El crimen de Horacelia cerrará la agenda de debates en diciembre

Todo indica que el 2020 será el año en que finalmente se ventilen en debate oral y público los hechos que terminaron con el cruento homicidio de Horacelia Génesis Marasca (16), joven asesinada y descuartizada en la chacra 150 de Posadas en 2015. 

Fuentes ligadas al proceso indicaron a El Territorio que el juicio quedó programado para fines de año y será el Tribunal Penal II el encargado de impartir Justicia. De esta forma, y todo transcurre en los carriles normales, después de cinco años Martín Monzón se sentará en el banquillo de los acusados.

Las fechas quedaron establecidas para el 9, 10, 11, 14, 15 y 16 de diciembre. La carátula es de homicidio agravado por la situación de convivencia y aún no se fijó la cantidad de testigos a citar. 

El proceso llegó a esta instancia luego de varios recursos y un pedido inédito. Si bien la instrucción se dio finalizada en apenas diez meses, diferentes recursos y el insistente pedido por parte de la defensa para que el acusado declare bajo los efectos del pentotal sódico, llamado “suero de la verdad” marcaron la demora. 

Como informó oportunamente este medio, se había fijado fecha para octubre del 2018 y luego elevó un recurso al Superior Tribunal de Justicia solicitando que Monzón algo que ya había sido rechazado en la instrucción y por el tribunal interviniente.

La estrategia de su defensa es tratar de comprobar que Horacelia fue quien lo atacó la noche del crimen y que el delito en el que incurrió fue un homicidio en exceso de la legítima defensa, para evitar la prisión perpetua. Sobre este punto, se señala que se violaron garantías procesales y muchos elementos solicitados no fueron atendidos.

El defensor Miguel Ángel Varela considera que nadie cree la coartada de Monzón y que mediante esta prueba se estaría “brindando prácticamente la única oportunidad más contundente de ‘desincriminación’”, según se desprende de una de las apelaciones a las que tuvo acceso este medio. 

El año pasado máximo el órgano provincial rechazó nuevamente la presentación hecha ante Casación y Varela presentó un recurso extraordinario federal que, requiriendo que se eleve el caso a la Corte Suprema de Justicia de la Nación. A la luz de las novedades, tampoco prosperó. 

Según reconstruyó, el 17 de agosto de 2015 Monzón se presentó en la Comisaría Séptima de Posadas para hacer una exposición expresando que la joven había abandonado la casa, dejándolo al cuidado del hijo de seis meses que tenían en común. .

Con el correr de los días, la madre de la muchacha, Norma Benítez, amplió la denuncia y señaló directamente al yerno, a quien también acusó por reiterados episodios de violencia de género.

Nueve días pasaron, en los cuales el desasosiego era generalizado, pero no había avances ni había certezas.

Tampoco, pese a las sospechas de los investigadores -que imaginaban que detrás de todo podrían haber un crimen-, había un cuerpo.

Con la lupa puesta en Monzón, el 26 de agosto la Policía intervino por sorpresa en el inmueble de la pareja en la chacra 150 de Villa Cabello y realizó una rápida requisa, en la cual hallaron prendas con sangre en un balde con lavandina. La Justicia entonces ordenó la detención del implicado y la custodia del inmueble hasta nuevas medidas de prueba.

Relato del horror

El luminol empezó a describir el baño de sangre ocurrido once días antes y el femicida terminó expulsando lo ocurrido. En una declaración que siempre fue cuestionada por la defensa porque no se hizo frente a un representante legal, el detenido se quebró en varios momentos y se atribuyó la autoría del brutal hecho.

Horacelia habría planteado su intención de ponerle fin a su relación y rehacer su vida con otra persona, lo que generó una fuerte discusión en la pareja que derivó en el sangriento final. La adolescente falleció de tres puntazos, el último en el corazón, que incluso dañó su columna vertebral.

En la noche de ese mismo jueves, con los datos certeros, los rastrillajes se intensificaron y en la casa había pruebas suficientes que confirmaban el atroz crimen, como los cuchillos utilizados.

De esta manera, en las últimas horas del viernes algunas bolsas fueron encontradas dentro de un túnel o alcantarilla que desemboca en el arroyo Mártires. 

Los envoltorios estaban a unos 80 metros de su desembocadura, por lo que se sospecha que el femicida ingresó por la boca de salida y recorrió agachado esa distancia bajo tierra hasta descartar los restos.

Monzón también señaló en las inmediaciones a las avenidas Costanera Oeste y Kolping otra alcantarilla donde fueron halladas más extremidades. Finalmente, entre López y Planes y Blas Parera se produjo el tercero de lo estremecedores descubrimientos. En total fueron cuatro bolsas con partes humanas en avanzado estado de descomposición.

Se cree que la quinta, que contenían las extremidades inferiores, se coló en una recolección de residuos y terminó en un basural.

En una ampliación de la declaración indagatoria, el imputado manifestó haber actuado en defensa propia y que después de la discusión sobrevinieron las agresiones físicas mutuas. Señaló que hubo un forcejeo que terminó cuando él la empujó hacia un banco de madera, pero inmediatamente ésta se levantó y buscó un cuchillo para atacarlo.

Monzón declaró que su pareja le tiró el primer puntazo que alcanzó a esquivar y allí se inició una lucha que culminó cuando, al doblar el brazo de la joven madre, ésta perdió fuerza y la hoja del cuchillo terminó clavada en su pecho.

La defensa señaló que nunca se hizo un careo entre el acusado y la madre de la víctima y un sereno que declaró haber tenido encuentros con la joven durante la semana previa al crimen. 

Tampoco -asegura- se tuvo en cuenta un informe del Juzgado de Familia Dos, donde la joven señaló que ella golpeaba a su pareja.

“Aquí lo que se está planteando en modo muy serio, es que la utilización del “Suero de la Verdad”, implica prácticamente la única chance del imputado de probar su inocencia, ante las concretas acusaciones y argumentaciones que surgen de la etapa de instrucción y el gravísimo riesgo de sufrir una prisión perpetua en caso de no entenderse por el Tribunal de Juicio que la muerte se produjo en una situación de legítima defensa, a raíz de un forcejeo con Horacelia, quien pretendía matar o lesionar gravemente a Monzón, con el cuchillo de mango blanco con el que lo atacó y que actualmente se encuentra secuestrado”, señala el recurso de cuarenta páginas al que tuvo acceso El Territorio.