Crimen del abogado en Irigoyen: "No tenía amenazas ni problemas de ningún tipo", aseguró su hermana
"Lo único que pedimos es que no se hablen mentiras. Mi hermano no tenía enemigos. Cualquiera que lo conoció lo quería muchísimo. Era un laburante y tiene que haber justicia".
Las palabras pertenecen a Agustina López, hermana del abogado Juan María López (50), oriundo de la ciudad de Chajarí, provincia de Entre Ríos, y asesinado a balazos por dos sicarios que lo atacaron en el corazón del barrio Santa Rita de la localidad de Bernardo de Irigoyen, pasado el mediodía de ayer.
Precisamente, ella junto a su cuñada y sobrinos (esposa e hijos de la víctima) llegaron en las últimas horas a Misiones para tomar contacto con los investigadores policiales y autoridades judiciales que tienen la tarea de esclarecer el crimen.
"No podemos asimilar tanto dolor", aseguró la joven en diálogo con El Territorio, y en ese contexto añadió que la víctima "era una excelente persona, querido por todos, generoso por demás. Un profesional apasionado por su trabajo. Buen hijo, hermano, esposo, padre. Mi gran orgullo en este mundo".
De acuerdo a lo que se pudo reconstruir en base a las fuentes consultadas, el ataque se produjo mientras López circulaba al mando de su camioneta Ford Ranger Límited en compañía de un abogado del fuero provincial hasta que una motocicleta con dos ocupantes se les cruzó en frente.
Fue en esa instancia que el sujeto que iba como acompañante en la moto extrajo el arma de fuego, y sin mediar palabras abrió fuego en varias oportunidades. Los datos recolectados por los investigadores señalan que en total se ejecutaron cinco disparos, de los cuales tres dieron en la víctima.
Luego de ello, los sicarios se dieron a la fuga sin robar nada y López llegó a ser trasladado en forma particular al hospital de Irigoyen, donde media hora después falleció.
Las fuentes añadieron que el otro letrado que iba de acompañante de López resultó ileso, aunque debió ser atendido por el shock que le generó la situación. Su relato será clave, afirmaron fuentes policiales.
Sobre los ejecutores, lo único que se sabe es que eran dos y se movilizaban en una Honda Titán 150 negra como el vehículo utilizado. Personal de todas las dependencias de la Unidad Regional XII trabajan en la búsqueda de mayores pistas aunque al momento sin resultados concluyentes.
De la camioneta los asesinos no se llevaron nada. Foto: URXII.
Otro elemento de interés encontrado dentro del vehículo fue una serie de recibos y remitos vinculados a la comercialización de vinos, lo cual daría la pauta de la última actividad realizada por el involucrado, de quien se cree se encargaba de traer cargas de esa bebida desde Buenos Aires y dejarlas en Bernardo de Irigoyen para que en esa instancia otros se encarguen del tráfico ilegal hacia Brasil.
En razón de esto y teniendo en cuenta la modalidad del crimen, los investigadores consideran un ajuste de cuentas vinculado a esta actividad como principal hipótesis, aunque todavía resta indagar muchos aspectos.