La “verdulera”, un instrumento de culto por la oleada inmigrante

sábado 16 de mayo de 2009 | 6:00hs.
Muchos de los inmigrantes europeos trajeron la música de su tierra natal y, por supuesto, los elementos para interpretarla.
Los acordeones de ocho bajos y 21 teclas (como la foto de arriba) eran los más comunes, por ser pequeños y fáciles de transportar.
Aquí en Misiones popularizaron las fiestas de esas comunidades. Cuando llegaban de la colonia a las ciudades para vender sus verduras tomaban el acordeón y con la música atraían a sus compradores. Así fue cuando recibió el nombre de “verdulera”.
Para algunos músicos más avezados resulta ser un elemento demasiado sencillo de interpretar, ya que por su estructura no permite muchas tonalidades armónicas.
Pero los descendientes de esos inmigrantes aprecian tanto aquel instrumento que, apenas desplegado el fuelle, se establece una sensación melancólica con los antepasados.
Cristian Zabala (30) es músico y enseña la pasión por el acordeón a su grupo de alumnos. Fue discípulo del recordado músico Ricardo Vuori.
“La verdulera tiene una expresión especial. Se puede hacer música con otros instrumentos o sin ellos, tocar en bandas o en solista”, explicó Zabala, quien evocó la figura de Vuori como un referente de los “ritmos misioneros. Él creó este festival para recuperar y rememorar el instrumento, que es la verdulera, para que se toque, para que no se pierdan las costumbres que vienen de las tradiciones gringas de los abuelos”.
Por su parte, el maestro Ricardo Ojeda consideró que la verdulera “es instrumento muy elemental” porque es “fácil de tocar”. En referencia al acordeón que tiene 21 teclas de un lado y ocho del otro, Ojeda remarcó que es significativa “para la gente prácticamente grande, que ya no tiene esperanzas de ser un buen músico, de aspirar. Para aspirar tiene que tiene que hacerlo con un acordeón a piano - de más teclas - o un bandoneón”.
A diferencia del maestro Ojeda, el acordeonista Mauro Bonamino - quien toca con Fabián Meza y La Cortada - consideró que la “verdulera”  es “más difícil de tocar”. Es “porque tiene muchas más vueltas. Porque es más chico, es como que tenés que arreglarte con sólo dos notas. Es por eso que resulta más complicado”.
Bonamino remarcó que uno de los músicos que sigue tocando la verdulera a través de un ritual escénico es Antonio Tarragó Ros. También consideró que muchas obras recordadas se tocaron con la “verdulera”, como El Toro.
La verdulera “siempre tuvo la singularidad de su sonido. Es muy particular. Inclusive muchos lo tocan lo suelen usar porque es muy simbólico”, reflexionó Bonamino.
El luthier y músico Miguel Luna también considera que es un instrumento que tiene limitaciones aunque “a la vez es complicado”.
Explicó que, al marcar el compás, la mano derecha tiene que obedecer a la izquierda. Si una persona no sabe bien lo que es una verdulera, es extremadamente difícil de tocar”.
Luna fabricó verduleras de diferentes estructuras y reconoció que en el país no hay muchos artistas que siguen con la tradición pero manifestó que a pesar de ello se seguirán elaborando artesanalmente los instrumentos.

Fiesta de la verdulera
Hace 17 años se realiza la Fiesta de la Verdulera “Ricardo Vuori”, en Oberá. El evento se celebrará mañana a las 17 en la plaza San Martín, con la presencia de músicos de toda la provincia.
Vuori fue un músico autodidacta, quien difundió la música regional. Vino a la Argentina con sus padres cuando aún no había cumplido sus diez años de vida, desde Finlandia.
Fue mentor  tanto de artistas brasileños como argentinos. Dirigió la Orquesta Integración en la Capital del Monte, lugar que eligió para vivir hasta sus últimos días.