Felipe Solá: “Si la oposición va dividida en las elecciones, se beneficia al Gobierno”

Felipe Solá es uno de los dirigentes con más trayectoria en la política nacional. Antes de recibirse de ingeniero agrónomo ya estaba militando en la Juventud Peronista. Al estar siempre vinculado al sector agroganadero, su primera función pública la ejerció de la mano de Antonio Cafiero, quien al ser electo en la provincia de Buenos Aires lo designó como ministro de Asuntos Agrarios.
Desde entonces estuvo ligado o marcando posiciones contrarias con los distintos gobiernos, como ocurrió con los dos últimos, tanto con Mauricio Macri como con Cristina Kirchner, con quien se reconcilió y ahora promueve un frente electoral que incluye a la ex mandataria nacional y busca sumar a todos los sectores sociales, sindicales y vinculados al trabajo. Justamente “defender el trabajo argentino” es uno de sus máximos objetivos y promesas.
El actual diputado nacional permanecerá hasta mañana en Misiones y en parte de su recorrido, junto al presidente del PJ de Misiones, Rafael Pereyra Pigerl, visitó la planta editorial del diario El Territorio, donde al ser consultado en Radioactiva, afirmó que “para ganar hay que tener un frente muy grande, amplio y un programa común” y que en eso están trabajando, según ampliaría en el programa Meta Data de Territorio TV, que se emite por canal 7 de Cablevisión en Somos Posadas.

¿Cómo trabaja en la precandidatura a presidente de la Nación?
Camino desde hace bastantes meses en búsqueda de la unidad. Ser precandidato a presidente tiene sus razones: en primer lugar, la situación del país es muy grave; sobre todo lo que se va a heredar después de diciembre 2019. Pensar en la economía, en el sufrimiento enorme de la economía real, de los trabajadores, de los argentinos en general. Siento que es un deber de un veterano -de la política- que cree que lo puede hacer porque he estado en tiempos difíciles y creo que lo puedo hacer bien. Para que eso ocurra, debe haber una unidad importante. Como centro el peronismo, y que abarque a los trabajadores y empresarios. Si tuviera que definir la unidad diría que tienen que estar todos aquellos que han sido duramente perjudicados estos años.

Usted se había separado de la administración de Cristina Fernández en medio de la pelea con el campo y ahora volvió a tomar contacto con ella...
Sí, en medio de la pelea de la 125 (que planteaba retenciones impositivas al campo), hace 10 años. Fui siete años opositor. Al principio, muy fuerte porque esa medida hizo un quiebre. Después me opuse a la rereelección en el 2013 y he venido siendo diputado opositor. Pero la verdad, después del 10 de diciembre del 2015 para mí no ha habido más que tropiezos, errores y hasta situaciones vergonzosas para la Argentina en términos de endeudamiento y actitud hacia el exterior; desinterés en absoluto del Gobierno por el trabajo argentino, por la defensa del trabajo argentino.

¿Qué pasó con el Gobierno de Cambiemos? ¿Fracasó en el plan inicial?
El diagnóstico inicial era muy malo. No conocían bien la Argentina. Pensaban que la Argentina no podía. Eso es muy grave pensar que la Argentina no puede. Entonces, se recurre a gente que supuestamente estudió afuera pensando que conocían más -quizás conozcan más- pero, no el entramado argentino de cómo son las economías regionales, que no son sólo los grandes productores los que manejan la cuestión, sino que hay mucha vida social y económica alrededor. Entonces, no tenían un diagnóstico de la Argentina ni de la situación. Mintieron mucho. Dijeron que iban a hacer cosas que no hicieron. (Mauricio) Macri mintió muchísimo en la campaña. Y después el modelo que aplicaron es un modelo antiargentino; con eso de querer matar la inflación, matando la economía. No sólo mataron la economía, sino que tenemos la inflación más alta en muchísimos años. Habrá que retroceder al 89 de la hiperinflación (1989 y 1990) de Raúl Alfonsín.

¿Las economías regionales son las más golpeadas en este momento?
Están muy golpeadas. Siguen teniendo los problemas de fletes, se ha encarecido el gasoil muchísimo, la electricidad. Les han encarecido el gas y las maquinarias y todos los insumos están dolarizados, menos el salario que se ha quedado y está en pesos.

¿Qué traen como propuesta desde el Peronismo y con la unificación?
La propuesta es armar un frente social donde estén todos: los trabajadores y sus representantes, todas las expresiones de los trabajadores -que están por suerte dentro de este frente que plantea el partido justicialista-. Ayer (por el jueves) hicimos una reunión y estuvieron casi todos los sectores. La propuesta ahora es juntar a las pymes, que pueden ser un comercio de Oberá o Posadas o una proveedora de una gran empresa; son las que dan muchísimas fuentes de trabajos a los argentinos. Para lo cual no ha habido otra política que aumentarles los costos y reducirles las demandas.

Aparte de la idea de unificación del peronismo, ¿están elaborando algún proyecto o programa para el país?
Sí. Personalmente tengo un equipo al que voy a incorporar a economistas, sociólogos, de ciencias y tecnologías -sector totalmente abandonado en este momento- gente que sabe de educación y salud. El tema central del próximo gobierno, si me toca a mí y lo tengo clarísimo -y espero que ocurra lo mismo con cualquiera de mis compañeros con quien voy a competir- es que coloquen un cartel bien grande en Casa de Gobierno que diga “acá se defiende el trabajo argentino”. Y que no haya ninguna medida de gobierno en ninguna provincia que no pase ese filtro. Es decir rechazar todo lo que atente contra la defensa del trabajo argentino. No puede haber ninguna medida, ni de tasa de interés, ni endeudamientos, ni acuerdos con el Fondo (FMI) -que hay que revisar el actual-, ni una medida monetaria, ni impositiva que atente o genere que haya más desempleos. Al contrario, cueste lo que cueste hay que defender el trabajo argentino.

Sobre otros proyectos que están armando alternativa dentro del peronismo como Sergio Massa, ¿tienen contacto?
Hablamos con gobernadores y Massa también habla con los gobernadores. No sé cómo terminará. Nosotros queremos que vengan todos. Si tiene que haber una interna que hagamos una interna lógica que debe ser entre dos. Ahora, para eso tienen que entrar todos; hoy parece difícil pero no imposible. Me fui del massismo porque no querían una interna donde entrara el kirchnerismo. Creo que una interna sin el kirchnerismo es directamente ir a caer en la derrota. Las elecciones deben ser entre el Peronismo y Cambiemos. Si se arma un tercer partido, es en contra del Peronismo, en contra del triunfo opositor; es un partido que le conviene a Macri. Por lo tanto, no creo en eso. Si hay que hacer renunciamientos, hay que hacerlo, pero hay que hacer una interna entre aquellos que estén mejores y no decirle que no a nadie. A nadie. Salvo a alguien que no coincida con que hay que defender el trabajo y la economía argentina.