El PBI per cápita cayó 3.000 dólares durante el año pasado

domingo 24 de marzo de 2019 | 5:00hs.
 Debido a la recesión y a la devaluación, el año pasado los argentinos perdieron unos 3.000 dólares en promedio del Producto Bruto Interno (PBI) per cápita y se acercaron al mismo nivel que hace una década atrás.
A fines de 2018, el producto per cápita alcanzó los 11.645 de la divisa norteamericana, según calculó la consultora Econométrica.
Se trata de una caída de 4.600  dólares en un año al considerar el valor a fines de 2017 y a fines de 2018. Y muestra que la suba del dólar desde 18 a 43 pesos.
Para el 2019, se espera que siga bajando, a 10.057 dólares, si la actual crisis no se profundiza, al considerar una caída de 1,5 por ciento del PBI.
“Argentina está regularizando los precios, el cepo, las tarifas. Mientras se liberen los precios, se acerca a la realidad. Si bien se había salido del cepo, no se había salido del atraso cambiario, del que recién se salió con esta corrida o la devaluación del año pasado”, explicó  Ramiro Castiñeira, economista de Econométrica.
El PBI per cápita sube cuanto mayor sea el crecimiento de la economía y se atrase el dólar, analizó.
En tanto, disminuye si la población avanza más que el PBI o se devalúa la moneda.
Antes del colapso de la economía el año pasado, el PBI per cápita ascendía a 14.597 dólares en el 2017, lo que reflejaba el atraso cambiario, según el economista.
“Menos PBI per cápita significa ser más pobre”, al decir de Castiñeira.

Comparación
Según calculó el experto, el PBI per cápita está hoy en los mismos niveles que en 2008, en unos 9.203 dólares.
Significa que en una década se mantuvo la misma cantidad de bienes para distribuirse entre una población que creció un uno por ciento anual. “Durante el cepo, el PBI estaba inflado en dólares porque el peso estaba atrasado. Pero cuando Cambiemos salió del cepo, no salió del atraso cambiario, sino que se terminó financiando con deuda externa. Cuando se acaba la deuda externa, cae el PBI per cápita”, explicó el economista.
Mientras tanto, según  detalló, en la misma década el PBI per cápita creció un 30 por ciento en el mundo y un 40 por ciento entre los países emergentes.  
“Mientras en el mundo el PBI per cápita siguió creciendo, Argentina mantuvo el mismo nivel que antes de la crisis subprime. Se perdió el tren”, dijo.

Sin el FMI en dos años

El economista Sebastián Galiani, segundo de Nicolás Dujovne hasta agosto del año pasado, resaltó la reacción del Gobierno frente a los shocks del 2018 gracias a su inmediata búsqueda de financiamiento ante el FMI. Pronosticó que “puede que, en dos años más, la Argentina no requiera más del Fondo”. “El Gobierno reaccionó bien frente a los shocks externos porque inmediatamente fue al FMI y se aseguró el financiamiento, si no hoy tendríamos un problema mucho más grande”, evaluó. Hacia futuro Galiani, que en la actualidad se desempeña como profesor en la Universidad de Maryland, sugirió que “la Argentina probablemente tenga que cerrar un nuevo programa más chico y parte vaya al mercado o financiamiento externo y parte se refinancie con el FMI”.


“Va a ser un año de volatilidad constante”

Carlos Melconian, economista.
El economista Carlos Melconian dijo que “en un país que tiene cimbronazos, el dólar siempre es una moneda de protección y por eso vamos a convivir todo el año en un escenario de volatilidad”. Por lo que el plan económico está orientado a “quebrar la posibilidad de una espiralización y una crisis financiera”.
Para el ex titular del Banco Nación, “la Argentina es un país que se quedó en el mundo, con una economía estancada hace ocho años. Pensemos que si le va muy bien al próximo gobierno, creciendo 3,5% cada año, recién volveríamos a los niveles de crecimiento de 2011”, graficó.
“Siempre el dólar en un país que tiene cimbronazos es una moneda de protección ante cada estornudo”, reiteró y “más en medio de una elección y con un programa incontinuable después del 10 de diciembre”.
Melconian dijo que “hace semanas el plan Picapiedra fue reforzado al Picapiedra 2 y que este programa no busca reactivación ni estabilidad, es un paliativo”. Aunque justificó que el plan sea “básico” por la situación de emergencia en la que se encontraba la política económica cuando el Gobierno acudió al FMI: “Te estabas prendiendo fuego, el mundo no te daba crédito y te ibas camino al default. Ahí aparecieron los bomberos, con un monto de dinero inédito y entregado en tiempo inédito”.
Estimó además que en 2019 el escenario de “volatilidad” será “continuo”. por “el impacto de la política sobre la economía”.