“Así va a ser difícil ganar otra Copa”

Y un día Boca dejó de ser puntero en el fútbol argentino. Fueron 617 días los que estuvo en lo más alto de la tabla. Hasta que se topó ayer con Estudiantes (LP) en una fría tarde de Quilmes. El Pincha, el mismo que lo dejó sin tricampeonato hace 12 años, lo venció 2 a 0 por la segunda fecha de la Superliga con tantos de Fabián Noguera y Matías Pellegrini.
Tan duro se sintió el golpe que el lateral de Boca, Leonardo Jara, no tuvo empacho en hacer una fuerte autocrítica en declaraciones televisivas.
“Muy mal. Jugamos a lo que quería Estudiantes, al pelotazo. Y así se va a hacer muy difícil ganar de nuevo una copa”, disparó. Y agregó, en la misma sintonía: “Tenemos que jugar de local y de visitante de la misma manera. Y de tratar de salir jugando, que es lo que proponemos de local. La cancha no ayuda, pero hay que intentar un poco más”.
El primer tiempo del partido de ayer fue muy disputado y hubo más fricción que fútbol. La cosa no arrancó bien para Boca, que al minuto de juego casi pierde a Edwin Cardona, que pisó mal y se dobló el tobillo aunque pudo seguir, y antes de los cinco Carlos Izquierdoz, que a último momento fue elegido como titular por Paolo Goltz, tuvo que ser reemplazado por el ex Lanús y Huracán por una lesión muscular.
A los 10’ Emmanuel Mas tuvo la más clara en la segunda jugada de un tiro libre pero no pudo definir bien. Después hubo tiempo para la pierna fuerte. Abal debió haber expulsado a Juan Apaolaza -fue amonestado- por un planchazo sobre Nández y minutos más tarde le perdonó la vida a Goltz, que bajó con un topetazo a Fernando Zuqui.
El complemento arrancó mejor para Estudiantes que se puso en ventaja antes del cuarto de hora. Primero, Fabián Noguera obligó a una gran reacción de Esteban Andrada, que evitó el gol con un manotazo salvador. Pero de ese tiro de esquina, Lugüercio peinó en el primer palo y en el corazón del área chica apareció nuevamente Noguera para empujar la pelota a la red con un testazo.
Guillermo intentó con Ábila, pero la realidad es que Boca nunca llegó a comprometer el arco de Mariano Andújar en el complemento. Y a los 30’, de un pelotazo que pivoteó Apaolaza, Matías Pellegrini encaró en diagonal del centro hacia la izquierda para terminar definiendo con un zurdazo bajo que Andrada no pudo rechazar. En los minutos finales se despertó Boca con más ganas que ideas y pudo haber descontado en un par de aproximaciones que no pudo concretar.