2009-12-24

La jueza de los insultos racistas fue destituida de su cargo

 

 

“Se piró”

“Se piró”. Con esta frase justificó la jueza Susana Beatriz Parada la reacción de su colega Rosa Elsa Parrilli, mientras la defensa culpó a los medios de comunicación por “magnificar el caso”, y consideró que no se trató más que de una falta de decoro, que sólo merecía una sanción administrativa. La pericia psiquiátrica oficial atribuyó “a la personalidad y, tal vez, a un estado de depresión previa” la actuación de Parrilli. La jueza se reconoció como “cabrona” y los peritos advirtieron que presenta una “hostilidad encubierta”. También declararon las damnificadas, que aseguraron que al momento del enfrentamiento con la jueza temieron por su trabajo o por la posibilidad de ir presas.  Andrés Mega, psiquiatra que atendió a Parrilli, contó que la jueza “se automedicaba con un antidepresivo en forma anárquica” y que la agresión fue “un episodio de inconciencia temporaria que no se repetirá” si continúa con el tratamiento.

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