Mataron a dos policías para robar un camión blindado en la Panamericana

Dos policías fueron fusilados ayer en un feroz ataque a balazos sobre la ruta Panamericana en el Norte del Gran Buenos Aires, cuando al menos una docena de delincuentes quiso robar un camión de caudales que transportaba 20 millones de pesos y disparó a mansalva contra los patrulleros que custodiaban el vehículo y el propio blindado.
miércoles 24 de noviembre de 2010 | 0:23hs.
Dos policías fueron fusilados ayer en un feroz ataque a balazos sobre la ruta Panamericana en el Norte del Gran Buenos Aires, cuando al menos una docena de delincuentes quiso robar un camión de caudales que transportaba 20 millones de pesos y disparó a mansalva contra los patrulleros que custodiaban el vehículo y el propio blindado.
Los ladrones fueron directamente a matar: cerca de las dos de la tarde, protegidos con chalecos antibalas, encapuchados y aparentemente con guantes para no dejar huellas, atacaron con fusiles y escopetas a los dos patrulleros de la Policía Bonaerense en los que iban seis policías que custodiaban, desde atrás, el camión de caudales del Banco Provincia de Buenos Aires que se dirigía a San Nicolás.
Sin dar tiempo a nada, fusilaron con balazos en la cabeza a los conductores de los patrulleros y dispararon contra el parabrisas del camión blindado, mientras que los otros cuatro policías intentaron reaccionar a los tiros.
“Fueron a asegurar el golpe matando al personal policial y hubo una resistencia heroica de nuestra gente que los puso en fuga”, resaltó el subjefe de la Policía Bonaerense, Salvador Baratta, al dar detalles sobre cómo fue el ataque.
“Fue una balacera infernal”, dijeron los empleados de un depósito ubicado justo sobre el kilómetro 38 de la Panamericana, en el linde de Garín e Ingeniero Maschwitz -en el partido de Escobar- donde ocurrió el hecho.
Los empleados contaron que tuvieron que refugiarse cuando comenzaron los tiros y señalaron que sólo alcanzaron a ver a los policías saliendo de uno de los patrulleros, uno de ellos “muy herido”.
Los delincuentes, repartidos en cuatro autos, escaparon sin concretar el robo y tiraron clavos “miguelito” sobre la ruta para, primero, neutralizar la marcha de sus objetivos, y luego asegurarse de que no iban a ser seguidos, lo cual casi provocó el vuelco de un camión que transportaba caños.
No obstante, se cree que uno de los maleantes podría haber salido herido de la balacera y abandonó el vehículo en la fuga; en el interior del coche -un Volkswagen Gol negro- se encontró gran cantidad de armas.
“Hay un auto negro que estaba en poder de los delincuentes. Puede ser que haya fugado alguno herido, dejando el auto en el lugar, porque en general, fugan y prenden fuego el auto, pero acá no pudieron”, dijo a la prensa el comisario Baratta.
Trascendió que se buscaban cuatro autos, que serían dos Ford Ka y dos Ford Focus.
Los peritos analizaban las vainas (“de todo tipo”, dijeron en la policía) que quedaron sobre la ruta y los rastros levantados del vehículo, pero versiones indicaron que no era sencillo porque los delincuentes habrían usado guantes de látex y pasamontañas.
Mientras se hacían estos trabajos, esperaba sobre la ruta Panamericana el camión de caudales, un Ford de mediano porte con unos 20 millones de pesos en su interior, según confiaron a DyN fuentes del caso.
Adentro del camión, hasta que se lo llevaron con custodia del grupo Halcón, seguía todos los movimientos el custodio del portavalores que -por reglamento- no puede abandonar el vehículo mientras el dinero esté en ese lugar.
Además de los aportes de los testigos, los investigadores que trabajan para el fiscal de Garín Cristian Fabio, a cargo de la pesquisa, se centran en analizar las cámaras de seguridad de la autopista para controlar desde dónde los delincuentes venían siguiendo al camión de caudales que fue atacado.