Ataque en Eldorado: A Segovia le habría disparado su propio sobrino por accidente

domingo 30 de septiembre de 2018 | 8:55hs.
Ataque en Eldorado: A Segovia le habría disparado su propio sobrino por accidente
Ataque en Eldorado: A Segovia le habría disparado su propio sobrino por accidente
Por Carlos Manuel Cardozo
fojacero@elterritorio.com.ar

Las investigaciones por parte de las autoridades policiales y judiciales en relación al confuso ataque al joven Federico Manuel Segovia (20) dieron un giro totalmente impensado en la jornada de ayer, señalando como el autor de los disparos a uno de sus propios amigos, quien también es su sobrino. 

Todo habría sido un lamentable y evitable accidente en medio de una noche en la que la violencia fue subiendo de forma desmedida. Según detallaron fuentes consultadas, en las horas transcurridas el testimonio de los involucrados evidenció varias contradicciones, lo que habría llevado a los pesquisas a decir que “está todo muy confuso”. Y esa confusión tenía foco principalmente en los jóvenes que habían llevado malherido a Segovia al hospital.

Como informó este medio, Segovia fue ingresado antes de las 5 del viernes al Samic de Eldorado por Edgardo O. (20), Sebastián C. (18), Milton B. (19) y Facundo C. (20), quienes lo habían trasladado en una camioneta EcoSport propiedad del último joven mencionado, quien es su familiar y en horas de la mañana de ayer fue detenido, al igual que Edgardo O.

En esa primera instancia, el grupo relató que, luego de una serie de enfrentamientos con otros jóvenes durante la noche, fueron abordados por una motocicleta tipo cross en la que se movilizaban dos desconocidos que los interceptaron, a las 4.25 sobre la calle Vilcapugio, y ejecutaron entre tres y cuatro disparos, uno de los cuales impactó en Segovia. 
Sin embargo, nuevos testimonios y pruebas contundentes pusieron en jaque ese relato inicial. 

El arma, la clave
Es que cerca de las 4.30 de ayer un testigo de 25 años se presentó ante la Policía y entregó de forma voluntaria un arma plateada calibre 22, sin número de serie visible y con cargador a tambor con capacidad de ocho disparos que tenía tres vainas servidas. Todo indica que es el arma del ataque. Esta persona expresó que había recibido el arma por parte del sobrino de Segovia -Facundo C. (20) -, quien le solicitó que se la cuide.

Atando cabos y hablando con los protagonistas de los dos grupos de jóvenes enfrentados, los pesquisas llegaron a la conclusión de que los disparos no habían salido de los ocupantes de la motocicleta, sino que de la propia EcoSport en la que se movilizaba Segovia, más precisamente del lado del conductor. 

De allí surge que Facundo C., en realidad, le habría querido disparar a los ocupantes de la moto, pero el disparo dejó al borde de la muerte a su tío y amigo de salidas. En tal sentido, ahora toma otra relevancia el informe médico policial, que dictaminó que la víctima recibió un disparo en la “zona parieto occipital”, que se ubica en la parte trasera de la cabeza, sobre la nuca. 

Los efectivos seguían haciendo varios procedimientos y estaba en análisis la implicancia de los demás amigos de Segovia. Se busca determinar si alguno de ellos también manipuló el arma. Por otro lado, los dos demorados iniciales ya están en libertad.

En cuanto a la víctima, anoche seguía en terapia intensiva en grave estado. En horas del mediodía una comisión policial se acercó hasta el Madariaga y reportó que el joven se encuentra “con actividad cerebral y estable”, según el informe del personal médico de la Unidad Crítica.

Por otro lado, el viernes por la noche desde el  Juzgado de Instrucción Uno, a cargo de Roberto Saldaña, habían autorizado la ablación de los órganos del joven, en razón de un pedido que habría llegado desde el seno familiar de la víctima luego de que se diagnosticara muerte encefálica. Sin embargo en la mañana de ayer los familiares se manifestaron en contra de ello negando esa intención y dejando sin efecto la medida.  

Crónica del enfrentamiento
La madrugada del viernes que derivó en los disparos empezó su escalada de violencia después de las 2, en un maxikiosco ubicado sobre la avenida San Martín y la calle Saavedra del kilómetro 9 de la Capital del Trabajo. 
Según lo reconstruido por los efectivos locales, el primer demorado que tuvo el caso, Facundo A. -ahora en libertad- estaba en la vereda junto a una joven y fue increpado por Milton B. (19) y Sebastián C. (18). 

Allí se produjo una pelea y, luego de que el dueño del lugar los echara, los agresores se subieron al Gol Trend de Segovia y se fueron. Después de ello, Facundo se fue al Samic -trasladado en su camioneta VW Saveiro por un amigo- para que lo atiendan por el golpe. 

Al volver, sobre la avenida San Martín y la calle Gaona, Facundo y su amigo vieron el auto de Segovia y se detuvieron para tomarse venganza. El sujeto tomó una planchuela de hierro y dañó el Gol Trend, tras lo cual se fue nuevamente al kiosco con un tercer protagonista.  

Para ese entonces, Segovia, Milton B. (19) y Sebastián C. (18) andaban en la EcoSport conducida por el presunto tirador, Facundo C. (20), y Edgardo O. (20). El grupo habría pasado varias veces frente al local donde estaba el otro grupo “buscando pleito”. 

Ya cerca de las 4.15, Segovia y sus amigos dañaron el parabrisas y el capot de la VW Saveiro de Facundo con barrotes y un hacha, para luego huir en la Ecosport. El vehículo dañado estaba sobre la calle J.J. Paso.

Al notar los daños, Facundo y sus amigos salieron a tomarse venganza nuevamente. El muchacho se movilizaba en la Saveiro, mientras que dos amigos suyos en una motocicleta XR 125. 
Es así que cerca de las 4.25 se toparon con el coche de Segovia sobre la calle Vilcapugio y, mientras determinaban si realmente le pertenecía al joven en cuestión, se apareció la  EcoSport, que giró un U y los interceptó. 

De allí se bajó Segovia por una puerta trasera y en primera instancia esquivó un golpe con un trozo de madera propinado por los ocupantes del ciclomotor. 
Después, lo relatado: tres disparos hacia los ocupantes de la moto que no hicieron más que Segovia caiga desplomado en el piso.