Corpus Christi: en contra de las adicciones y “a favor de la vida”

domingo 23 de junio de 2019 | 1:00hs.
El valor de la vida desde la concepción, contra las adicciones y la pobreza fueron los ejes ayer.
El valor de la vida desde la concepción, contra las adicciones y la pobreza fueron los ejes ayer.
“Queremos pedir también en esta eucaristía por los jóvenes y adultos que son víctimas de tantísimas adicciones fomentadas en nuestro tiempo”, arrancó diciendo el obispo Juan Rubén Martínez en la homilía de ayer para enfocarse en el tema de las drogas.
Con motivo de celebrar el Corpus Christi y en medio de una marea celeste (color que se manifiesta “a favor de la vida” y en contra de la legalización del aborto), Martínez hizo una larga alocución en la que relacionó la eucaristía con la defensa de la vida, la solidaridad y la caridad.
Al tiempo de hablar sobre adicciones, resaltó: “El otro día un candidato a vicepresidente decía: ‘El mayor problema es el alcohol, no la droga’ y él decía: ‘Bueno, vamos a legalizar la droga’. Algo lamentable, defendemos la vida y nos duele tanto que adolescentes, niños, cada vez más jóvenes no sólo en la ciudad, también en el campo se van haciendo adictos a distintos tipos de drogas”.
Y rápidamente profundizó: “Con todo lo que implica, el daño que implica en la vida de estos jóvenes con consecuencias impredecibles”. En esa línea, reflexionó que la eucaristía “no es meramente un rito”, sino algo que implica que repliquemos ese acto de amor y caridad en nuestras conductas.
De la misma manera, en la celebración que tuvo su epicentro en el anfiteatro Manuel Antonio Ramírez, el obispo remarcó las otras dos peticiones centrales de la jornada: “Que se valorice la vida desde la misma concepción” y entendió que “un ateo inclusive tendría que manifestar esta valoración de la vida desde la concepción porque esto lo manifiesta la misma ciencia, la genética”. “¿Cómo puede ser que en nuestro tiempo que se habla tanto de derechos humanos, se niegue el derecho a la vida?”, cuestionó. Además hizo hincapié en la importancia de la solidaridad y la reflexión de las autoridades en cuanto a la pobreza. “¿Cómo puede ser que nos gastemos entre la coyuntura de la violencia, de las grietas, de las estrategias en tiempo electoral y silenciemos un tema tan fundamental como es la vida del 50% de los niños argentinos que viven en la pobreza, que están castigados en la desnutrición y que ya no están en igualdad de condiciones para poder estudiar, conseguir un trabajo, y quedan de costado?”, insistió.
Sin embargo finalmente puso el foco en la confianza de querer cambiar, de apostar a la caridad y replicarla en compromisos cotidianos.
“Creemos en el amor en este tiempo de tantas sombras y violencia, de las meras estrategias. Queremos decirle que sí a la vida.El amor eucarístico nos implica en nuestro corazón y nos convoca a que trabajemos por esto. Porque hay tantos que creen en esta opción de vida y amor, tenemos esperanza”, cerró.