Se diagnosticaron 50 niños con cáncer el último año en Misiones

sábado 16 de febrero de 2019 | 5:00hs.
Se diagnosticaron 50 niños con cáncer el último año en Misiones
Se diagnosticaron 50 niños con cáncer el último año en Misiones
Victoria Bergunker

Por Victoria Bergunker interior@elterritorio.com.ar

En 2018 fueron diagnosticados 50 niños con cáncer, cifra que se mantiene estable desde el año 2000, cuando se creó un registro de enfermedades oncológicas en pediatría para mejorar los tratamientos y el acceso de la población a nivel nacional.
El cáncer más común es la leucemia, después le siguen los tumores del sistema nervioso central y los linfomas.
En este contexto, ayer se conmemoró el Día Internacional del Cáncer Infantil, que tiene como objetivo sensibilizar y concientizar sobre la importancia de los desafíos a los que se enfrentan los niños y adolescentes y sus familias.
El acto se llevó a cabo en el gimnasio del colegio San Basilio Magno con la participación de profesionales de la salud, pacientes y familiares, y se realizaron diferentes actividades recreativas.
La jefa del Servicio de Oncología del Hospital Pediátrico Fernando Barreyro, Silvana Alderete, especificó a El Territorio: “Generalmente los tumores se manifiestan a partir de los cuatro y cinco años hasta los diez, pero eso no quita que tengamos bastante casos en menores de un año y adolescentes. Cada patología se relaciona con una edad de aparición”.
Además resaltó que entre el 70 y el 80 por ciento de estos pacientes tienen curación y para ello es primordial la detección precoz y un tratamiento oportuno.
En este sentido, explicó que hay ciertos indicios a los que los padres deben prestar atención, que podrían ser señales de un posible cáncer: “Síntomas febriles durante más de diez días, la aparición de moretones o hematomas espontáneos sin un golpe previo, vómitos y dolores de cabeza cuando se levantan que se van intensificando con los días, y aparición de algún bulto en las extremidades o el abdomen”. Además resaltó la importancia de realizar controles con el pediatra de cabecera. 

Amor y superación
Alma Pipino tiene 4 años y cuando tenía 1 año y 10 meses fue diagnosticada en el Hospital Pediátrico de Posadas con el tumor de Wilms bilateral, es decir, que tenía sus dos riñones afectados. Es un caso atípico, de hecho el hospital Garrahan atendió sólo dos, y uno de ellos es el de Alma.
Daniela Pelinski, la mamá, dialogó con este medio sobre su historia. “Le diagnosticaron la enfermedad en julio del 2016 y en ese momento yo estaba embarazada de mi hijo menor así que fue muy difícil. Para septiembre le hicieron una cirugía en la que perdió el riñón izquierdo, continuó con quimioterapia y el 8 de febrero del 2017 nos derivaron al Garrahan porque la situación de Alma ya superaba lo que se podía tratar acá”, recordó. 
Sin embargo, allá notaron que su único riñón en aquel momento estaba afectado hasta la mitad y debía ser sometida nuevamente a una intervención quirúrgica muy compleja, en la que terminó perdiendo medio riñón. Después de eso continuó con quimioterapia, en total fueron 56 dosis hasta lograr sanarse. Para alegría de todo el núcleo familiar y los médicos, hoy Alma goza de buena salud y está libre de todo tratamiento, aunque debe realizarse controles cada seis meses en Buenos Aires y cada tres meses en Posadas.
“Hoy nos escriben muchos padres que están pasando por esa situación y les da esperanza. Mi mensaje para los padres es aceptar que hay una cura, que con un diagnóstico precoz y un tratamiento correcto el cáncer se puede superar y Alma es una muestra de que es así”, expresó.
“El objetivo ahora es que pueda insertarse como un niño normal y que las secuelas que le deje la enfermedad en su vida sean las menos posibles. Hoy hace una vida normal, va a comenzar el jardín este año y para nosotros es un momento muy importante, es un logro que ella hoy esté y esté bien”, finalizó su mamá emocionada.

Perdió a su hija y hoy ayuda a otros

Noelia Domínguez perdió a su hija Luna de 1 año y 7 meses el 9 de octubre de 2017. La pequeña había sido diagnosticada a los nueve meses con un tumor cerebral denominado Teratoide Rabdoide, muy agresivo para su edad.
El diagnóstico se lo hicieron en el Hospital Pediátrico de Posadas, aunque su primera operación fue realizada en Buenos Aires, en el hospital Gutiérrez. “Después seguimos el tratamiento acá, porque tengo otros dos chicos y soy sola con ellos”, comentó Noelia.
La niña fue sometida a diez meses de quimioterapia. A pesar de haber hecho todo lo que estaba a su alcance, Noelia sabía que la expectativa de vida de su hija era de tres años como máximo. “En ese momento el médico me dijo que le quedaban entre dos semanas y un mes, pero por alguna razón -que una como mamá intuye- yo tomé dos semanas, y fue el tiempo que duró. Mi hija se fue con mucha paz”, recordó.
En el velatorio, un hombre se acercó y le dijo que Luna venía a darles un mensaje, que al tiempo fue muy claro en la mente de su madre: tenía un misión solidaria con el mundo. Hoy en día, casi un año y medio después de la dolorosa partida, Noelia lleva adelante un trabajo solidario junto con sus hijos, juntado ropa, zapatos y juguetes para pacientes oncológicos y niños en situación de vulnerabilidad. “Yo siento que ese fue el mensaje de mi hija. Vino a mostrarnos una realidad que no conocíamos para ayudar a otros”.
Además confesó que recibe mensajes de Luna a diario que la impulsan a seguir adelante y llevar a cabo con felicidad dicha labor. “Dicen que en la vida hay que plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro, a mi solo me falta lo último y quiero escribir un libro sobre mi hija”, finalizó.