Nilda Cabrera: “Es la misma de siempre pero con más ganas, sonríe más”

domingo 04 de agosto de 2019 | 3:00hs.
La niña está junto a sus padres y su hermano viviendo en Buenos Aires.
La niña está junto a sus padres y su hermano viviendo en Buenos Aires.
Victoria Bergunker

Por Victoria Bergunker interior@elterritorio.com.ar

La mamá de Abigail Irrazábal no puede describir la emoción que siente al ver a su hija sana y feliz, a poco más de dos meses de la intervención quirúrgica que le cambió la vida. La pequeña de 7 años estaba en lista de espera desde enero de 2018 aguardando por corazón para poder seguir viviendo con la mejor calidad de vida posible.

En diálogo con El Territorio, Nilda Cabrera, su mamá, expresó: “Estamos muy felices, nos invaden emociones, por ejemplo el hecho de pensar que de acá a un tiempo definido vamos a poder volver a casa”. Y añadió que “estamos felices porque ella está realmente bien, cada vez que vamos al control la médica nos dice que está perfecta”.

La familia continúa viviendo en Buenos Aires, ya que la niña debe realizarse controles médicos cada 15 días en el Hospital Italiano -donde fue operada- para constatar que su salud evolucione favorablemente, teniendo en cuenta que los primeros meses son clave.

Sin embargo, desde su nacimiento la nena posadeña fue sometida a controles regulares y hasta fue intervenida quirúrgicamente en tres oportunidades para corregir una enfermedad congénita que tiene desde que estaba en el vientre materno, por la que nació con un único ventrículo.

Respecto al trasplante y al progreso favorable que está teniendo Abby -como le dicen sus allegados-, Nilda manifestó: “Para nosotros es increíble, porque luchábamos desde hace siete años con lo que ella tenía, es emocionante. Esta semana la llevé a un control de infectología y el médico me dijo que está muy bien, no está anémica. Toma mucha medicación, eso sí, y tenemos mucho cuidado con el tratamiento de la inmunosupresión”.

Abby lleva dentro de su casa una vida normal, juega como cualquier niño, se ríe y crece a pasos agigantados. “Yo diría que ella es la misma de siempre pero con más ganas, sonríe más... es ella misma pero diferente, está más activa porque antes se cansaba bastante, está totalmente cambiada”, dijo emocionada.

Sin embargo, la niña aún tiene algunas limitaciones. “Usa barbijo y no la saco mucho porque con el frío que está haciendo, no quiero que por ahí se engripe o se contagie de nada. No va a la escuela, tiene prohibidos los espacios cerrados y de acá a un año yo creería que no va a poder hacer nada de eso”, detalló Nilda.
Finalmente, la mujer reflexionó: “Mucha gente siempre la está saludando y escribiendo, a nosotros nos hace bien que se siga hablando del tema de la donación de órganos, porque si bien no es el único caso, es bueno que se recuerde y concientice. Uno no tiene que esperar a que te toque para saber o entender lo que pasa del otro lado”.

Un corazón para sanar

A los cuatro meses de gestación, Nilda fue a uno de los tantos controles que deben hacerse las embarazadas antes del parto. Fue allí que el ecógrafo que la atendió le dijo que había ciertas partes del corazón de la beba que las debía ver un especialista. Allí supo que algo no iba bien y empezó a atenderse con el cardiólogo infantil Lisandro Benmaor, quien le comunicó lo severo del caso y le sugirió ir a la ciudad de Buenos Aires dada la complejidad del cuadro médico.

Abigail nació el 7 de julio de 2012 en el Hospital Italiano y a los seis días fue intervenida por primera vez. El 24 de mayo la niña volvió una vez más al quirófano con la esperanza de poder empezar a hacer una vida lo más normal posible, gracias al órgano que otra familia altruista decidió donarle.

Santi Pedrozo se recupera

Santiago Pedrozo (8) es otro niño que pasó por una situación similar. Y es que el pequeño hace cuatro años fue diagnosticado con miopatía visceral, lo que hizo que él y sus padres se instalen en Buenos Aires para poder contar con medicina de alta complejidad. Pero el cuadro se fue complicando al punto que entró en emergencia nacional a la espera de un intestino.

Finalmente el órgano para el niño nacido en Leandro N. Alem llegó hace unas dos semanas y según comentó su mamá, Soledad Ponce, se recupera favorablemente. “Gracias a Dios está re bien, en cualquier momento sale a correr”, dijo feliz y añadió que ahora resta “esperar que siga evolucionando”.


En Misiones, 131 personas esperan un trasplante

Según los datos del Centro Único Coordinador de Ablación e Implantes de Misiones (Cucaimis), hay 131 personas que esperan por un órgano en la provincia, de los cuales la mayoría precisa un riñón.

Además, el informe detalla que en lo que va del 2019 se realizaron 17 trasplantes de órganos a misioneros con donantes cadavéricos y a 12 personas se les extrajo al menos un órgano con la finalidad de trasplante en los siguientes centros de salud públicos y privados de la provincia: Hospital Madariaga, Samic Eldorado, Sanatorio Boratti, Clínica Vecchia Puerto Rico, Sanatorio IOT y Cemeba.

Richard Miguel Malán, referente del Cucaimis, comentó a El Territorio que en relación a la cantidad de trasplantes realizados “a esta altura del año, principalmente en córneas ya tenemos casi los mismos números que el año pasado (25) y en órganos estamos más o menos parecidos al año pasado”. Hay que tener en cuenta que la córnea es un tejido y no un órgano, por eso se la cuantifica de forma distinta. Además afirmó que en Misiones “impactó muy bien la Ley Justina”.
A través de una norma surgida por iniciativa de los bloques del Frente Renovador y Cambiemos, la provincia de Misiones adhirió el año pasado a la ley nacional 27.477, también conocida como Ley Justina, que modificó el sistema de regulación para trasplante de órganos.

Como principal cambio incluido por parte de normativa se encuentra el considerar a todos los ciudadanos mayores de edad como donantes de órganos, salvo que expresamente se hayan opuesto a ello.