Un pedido desde el dolor
sábado 10 de noviembre de 2018 | 5:00hs.
Por María Marta Fierro mfierro@elterritorio.com.ar
La jornada resultó durísima para la familia de la víctima. Tras el debate oral y la sentencia, los tres hijos de la víctima acompañaron a su mamá y viuda de Andersson. Y depositaron flores en la tumba de su padre. Revivir el dolor, estar a metros de la persona que con su irresponsabilidad al volante le arrebató la vida del padre y esposo fueron pruebas difíciles.
Si bien los cinco años de condena que recibió Barboza no les devolverán a su padre, a los hijos les reconforta saber que Barboza recibió la pena máxima. Ya al día siguiente, con la sentencia dictada, la decisión era pasar la página. Intentar encontrar la paz. Quienes se especializan en acompañar a otros en el camino del dolor aseguran que hay una etapa en todo duelo en la que intentar encontrarle un sentido a lo que ocurrió ayuda a cerrar heridas. Marisel Andersson, hija de la víctima, está convencida de que nada mitigará su dolor. Nada le devolverá a su padre. Pero si alguna reflexión puede sacar de ese dolor infinito es un pedido a toda la comunidad: “Si tomás, no manejes”.
Y lo dice con el corazón desgarrado. Desde la certeza de que la imprudencia al volante, cuando arranca una vida no solo se lleva a una persona de este mundo para siempre, sino que destruye a toda una familia. Eso sienten los Andersson, pero no sólo ellos. La lista de familias misioneras que lloran pérdidas irreparables que son el resultado de conductas temerarias al volante crece inexorablemente. Sólo por citar un caso, esta semana marcharon por las calles de Eldorado los familiares de Javier López, el joven que murió en el acto arrollado por un vehículo fuera de control que además de terminar con su vida atropelló e hirió de gravedad a otras dos personas. La marcha tuvo como finalidad pedir que el conductor del vehículo no sea excarcelado y el cambio de carátula de la causa que investiga el siniestro. Y además son parte de un grupo de familiares de víctimas que piden modificaciones al Código Procesal Penal. Los ojos de todos ellos siguen la resolución de procesos judiciales como el de Barboza. Mientras crece el pedido de penas más duras ante la imprudencia al volante.