Heredero de las ideas de Frank Lloyd Wright y Richard Meier y la dinámica de Louis Kahn (grandes referentes y maestros del movimiento moderno en la arquitectura), encuentra un punto de partida para su proceso proyectual en la cultura, en el arte africano subsahariano y su historia.Una búsqueda permanente por construir y consolidar una identidad propia para los afroamericanos, apoyado en colores y texturas. Los principios que rigen su trabajo de economía, simpicidad, fácil construcción y fácil mantenimiento, pueden verse en obras destacadas como un nuevo pabellón para el Hospital de Harlem o la casa que diseñó para el director de cine Spike Lee.

Finalmente, el último día la Nycab cerró con una interactiva mesa redonda de debate.

Las representantes fueron: Laurie Hawkinson de la Universidad de Columbia, que comenzó haciendo rascacielos siendo la única mujer y la más joven en el estudio de Phillip Johnson; Ronnette Riley, graduada de la UC Berkeley y Harvard, Danei Cesario, directora en SOM y la 333ª mujer negra en la historia de Estados Unidos en obtener su licencia de arquitecta; y Joan Krevlin de la Universidad de Washington. Todas ellas dieron un gran testimonio de superación y crecimiento en una industria que quiere dejar atrás el ser dominada solo por hombres.

El evento terminó con grandes expectativas, fue anunciado el Premio Oscar Niemeyer que entregará la Red de Bienales en noviembre y el Premio a la Inclusión que otorgará la Bienal neoyorquina, a partir de su próxima edición, a aquellos que se destaquen por el diseño sustentable innovador o que aportan a una arquitectura con equidades de género y racial alrederdor del mundo.

Finalmente quedó claro que la arquitectura tiene mayor potencialidad que otras disciplinas en aportar a una sociedad más inclusiva, con alegría y justicia.

Y que -sin dudas- el cambio climático es el gran tema a tratar en el diseño arquitectónico en los próximos años. 

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