La importancia de la higiene de las manos en la comunidad

La higiene de manos con agua y jabón en la comunidad es de gran importancia. Es un procedimiento sencillo, efectivo y de  gran impacto en la salud poblacional, además del impacto económico en la prevención de las  enfermedades diarreicas, respiratorias, de la  piel  y enfermedades oculares que son responsables de  enfermedad y  muertes en niños menores de cinco años en todo el mundo.
Por eso es de suma importancia lavarse las manos, las manos limpias salvan vidas.
El lavado de manos apropiado requiere jabón, una pequeña cantidad de agua y tiempo de al menos 30 segundos, en el cual se debe frotar las superficie palmar y dorsal de las manos, además de la limpieza de los dedos y la superficie debajo de las uñas.
Carmen Mabel Benítez de Rinaldi, médica clínica de la ciudad de Posadas y especialista en infectología comenta que el uso de jabón facilita la frotación, lo que permite disolver la grasa y eliminar la suciedad que contienen a la mayoría de los gérmenes, además, deja un agradable sensación de limpieza en las manos.
Todos los jabones son igualmente efectivos para remover los gérmenes que causan enfermedades
El lavado de manos con jabón puede evitar enfermedades responsables de la muerte de  millones de niñas y niños cada año.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año más de 3,5 millones de niños y niñas no llegan a celebrar su quinto cumpleaños debido a la diarrea y a la neumonía.
El lavado de manos también puede prevenir infecciones cutáneas, infecciones de los ojos, disminución de la enfermedades parasitarias  intestinales y extraintestinales, gripe y otras infecciones respiratorias y trae beneficios a la salud de las personas que viven con VIH/sida.
El acto de lavarse las manos con jabón puede reducir la incidencia de las tasas de diarrea entre niños menores de cinco años a casi 50 por ciento y las infecciones respiratorias a cerca de 25 por ciento.
Investigaciones médicas y trabajo de campo en asentamientos  de bajos recursos, altamente poblados y  en ambientes densamente contaminados,  demuestran  que el lavado de manos es efectivo en prevenir la transmisión de enfermedades. Por eso es de gran importancia en estas poblaciones, asegurar la provisión de agua, control adecuado en las inmunizaciones (plan de vacunación), eliminación de basurales y  la educación para incorporar  medidas higiénicas básicas como lo es el lavado de manos con agua y jabón.
Las manos se deben lavar con jabón después de usar el baño, después de limpiar las heces de un niño (o después de cualquier otro contacto con excretas humanas, incluidas las de los bebés). También luego del contacto con basura o tierra o del contacto con superficies sucias y antes de manipular alimentos y /o amamantar.
Las manos son las principales portadoras de gérmenes que causan enfermedades. Es importante asegurar que las personas tengan facilidades para lavarse las manos en esos momentos críticos, es decir, después de usar el inodoro y antes de manipular alimentos, es una intervención clave y efectiva que salva vidas.
Los resultados de investigaciones realizadas en varios países en desarrollo muestran que la falta de jabón no suele ser una barrera, ya que una vasta mayoría de viviendas pobres tienen jabón en el hogar, más bien, el problema es que el jabón raramente se usa para lavarse las manos.
Los niños son una población entusiasta y abierta a nuevas ideas cuando son educados y de hecho son agentes de cambio en el cumplimiento y transmisión a sus hogares y a su comunidad de lo que aprenden, es por eso que la activa participación de ellos es de importancia capital  en la incorporación de la educación del beneficio de un buena higiene de manos
La activa participación de los niños  articulando la escuela, el hogar y la comunidad son  intervenciones culturales sensibles para  asegurar el cambio sostenido de conducta y deberían ser incentivadas en las escuelas, talleres municipales, jornadas provinciales y nacionales, en las cuales deberían tener también participación las entidades privadas y colocar a los niños como embajadores del lavado de manos.