Caso Matías Berardi: al joven lo secuestraron por su “ropa cheta”

lunes 03 de junio de 2013 | 0:00hs.
El tribunal que condenó a los acusados del secuestro y crimen de Matías Berardi, cometidos en 2010 en Escobar, dio por probado que al adolescente lo eligieron porque les gustó su “ropa cheta”, y descartó que la chica de 17 años, que terminó absuelta, haya sido su cuidadora o liberadora.
Los jueces Elbio Osores, Lidia Soto y Germán Castelli, del Tribunal Oral Federal 3 de San Martín, dieron a conocer los fundamentos del fallo por el que cinco imputados recibieron prisión perpetua y el resto penas de hasta 24 años.
Uno de los testimonios más valorados fue el de una chica de 17 años que era pareja de uno de los condenados, Gonzalo Alvarez (34), y que pese a las amenazas que recibió, relató en el juicio detalles del secuestro y la ejecución de Matías.
La adolescente relató que el día que secuestraron a Berardi, el 28 de septiembre de 2010, en realidad iban a robar una casa y como se les “pinchó ese trabajo”, lo capturaron a Matías: “Lo agarraron de cheto”, afirmó, explicando que eso quería decir que les gustó su ropa.
La chica afirmó que del secuestro participaron Gabriel Figueroa (27), Néstor Maidana (25), Federico Maidana (30), Damián Sack (26) y su novio, y que ella pudo leer un mensaje en el celular de un familiar que decía: “Tenemos al chancho de América”, es decir, que habían capturado a una persona.
El fallo destacó que “ninguna duda existe respecto de que Néstor Maidana fue quien se encargó de realizar las llamadas extorsivas” a la familia de Matías, ya que otra víctima de la misma banda, Augusto Castillo, reconoció su voz.
Sobre el lugar de cautiverio, se dio por acreditado que Berardi fue llevado a la casa del herrero uruguayo Richard Fabián Souto (46), y que su esposa, Ana Cristina Moyano (41), la hermana de ésta última, Celeste Moyano (29) y la hija del matrimonio, Jennifer Souto Moyano (21), ayudaron a retenerlo y cuidarlo junto con el grupo que lo capturó y con otro joven, Elías Vivas (18).
En cambio, los jueces descartaron que la otra hija de 17 años de Souto haya sido “custodia”, “vigiladora” o “cuidadora” de Matías, tal como afirmaron los abogados de la familia de la víctima y la fiscalía durante el juicio y dijeron que no estuvo en la casa cuando Berardi se escapó y luego fue asesinado por ese motivo.