Sepultó a su hijo asesinado en Santa Ana y falleció de un infarto
martes 27 de agosto de 2019 | 6:00hs.
Sepultó a su hijo asesinado en Santa Ana y falleció de un infarto
El asesinato del adolescente Víctor Fernando Márquez Dos Santos
(16) en la localidad de Santa Ana sigue destrozando a su familia.
Es que pocas horas después de despedir los restos del muchacho, se
produjo el deceso de su padre, Eriberto Márquez (66), producto de una
insuficiencia cardíaca. Su corazón no soportó tanta angustia y murió en
el hospital donde estaba internado después de una repentina
descompensación que sufrió posterior al crimen.
Lo último que pidió fue justicia para su hijo, lo que hasta ahora
parece lejano porque en el plano investigativo todo sigue como al
principio. El único sospechoso que quedaba detenido, Juan P. (18),
recuperó la libertad por insuficiencia probatoria y ante ese panorama
aún hay más misterios que certezas.
En la jornada de ayer, los restos de Eriberto fueron despedidos en
medio de escenas de dolor y desazón. El Territorio estuvo en el lugar y
dialogó con algunos de los presentes. En ese marco, se confirmó que
realizarán una marcha para pedir justicia hoy desde las 20 en la plaza
central de la localidad.
“Nosotros vamos a hacer una marcha para pedir justicia por este
chico que fue ejecutado de un balazo. Nosotros creemos que tiene que
aparecer un culpable, que sea juzgado como corresponde y que esto no
quede impune”, fueron las primeras palabras que lanzó Juan José Isaack
al hablar con este matutino en la jornada de ayer.
El hombre, que es familiar de las víctimas y reside a pocas cuadras
de la escena del crimen, agregó que “Santa Ana es un pueblo chiquito y
creo que ya debería estar preso el culpable. Tienen tiempo suficiente y
nosotros nos conocemos entre todos acá. Todo ocurrió a tres cuadras de
mi casa y yo escuché tres tiros, pero imaginé que por ahí era un
procedimiento de la Policía o de la Prefectura, nunca pensé que pudo
haber sido esto”.
Y luego añadió un dato que hasta ahora no se conocía y que, de
confirmarse, podría ser un testimonio de importancia. “Yo me enteré de
lo que pasó después, a las 10 de la mañana recién. Me dicen que había un
muerto con un tiro en la cabeza. Un remisero dice que vio el cuerpo y
también dijo que había una moto al lado, pero cuando la Policía fue la
moto ya no estaba. Eso llama mucho la atención. Incluso él pensó que el
chico se murió por caerse de la moto”.
Isaack también recordó de la mejor manera a Víctor y describió la
unida relación que mantenía con su padre. “El chiquito era sano, no
fumaba, no tomaba. Cuando él tenía 6 meses su madre se fue y ahí lo crió
el padre con las hermanitas. Él nunca salió de la casa, sólo lo hacía
para ir al colegio. El padre tenía parkinson y él le atendía, le
cocinaba, le cuidaba”.
Por ello, insistió en la intención de realizar una marcha.
“Nosotros vamos a reclamar para que esto no quede impune. Se nos hace
que si no reclamamos justicia por este chico, esto va a quedar así como
está ahora: sin detenidos, ni nada. Nos vamos a organizar después de
esto”, indicó haciendo referencia al últimos adiós a don Eriberto.
Las sospechas
Las sospechas
Y en medio del dolor y los deseos de justicia, la familia de ambos
fallecidos tiene sospechas de algo oscuro detrás y por eso también
consideran que es necesaria la intervención de alguna fuerza federal en
la pesquisa.
Es que, según comentaron, en ellos despierta sospechas el calibre
de la pistola con la que asesinaron al menor de un balazo en la cabeza,
que es 9 milímetros y se condice con las utilizadas por las fuerzas de
seguridad.
Entonces, ante la carencia de elementos no se alejan de la idea de
que el asesino pudo haber sido alguna persona relacionada a ellas. “No
entiendo qué están buscando si el proyectil que impactó en la cabeza de
Víctor es de una pistola 9 milímetros. Es un arma que no se puede
comprar en cualquier esquina, nadie anda con ese tipo de armas más que
las fuerzas de seguridad”, dijo al respecto Enrique Recalde, cuñado del
adolescente.
