La impunidad marca el rumbo de la causa por el crimen de Knott

miércoles 09 de agosto de 2017 | 5:00hs.
La impunidad marca el rumbo de la causa por el crimen de Knott
La impunidad marca el rumbo de la causa por el crimen de Knott

Impunidad. Es la palabra que, para la familia, resume perfectamente el transitar actual de la causa que investiga el atroz asesinato del empresario Héctor Knott (47), en esta ciudad.
   Es que justo hoy se cumplen tres años del crimen y, pese al tiempo transcurrido, no existen detenidos y ni siquiera aparece en la mira de los investigadores algún sospechoso, lo que empuja al expediente a navegar en un mar de incertidumbre. Y a un costado van los hijos, hermanos y padres, buscando respuestas para sanar el dolor pero hasta ahora no obtuvieron nada pese a las innumerables marchas y los reiterados pedidos de justicia.
“No hay nada. Pasa el tiempo y la gente se olvida, pero queda el deseo de lograr justicia y que los que lo mataron sean condenados y entonces poco podemos esperar porque hasta ahora ni siquiera hay sospechosos a quien acusar”, manifestaron desde el entorno familiar.
“Duele y, aunque pasan los días o años, nunca vamos a bajar los brazos en la búsqueda de que los asesinos paguen”, acotaron.
Desde el momento del crimen se siguieron varias hipótesis con la certeza de que los asaltantes eran tres, que actuaron con capuchas pero tenían un tono lugareño y escaparon en la camioneta S10 que usaba Knott. El hallazgo de ese vehículo en un pinar de la zona, en su momento  trajo esperanzas al entorno del empresario pero en los meses siguientes la causa volvió a perder fuerza y ahora el expediente sigue en foja cero.
“Nos sentimos defraudados por la impunidad que impera en la mayoría de los casos similares al que nos tocó conocer. Hace mucho tiempo que dejamos de saber del avance o retroceso del caso. Cuesta aceptar que los asesinos siguen con sus vidas y nosotros estamos intentando seguir adelante por la falta de justicia", reseñaron.

La S10 sin huellas
Medio año después del homicidio y de buscar incesantemente en casi toda la provincia, la camioneta S10 con la que escaparon los tres delincuentes apareció en un pinar privado ubicado sobre la ruta provincial 16, a pocos metros de la ruta nacional 12 y cercano al límite entre esta localidad y Puerto Piray.
Pero no la detectaron los uniformados sino un grupo de trabajadores de la empresa propietaria del terreno, quienes la vieron escondida entre la vegetación y recién entonces dieron aviso a los detectives. 
El rodado había sido buscado desde el mismo día en que se cometió el crimen y las hipótesis sobre su destino fueron varias pero, finalmente, todas erróneas. Se especuló en principio con la posibilidad de que los asaltantes hubieran tomado la avenida El Libertador, cruzado la ruta 12, y hubieran dirigido la marcha hacia la zona de colonias, ya en jurisdicción de Eldorado.
También  se estudió la idea de que se hayan dirigido hacia la zona Centro, como ser Campo Viera o San Vicente, donde testigos aseguraron haber visto la S10, y hasta que la desarmaron para borrar huellas pero, por increíble que suene, siempre estuvo cerca.
El problema fue que estuvo seis meses con las puertas y el capot abierto, soportando sol y lluvias, que terminaron conspirando en contra de cualquier intención de detectar alguna huella que conduzca la resolución del caso hacia un punto en concreto. Las pericias que hizo la Policía Científica fueron todas negativas porque en la S10 no encontraron marcas de los tres delincuentes.

Asalto y crimen

El 9 de agosto de 2014, la esposa e hija de Héctor Knott, junto a un primo, se subieron a la Chevrolet S10 para ir al centro. Poco después, fueron interceptados por tres delincuentes que, tras inferir amenazas con armas de fuego, abordaron la camioneta y los obligaron a regresar a su casa. Allí estaba el empresario, en compañía de otro hijo suyo. Los asaltantes metieron a todos adentro de la casa, encerraron a los familiares en un baño y se quedaron a solas con Knott. Al parecer, buscaban un importante botín que nunca apareció, aunque sí lograron apoderarse de 30.000 pesos. Lo llevaron de rehén para poder huir pero, en determinado momento, la víctima habría intentado escapar arrojándose del vehículo y esa decisión desató la furia del trío delictivo, que lo ejecutó con un tiro en la espalda.