Sudoración

sábado 18 de enero de 2020 | 5:00hs.
Sudoración
Sudoración
Por Belén Spaciuk

Por Belén Spaciuk interior@elterritorio.com.ar

La tierra colorada se caracteriza por mantener temperaturas altas y muy húmedas en verano. Esos dos factores, combinados, provocan que los misioneros “transpiren hasta en la sombra”, como comúnmente se suele decir. 
El sudor es un líquido secretado por las glándulas sudoríparas del cuerpo que generalmente, cumplen la función de refrigerar al organismo. “La sudoración es una manera de tratar de acomodar y regular la temperatura corporal”, explicó concretamente Gabriela González Campo, especialista en dermatología, en diálogo con El Terriotrio. Pero hay quienes transpiran de más, en exceso. Esa patología, es denominada Hiperhidrosis. Y se da no solamente cuando hace mucho calor, sino que también puede producirse en momentos de nervios o estrés, entre otras circunstancias. 
“En el verano, sobre todo en nuestra provincia, todos sufrimos calor. Sudamos, porque es una reacción del cuerpo. Pero esa transpiración pasa por una cuestión de temperturas. Sucede porque el cuerpo desarrolla un mecanismo de enfriamiento, sudando, para lograr disminuir el calor. Las glándulas sudoríparas activan un mecanismo de recuperación de la temperatura corporal. El caso opuesto a eso, es el frío, cuando los poros se erectan evitando que ingrese al cuerpo. De esa manera se produce la reconocida comúnmente como piel de gallina”, detalló la especialista explicando que el propio organismo activa mecanismos de defensa. 
Pero, en el caso puntual de la hiperhidrosis, “se trata de una patología en la cual la persona transpira mucho en lugares determinados como axilas, palmas de la mano, plantas del pie o incluso en el rostro. Ya sea en uno, o  en todos los lugares mencionados”, reflejó. 
En general, ese sudor no está necesariamente ligado a la sensación del calor, puesto que no se trata de una cuestión de temperaturas. Sino que se produce porque las glándulas sudoríparas trabajan más de lo normal. 
La patología es hereditaria, ya que “la patología se transmiten genéticamente y se pueden manifestar desde la niñez o la pubertad y, generalmente, más allá de que existen tratamientos muy efectivos para contrarrestar la patología, suelen durar toda la vida”, contó y agregó: “Siempre suele haber un antecesor en la familia que padezca lo mismo: un papá, un abuelo, un tío o un hermano transpirón”. 
La hiperhidrosis se manifiesta  cuando se está atravesando una situación nerviosa o estresante. Ese estímulo que el cuerpo utiliza para regular las temperaturas, es utilizado en este caso como mecanismo nervioso. 
“Todos hemos visto o vivido en algún momento sudar por nervios. Por ejemplo, cuando se está por rendir un examen, cuando se realiza una prueba especial, cuando hay que hablar en público o en cualquier otro momento o instancia de la vida en que se produzca un poco de incomodidad o presión, todos sudamos”, dijo la especialista. 
Sus causas no han podido ser dilucidadas de manera satisfactoria. Se cree que se produce por un sobreestímulo del sistema simpático, paralelo a la columna vertebral, independiente de la temperatura ambiental.
Lo particular de la hiperhidrosis es que esa transpiración, no se puede controlar y se produce de manera excesiva, ya que es un mecanismo que el propio cuerpo pone en práctica para liberar tensiones. 
Esto, algunas veces, dificulta el buen desarrollo social o laboral de quienes lo padecen, generando importantes repercusiones en la calidad de vida. Se puede convivir con hiperhidrosis, pero a menudo puede causar estrés emocional, dificultando en ocasiones la vida personal, laboral y social provocando un círculo vicioso, pues la necesidad de sentirse seco y la preocupación de oler mal provoca más estrés del que ya se tiene ante una situación social y, por lo tanto, mayor sudoración. 
También podría causar dificultades en la manipulación de papeles, lápices, botones, herramientas, equipos electrónicos, deportivos o instrumentos de música. 

Siempre hay una solución
Existe una gran variedad de  tratamientos efectivos que pueden practicarse para controlar la patología. “Varían desde lociones y tópicos que se pueden usar diariamente, taponando las glándulas y, de esa forma inhibir la sudoración excesiva”, reveló la especialista.  Ese, sería el primer escalón de tratamiento. “La aplicación de toxina botulínica, en su versión comercial más popular es conocida como bótox, también puede aplicarse como tratamiento efectivo. Y, en algunas ocasiones dura hasta un año” continuó.  
El tratamiento no tiene efectos contrarios porque el sudor únicamente es un mecanismo para defender temperaturas corporales y se sigue produciendo en otras partes del cuerpo, ya que la hiperhidrosis, se da en lugares puntuales. 
De todas maneras, “lo más importante es siempre consultar con un especialista, en este caso el dermatólogo. Para obtener un diagnóstico certero y exacto de lo que se padece y de los posibles pasos a seguir una vez constatada la patología”, puntualizó, la dermatóloga González Campos.