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Estudiantes de ingeniería de Buenos Aires instalaron la luz en aldeas mbya

martes 15 de enero de 2019 | 6:00hs.
Los jóvenes en pleno trabajo de colocación y reparación de los paneles solares.
Un grupo de ingenieros y estudiantes de ingeniería de Buenos Aires realizó días atrás el tercer viaje a Misiones para facilitar el acceso a la luz artificial mediante la instalación de paneles solares a comunidades aborígenes del departamento de San Pedro.
En este último viaje, además de colocar equipos nuevos en tres aldeas, la necesidad planteada tuvo que ver con disponer de enchufes que permitan cargar los teléfonos celulares que resulta un medio de comunicación indispensable, considerando que las aldeas se encuentran a varios kilómetros de algún casco céntrico.
El trabajo resulta de suma importancia ya que comunidades guaraníes como Pasarela Pyaú, Guajaiby Poty y Curupaity cuentan a partir de esta iniciativa voluntaria con luz artificial que les permite realizar varias actividades durante la noche, entre ellas leer y escribir. En tanto, en la aldea Yaboty Mirí, que se encuentra a más de 50 kilómetros de San Pedro, en la Bisofera Yabotí, realizaron reparación de los equipos instalados en la visita anterior.
Sobre la actividad solidaria, Martín Viggiano, uno de los voluntarios, en diálogo con El Territorio, indicó: “Para nosotros es muy satisfactorio poder ampliar esta alternativa a distintas aldeas guaraníes que no cuentan con energía eléctrica, en tres comunidades hicimos instalaciones nuevas porque no tenían nada. Instalamos en esta oportunidad sistemas para enchufes y realizamos mantenimiento de los paneles, baterías nuevas para mayor autonomía y focos en Yaboty Mirí. Estas instalaciones permiten que tengan luz artificial y mejoren de cierta forma su calidad de vida que se extiende más allá de la caída del sol”.
La inquietud de disponer de interruptores con los que puedan cargar la batería de los teléfonos celulares se debe a que, debido a la distancia a la que se encuentran de las ciudades, poder realizar una llamada ante una emergencia es de gran utilidad. Hasta el momento recurrían al vecino más cercano donde deberían abonar más de 30 pesos y debían tener en cuenta la durabilidad de la carga, algo que terminaba siendo un gasto alto para los integrantes de las comunidades.
Todo el trabajo realizado por estas personas está basado en la solidaridad. Por un lado, la labor de los ingenieros y estudiantes y, por otra parte, la donación de elementos por parte de empresas, la biblioteca Palabras de Alma, privados y los alumnos, que en la mayoría forman parte de la Facultad de Ingeniería del Ejército Argentino, la Universidad de Belgrano y la Austral.
“Muchos de los que vamos son profesores y en sus materias dictan temas relacionados a energía solar, por lo que los alumnos deben realizar un proyecto a pequeña escala, por lo que después no les sirve, lo donan y lo llevamos a Misiones permitiendo suplir algunas de las tantas carencias de las comunidades”, señaló Viggiano.
El aporte es valorado y utilizado de forma correcta lo que queda reflejado en el buen cuidado de las distintas instalaciones eléctricas.
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