Tras la devaluación que comenzó a fines de abril, el sector automotor entró en crisis y empezó a sufrir la caída en ventas más fuerte de los últimos años.
Así, después de haber vivido un primer semestre récord, en el que no se daba abasto con la fabricación e importación, la realidad dio un vuelco inesperado.
“Está es una situación que la está viviendo toda la red comercial de todas las marcas. Hay una saturación de stock, en los concesionarios y seguramente también en las fábricas. Por otro lado las importadoras no están trayendo más unidades”, comentó Ramón Alcaraz, propietario de una concesionaria multimarcas.
Y agregó que “esta situación se ha ido incrementando en los últimos meses, porque las previsiones para la importación de automotores que se esperaba un récord de ventas de entre 950.000 y un millón de unidades, finalmente se está vendiendo al cerrar el año unas 650.000 unidades o menos. Esa es la diferencia que debe estar en poder de la red, de las fábricas o importadoras”.
El empresario local proyectó que la situación de paralización de operaciones demorará varios meses en ir mejorando. “Todas las marcas están ofreciendo bonificaciones en varios de sus modelos, pero aun así las ventas no están reaccionando. Para ver una reactivación creo que vamos a tener que esperar varios meses más”. 

Menos ventas en 2019
En este escenario, la cantidad de stock de fábricas y concesionarios supera las 200.000 unidades, modelos que tendrán que ser comercializados en 2019, año que se calcula podría llegar a menos de 600.000 patentamientos.
En noviembre, los patentamientos de 0km cayeron 45%, mientras que en lo que va de diciembre, muestran una baja del orden del 37 por ciento.
Según estiman en el sector, entre los fabricantes, las concesionarias y los importadores, hay unas 240.000 unidades a la espera de compradores, según Ámbito Financiero.
Pero la situación es aún peor ya que este número surge de los autos producidos o nacionalizados. No tiene en cuenta los que están en los depósitos fiscales portuarios para ser ingresados al país previo el pago de impuestos. Fuentes empresariales revelaron al diario capitalino que en esa situación podría haber unos 20.000 0km como piso. Así, el número global rondaría los 260.000 vehículos.
En meses buenos de ventas -unas 70.000 unidades promedio- ese volumen representaría un stock de cuatro meses, pero teniendo en cuenta el nivel actual de actividad, la situación empeora. Para 2019, las empresas del sector estiman que el mercado se ubicará por debajo de 600.000 unidades.
Los más optimistas creen que se puede superar (son los que imaginan un segundo semestre en crecimiento), pero hay estimaciones más pesimistas que calculan incluso que se puede acercar a 500.000, sobre la base de la proyección de los últimos tres meses. 

La actividad económica cayó 3,5% y confirmó la recesión 

La actividad económica cayó un 3,5 por ciento en el tercer trimestre de 2018 y acumula un derrumbe de 1,4 por ciento en lo que va del año. Respecto a los tres meses anteriores, la baja fue de 0,7 por ciento. Así lo informó ayer el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), en base a los datos del Informe de Avance del nivel de Actividad.
De esta manera, se constató el segundo trimestre consecutivo de caída en la economía (confirmando técnicamente la recesión). En el período anterior también un derrumbe, en este caso más grave, porque había llegado al 4%. En ese período se revirtió la tendencia positiva del primer trimestre, cuando la economía argentina había mostrado una suba del 3,9%.
Según la información del Indec, el segundo trimestre fue el más agudo en cuanto al nivel de recesión, porque además de la caída interanual del 4% se le agrega el derrumbe del 4,1% con relación al primer trimestre de este año.
El rubro que registró mayor retracción fue el comercio mayorista y minorista, con un derrumbe del 8,9%, seguido de la industria con un descenso interanual del 6,6%.
El sector primario como agricultura y ganadería bajaron un 5,2% en su nivel de actividad, la explotación de minas y canteras descendió 0,1 y la construcción 0,8%. El sector de hoteles y restaurantes disminuyó 3,5%, el transporte, las comunicaciones y almacenamiento 3,8%.
Según analistas en los próximos datos que se conozcan se empezará a sentir el impacto de la suba del dólar y de la tasa de interés de fines de septiembre.  Así el economista Gabriel Caamaño Gómez apuntó que “septiembre dejó un arrastre muy malo y los datos de octubre que se conocieron hasta ahora son malos, por lo tanto está bastante jugada la suerte contra el trimestre anterior”.
Por el contrario, la actividad de intermediación financiera observó un crecimiento de un 5,1% y las actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler experimentó una suba de 1,1%.
La inversión bruta tuvo una caída del 11,2%, con baja del 1,5% en el sector de construcciones, 13,3% en maquinaria y equipo, pero el derrumbe muy fuerte en la formación de capital fue en transporte, con una retracción del 36%.