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Esperan pericias clave para saber cómo murió el gendarme

sábado 16 de junio de 2018 | 6:00hs.
La muerte del efectivo ocurrió el último 28 de mayo.
La muerte del efectivo ocurrió el último 28 de mayo.
El juez de Instrucción Dos, César Yaya, no descarta ninguna hipótesis en la investigación que trata de dilucidar las circunstancias de la muerte del subalférez de Gendarmería Pablo Torrilla Diel (27), ocurrida el pasado 28 de mayo en la costa del río, a unos 100 metros de la rotonda del acceso Sur en Garupá.
Como ya se adelantó en la víspera, diversas fuentes con acceso al expediente consignaron a El Territorio que las pericias que se están realizando actualmente fuera de la provincia serán clave para avanzar en la pesquisa.
Una es la prueba de absorción atómica que determinará quién o quiénes manipularon un arma de fuego esa mañana de la muerte; y la otra sobre el teléfono celular del efectivo, para reconstruir, entre otras cosas,  sus últimos movimientos .
La muerte de Torrilla Diel, que fue abanderado de su promoción, fue manejada desde un principio como un suicidio, pero sus familiares descreen de esta hipótesis. Su padre incluso, en diálogo con El Territorio, sostuvo que al joven lo habrían matado “miembros de la fuerza y el narco”.
El informe policial de la Comisaría Quinta llegó el martes al Juzgado y hasta ahora hay dos indicios que, de alguna manera, sostienen las dos hipótesis hasta el momento.
Por la del suicidio, según las fuentes judiciales aclararon que los peritos forenses no hallaron vestigios de violencia en el cuerpo del gendarme y tampoco en la vegetación circundante al lugar del hecho. Se entiende que si fue llevado por la fuerza a ese lugar debería quedar algún rastro en el cuerpo (golpes, moretones) y también rastros en la vegetación.
El otro elemento es una carta de despedida que el gendarme tendría en su celular.
En la línea investigativa del homicidio, dos gendarmes integrantes de la patrulla y el fallecido dieron positivo a la prueba de parafina, que detecta rastros de pólvora, indicio de la manipulación de armas de fuego. La cuestión es que este examen no es concluyente, porque la parafina puede dar positivo para otros elementos. De todos modos, es un indicio para la Justicia.
Lo que aparece como clave en la pesquisa es cuándo y dónde se escribió una nota que es interpretada como de despedida o de suicidio que apareció en el aparato. El dato sobre el cual quieren indagar es si fue escrita antes o después del fallecimiento. Además, se podrá saber si fue escrita de una vez, o en otros momentos.
Por lo pronto se supo que la esposa de Torrilla Diel, que además es perito criminal de la fuerza federal, designó a un abogado posadeño para que la represente en el expediente. El letrado, según pudo saber El Territorio, tuvo su primer contacto con el expediente en la víspera, aunque aún no tuvo acceso a una copia para analizarla de forma exhaustiva.
Hasta ahora, desde el entorno de Torrilla Diel se han tomado dos claras posturas. Los padres están convencidos de que lo mataron e insisten que tiene que ver con negocios turbios ligados al narcotráfico, mientras que su esposa prefiere esperar por los informes ya relatados y tener más pruebas en sus manos para lanzar una acusación.

La otra hipótesis
Según pudo indagar este medio, la mujer le suma una hipótesis a la del suicidio y homicidio: que lo hayan obligado a matarse, algo mucho más difícil de probar. En este sentido, el argumento que emerge es que Torrilla Diel no hubiera manchado a sus compañeros de patrulla al tomar la decisión de quitarse la vida, poniéndolos en el ojo de la tormenta.
Por otro lado, dicen que la nota en el celular es de unas pocas líneas y tiene errores ortográficos, algo en lo que el fallecido -aseguran- no incurría. Además sospechan de la trayectoria de la bala, argumentando que atravesó su cabeza en línea recta, lo que podría indicar que no empuñó el arma.
De todas formas, también se tiene en cuenta que los hombres que estaban a sus órdenes eran de su confianza dentro de la unidad que dirigía e incluso habían formado un grupo muy unido luego de un procedimiento en Candelaria en el que hubo disparos, incautación de droga y un detenido.

Lo que dice Gendarmería
Desde el Escuadrón 50 prefieren no hacer declaraciones públicas, entendiendo que dejando trabajar a la Justicia con tranquilidad le dará transparencia a la situación. Dicen que todos están dispuestos a colaborar con lo que se solicite, y dijeron que en cierto punto el dolor de la familia, más allá que no se compartan las acusaciones.
Las horas que corren serán determinantes  para saber fehacientemente qué pasó ese 28 de mayo pasado en la orilla del río Paraná. Si fue un suicidio, como se especuló desde un momento, un suicidio inducido  o un homicidio, como sospecha la familia del gendarme.