La tragedia impulsó los controles en el agua

miércoles 16 de enero de 2019 | 6:00hs.

Los controles y la seguridad en aguas posadeñas dieron un vuelco tras aquel fatídico 16 de enero del 2010, con la tragedia del cruce del Paraná. Un año después nació la Dirección General de Seguridad Acuática, que regula que todo esté en condiciones en piletas y balnearios.
Los controles están avalados por la Ley de Seguridad Acuática, que se puso en vigencia en julio de 2011 y que tiene como ejes principales la actuación de los guardavidas y la existencia y uso de los elementos de seguridad.
La mencionada Dirección de Deportes Acuáticos se ocupa de que esto se cumpla y también brinda seguridad, en un trabajo en conjunto con Prefectura, en las pruebas que se realizan en Posadas, Candelaria y Oberá, los únicos tres municipios que se adhirieron a la ley.
En ese contexto, el último domingo, la natación en el río Paraná volvió a exhibir una competencia oficial. La bahía El Brete de la ciudad de Posadas fue testigo de la primera edición puntuable del aguas abiertas donde casi 30 nadadores dieron rienda a las brazadas esperadas.
Del rechazo al resurgir
“La tragedia del Paraná fue un impacto muy grande para los misioneros, hubo un rechazo al río, por miedo los padres dejaron de mandar a sus hijos a realizar actividades náuticas en el río, recién en los últimos años empezó a resurgir”, expresó José Aguirre, director de Seguridad Acuática de la provincia.
En diálogo con El Territorio, el funcionario sostuvo: “Es muy positivo que las actividades náuticas se vuelvan a realizar, junto con la Dirección de Seguridad Acuática y la Prefectura se apunta a hacer una actividad segura, siempre con un trabajo preventivo, se está trabajando bien y se apunta a seguir creciendo”.