2023-02-21

Sergio Kozac podría estar en Brasil o Paraguay

Un año sin Gabriela y Débora: “El asesino está rehaciendo su vida”

Familiares de las víctimas reclamarán en Iguazú mayor celeridad en la causa. Gabriela Agüero (39) y Débora Elizalde (24) fueron ultimadas a balazos por Sergio Kozac (33)

Se cumple un año del doble femicidio que conmovió a toda la localidad de San Antonio, del cual aún toda una familia y amigos esperan obtener justicia. Por eso, familiares y allegados marcharán hoy por el crimen cometido por Sergio Kozac, de 33 años, quien mató a balazos a Gabriela Agüero (39) y Débora Elizalde (24), madre e hija respectivamente, el pasado 21 de febrero en horas de la madrugada, cuando ambas descendieron de un automóvil, frente al domicilio de una familiar de las mujeres. El atacante era pareja de la menor de las víctimas.

La concentración se realizará desde las 10.30 en la plaza San Martín de la localidad de Iguazú y de allí se trasladarán hasta el Juzgado de Instrucción 3, a cargo de Martín Brites, magistrado que interviene en la causa. Participarán además de la convocatoria el grupo de Mujeres Autoconvocadas de Puerto Iguazú.

Mediante fuentes policiales, este matutino pudo constatar que desde ese momento el paradero de Kozac es desconocido, ya que luego del ataque mortal hacia las dos mujeres, se dio a la fuga en su camioneta Fiat Toro de color azul, vehículo que horas más tarde fue encontrado en un paraje a cinco kilómetros del centro de la localidad.

Hipótesis sobre el paradero

Desde la Policía de Misiones estiman distintas hipótesis sobre su ubicación. En un primer momento trascendió que el femicida habría cruzado hacia Brasil por algún paso clandestino.

Luego, se mencionó que el hombre podría haberse quitado la vida en una zona de montes cercana a alguno de sus domicilios, algo que nunca se pudo comprobar. También se estimó que habría cruzado ilegalmente hacia Paraguay.

Por lo tanto, la última suposición que prevalecieron y continúan vigentes hasta estas horas es que el asesino habría abandonado el país, sospechando que podría haber recibido ayuda de alguna persona de su confianza.

Por otra parte, fuentes oficiales manifestaron que sobre el sujeto recae una orden de captura internacional emitida por la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol).

La camioneta fue encontrada a 5 kilómetros del centro de la localidad.

Asimismo, el Ministerio de Gobierno de Misiones, solicitó información que permita la detención de Sergio Kozac y ofreció una recompensa de un millón de pesos a quien brinde información sobre su paradero.

Los investigadores se encuentran a la deriva porque aparentemente el hombre planeó su fuga y es por ello que extrajo una fuerte suma de dinero del banco horas antes del crimen.

En ese marco, los familiares no descansan y se mantienen exigiendo justicia y la pronta captura del hombre que quitó la vida de Débora Elizalde y Gabriela Agüero aquella madrugada del lunes 21 de febrero de 2022, para que las víctimas puedan descansar en paz.

“A pesar del tiempo que ya ha pasado, no tenemos ninguna noticia de cómo va la investigación, sinceramente creemos que acá las fuerzas de la Policía no siguen el caso a pesar del gran movimiento a nivel nacional e internacional que tuvo el femicidio”, manifestó a este medio Rafael, hijo y hermano de las víctimas, quien fue testigo del asesinato que cometió Kozac.

“Nos quedamos con lo que la Policía nos dijo los primeros días, ‘cuando se le acabe la plata seguro va a caer’, y así estamos. El sujeto seguro rehaciendo su vida en otra parte y nosotros acá intentando llevar el dolor, la angustia y la indignación de cómo siguió la investigación”, continuó.

En ese marco, Rafael siguió mencionando que creen que la Justicia puede hacer algo más y no esperar que el femicida se entregue por sí solo.

“La verdad que pensamos que la Policía espera que el asesino se entregue por sí solo. Los familiares, amigos, conocidos, gente que realmente quiere justicia creemos que dejaron todo como está y en el olvido”, indicó indignado.

“Nunca vimos allanamiento o controles policiales buscando indicios después del crimen. Incluso la misma Policía no actuó de forma profesional ese día. No corrieron detrás momentos después de los disparos. Sólo se quedaron cuidando los cuerpos y nada más”, recordó Rafael sobre aquel momento cuando las víctimas, ya fallecidas, se encontraban sobre la vereda de una calle empedrada, ambas tendidas boca arriba, con heridas en la zona dorsal y con manchas de sangre en sus prendas de vestir.

Asimismo, lamentó que al buscar respuesta nadie le da un indicio de alguna novedad sobre el caso.

“Ya va a ser un año de lo sucedido y te vas a buscar respuestas y te dicen en San Antonio que hay que fijarse con la gente que está llevando el caso en Iguazú; te vas a Iguazú y dicen no saber, que hay que ver con la gente en Posadas que está en investigación y así se pasan la pelota uno al otro”.

En esa línea, también habló Carmen Agüero, hermana y tía de las víctimas, quien señaló que “la verdad nos sentimos abandonados por la Justicia, no hay ni una novedad, te acercás a ellos y te preguntan si tenemos testigos o alguna pista y eso nos causa mucha resignación por tener una Justicia tan lenta. Da mucha impotencia, porque es un crimen y ni así se mueven”.

Por otro lado, mencionó que “Sergio es conocido por todo el pueblo por su negocio, pero no teníamos relación familiar. Él sólo pasaba a buscarle a Débora”, remarcó Carmen sobre la actitud distante que mantenía el sujeto quien, según la mujer, estuvo en relación por tres años con su sobrina.

Además, dijo que Débora iba a salir de vacaciones con Kozac hacía Brasil y que el viaje estaba planeado para una semana después del doble asesinato.

Por otra parte, los familiares de Gabriela y Débora también sospechan que los parientes del hombre son los que lo están ayudando económicamente. Presumen esta posibilidad, ya que la familia del sujeto siguió trabajando días después del delito en el local donde funciona un locutorio, propiedad del sospechoso.

Finalmente, los familiares de las víctimas del crimen expresaron que tienen sed de justicia y que lo que más desean es saber que al asesino que causó tanto dolor sea encerrado y juzgado como lo merece. 

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