En ese plano aseguró que “en esta situación, como estamos,
directamente no confiamos en la investigación por eso nos estamos
movilizando nosotros para buscar la manera de que esto se resuelva”.
Y añadió que “es injusto que hayan matado a dos personas; a un hijo
con un disparo, cruelmente y al padre por el dolor de tener a su hijo
en un cajón de madera”.
“No nos cierra ese punto. Por qué las autoridades no nos dan
respuestas. Están dando vueltas sin decirnos nada, esperando que vayamos
a cada rato hasta la comisaría para preguntar. Nos estamos volviendo
locos ante tanta pasividad por eso pedimos que intervenga una fuerza
federal para que se investigue a fondo en qué circunstancias asesinaron a
mi cuñado”, acotó Recalde en relación a este punto del caso.
Supuestas amenazas del ex de su novia
Un dato que tomó relevancia a primeras
horas del día fue una serie de amenazas que Víctor habría recibido de
parte de la ex pareja de la chica con la que estaba saliendo
actualmente. De acuerdo a lo que recordó su cuñado Enrique “el jueves me
contó que tuvo problemas con el ex novio de esa chica. Él (por Víctor)
es grande, robusto, y de acuerdo a lo que me manifestó el otro le quiso
apurar por tema de celos pero se paró, lo enfrentó y el otro terminó
arrugando”. Según su relato “mi cuñado le dijo ‘si no molesto a nadie,
voy a pelear con vos o cualquiera’ y el ex novio respondió ‘si no te
pego te voy a dar un tiro’, según sus propios dichos”.“Todo se comunicó a
la Policía y supongo que por ese lado van a tener que avanzar también”,
expresó el hombre. Sin embargo, fuentes consultadas indicaron que esta
hipótesis también fue perdiendo fuerza con el correr de las horas.
Un asesinato que desvela a todos en Santa Ana
El asesinato de Víctor Márquez Dos Santos (16) fue descubierto el
sábado a la mañana, cuando su cuerpo sin vida fue hallado sobre una
calle terrada frente a la Escuela de Comercio 10 de Santa Ana.
Tal como viene publicando este matutino, la hipótesis que siguen
los pesquisas involucrados tiene que ver con una trama relacionada al
narcomenudeo aunque hasta el momento no existiría evidencia suficiente
como para confirmarla.
La teoría cobró fuerza a partir de una serie de datos relacionados a
la manera en que el adolescente recibió el disparo e incluso, en base a
eso se especuló que fue llevado engañado a ese sitio oscuro y
despoblado donde lo mataron.
El balazo dejó un orificio de entrada en el ojo derecho y de salida
en la región parietal izquierda del cráneo, con la consecuente pérdida
de masa encefálica.
En ese punto, la autopsia practicada aportó que el cuerpo no tenía
otro tipo de lesiones ni marcas de arrastre que demuestren que se
defendió. Eso indicaría -según los investigadores- que llegó confiado al
punto donde lo mataron y, más allá de eso, por la posición en la que
estaba el cuerpo se deduce que recibió el disparo estando de rodillas.
Un dato importante que alimenta esa teoría es que el lugar donde se
concretó el crimen, sobre la calle Vicente Rinaldi -a media cuadra de
la avenida San Martín- es considerado por los pobladores como “la triple
frontera” de Santa Ana, por el supuesto nivel de peligrosidad que
manifiestan las bandas que dominan la zona.
“En esa esquina se hacen tranzas, los negocios criminales del
pueblo se concretan ahí y las autoridades saben perfectamente eso”,
aseguró un poblador cuya identidad se reserva.
En contrapartida, los integrantes de la familia Márquez Dos Santos
además de algunos compañeros de colegio e incluso docentes de Víctor lo
alejaron de esa posible trama afirmando que “era un muchacho bueno,
estudiaba, iba a la iglesia y rapeaba en nombre de Jesús. No era de
salir. Era disciplinado y gozaba de un buen concepto. Es imposible que
se haya relacionado con eso, por eso creemos tiene que haber otro
trasfondo atrás de este caso y lo vamos a descubrir aunque tengamos que
salir a cortar la ruta. Hay demasiadas especulaciones pero ninguna
certeza”, advirtió Enrique Recalde.
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