2005-04-11

“El contrabando no es delito para quienes viven en la frontera”

El antropólogo Roberto Abínzano, de la Universidad Nacional de Misiones, en un estudio a fondo de la vida en el punto donde confluyen la Argentina, el Brasil y el Paraguay. El tráfico hormiga, el terrorismo y las interacciones sociales bajo la presión de los Estados Unidos, en el análisis.
“El contrabando en nuestra cultura no es delito. Hay mucha gente que vive del contrabando ‘hormiga’ y no sabe o no acepta que es delito”. Éstas son palabras textuales del antropólogo Roberto Carlos Abínzano, quien desde hace años investiga la Triple Frontera.
El estudioso es miembro del Departamento de Investigaciones de la Universidad Nacional de Misiones y hace más de un cuarto de siglo analiza las sociedades y las relaciones de éstas con los límites fronterizos.
Una de sus últimas publicaciones, se llama “Cuadernos de Frontera”, la que forma parte del proyecto “Hacer nuestra la Integración”. Son tres tomos en donde describe tanto el proceso de investigación como de formación de las “Regiones de Fronteras en Misiones”.
Hace cinco años, comentó, tomó el desafío de estudiar la región de la Triple Frontera, conformada por  las ciudades de Puerto Iguazú (Argentina), Ciudad del Este (Paraguay) y Foz Do Iguazú (Brasil).
Para conocer la problemática de tan complejo punto tripartito, Abínzano se entrevistó con integrantes de pequeños sindicatos rurales locales y con filiales de grandes organizaciones gremiales de alcance nacional e internacional; asimismo se contactó con grupos de ecologistas y conservacionistas y también con representantes aborígenes.
Sin olvidar a los grupos de apoyo: organizaciones no gubernamentales, universidades, investigadores o técnicos independientes, cooperativas, entre otros. Incluso militantes de partidos políticos regionales o nacionales.

La integración del Mercosur
En su trabajo, sostiene que “en cada uno de nuestros países, se generaron estereotipos destinados a impedir las alianzas regionales que pudieran crear polos de poder alternativo”.
Como ejemplo, recordó cuando “la Cancillería de Estados Unidos expresó oficialmente en el Congreso de ese país, su ‘preocupación’ por la conformación del Mercosur, manifestando que esta alianza no favorece sus intereses”.
Mencionó también que “otra ofensiva a la integración se refiere a la concepción del Mercosur como un peldaño o etapa hacia la creación del mercado americano bajo la tutela de Estados Unidos”.
“La asimilación es el proceso por el cual una identidad se transforma hasta convertirse en otra que tiene como modelo. Puede ser voluntaria o forzosa.
En cambio, integrarse es pasar a formar parte de una organización, sistema, estructura o ente mayor y múltiple sin perder la propia identidad”, explicó.

El estudio in situ
Sobre el tomo “Procesos transfronterizos complejos”, dijo que “allí trato sobre todo sobre los movimientos sociopolíticos, de algunas etnias, como la musulmana que desde el atentado a las Torres Gemelas de New York está bajo sospecha. Todo, porque supuestamente los estadounidenses sospechaban que en ese lugar (por la Triple Frontera) había una red de narcotráfico, cuyas sumas de dinero eran utilizadas para financiar el terrorismo internacional”.  “En ese lugar, si bien hay comunidades de Medio Oriente, no tienen mucha relación con las redes terroristas”, opinó.
“Para el análisis de las interacciones de frontera, también revisamos las políticas públicas aplicadas para esta interacción. Por ejemplo, que existe un bajo control en las zonas de comercialización y el contrabando hormiga es algo común”.
“Es una zona de actividad económica extraordinaria”, explicó el antrolpólogo. “Hay puntos clave del comercio, como el puerto de Paranaguá, Brasil, donde la mercadería pasa en contenedores que no son revisados y se abren recién en territorio paraguayo”, ejemplificó.
Con respecto a Ciudad del Este, Paraguay, dijo que “es la segunda ciudad de América en relación a su plaza comercial. Mueve unos 10 mil millones de dólares por año. Además del flujo importaciones y exportaciones, legales e ilegales”.

Contra amenazas externas
Abínzano explicó que también se entrevistó con movimientos sociales y políticos. “Uno de ellos es muy particular, porque surgió ante el ‘ataque mediático’ de EE. UU. para este sector clave en América Latina. El nuevo movimiento llamado ‘Pasen la Frontera’, surgió en la Triple Frontera para cambiar la imagen negativa creada por los regímenes imperialistas, que quieren tener motivos para justificar una futura ocupación militar del sector. Es parte del proceso de integración”, detalló.
“Se denomina brasiguayos a unas 300 mil personas que  emigraron cuando empezó la construcción de la represa hidroeléctrica de Itaipú. Hoy están asentados en tierras paraguayas, y sus hijos nacieron en el Paraguay, crecieron y van a la escuela; pero siguen conservando sus costumbres y piensan que en algún momento volverán al Brasil”, dijo Abínzano.
Comentó que en el Paraguay, “están también los terratenientes sojeros de Brasil, dentro de la expansión de la soja transgénica, que compraron enormes cantidades de tierras y que producen reacción por parte de los paraguayos y de los mismos brasiguayos”.

Coincidencias y disidencias
“En la región de frontera se destaca una conciencia de solidaridad internacional frente a problemas similares”, detalló el investigador.
Aseguró que “en todas las propuestas de tipo económico existe un rechazo manifiesto al modelo económico neoliberal o neoconservador”.
Aclaró que también “coinciden en la preocupación por la defensa del medio ambiente y la necesidad de desarrollar técnicas alternativas, redes de agricultura orgánica, centros de demostración, y la recuperación y revitalización de conocimientos tradicionales”.
Abínzano mencionó que “las asimetrías económicas constituyen un obstáculo innegable, ya que la posibilidad de obtener buenos precios ‘del otro lado’ genera un estado de ánimo negativo en el sector comercial y en el mercado de trabajo ligado a éste”.
Por último, el investigador remarcó que el “Brasil ha prestado a sus poderes locales una importancia comparativamente muy superior a la que le otorgaron sus vecinos” del Mercosur.



Abínzano nació en Buenos Aires. Estudió la Licenciatura en Ciencias Antropológicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
El doctorado lo realizó en la Universidad de Sevilla, España, en el Departamento de Antropología y Etnología de América.
En 1978 llegó a Misiones para ejercer como profesor titular e investigador de la UNAM.
Entre 1986 fue electo decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales. Se desempeñó en ese cargo hasta 1990. Luego pasó a ser el director del Centro Estudios para la Integración Latinoamericana (CEPIL) por cuatro años. Hoy es investigador de Primera Categoría, docente de post Grado, Maestría y Doctorado.
Además, integra la comisión Regional Centro-Este de Categorización de Investigadores.Publicó artículos y libros en Varsovia, España y Brasil.



* “Mercosur un modelo de integración: crítica y compendio documental”. Editorial Universitaria. 
* “Esquirlas y Perdigones”. Libro de cuentos.
*  Tres tomos de “Hacer nuestra la Integración”: “Antropología de los procesos transfronterizos: conocer y actuar en la región de fronteras”; “El frente extractivista: una formación socioeconómica y espacial transfronteriza”; “Procesos transfronterizos complejos: el caso de la triple frontera. Movimientos Sociales y colectivos 'bajo sospecha', políticas públicas y de control”.
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