Pasaje a Lisboa

domingo 09 de agosto de 2020 | 6:00hs.
Con 13 tantos, el polaco Lewandowski es el goleador de esta Champions.
Con 13 tantos, el polaco Lewandowski es el goleador de esta Champions.
Lionel Messi, autor de un tanto, lideró ayer la victoria de Barcelona sobre Napoli por 3-1 como local (4-2 en el global) en el partido de vuelta de octavos de final de la Liga de Campeones de Europa, que se jugó sin público en el Camp Nou, cinco meses después de la ida por la pandemia.

El argentino marcó el segundo gol de su equipo a los 21’ del primer tiempo y le anularon mal otro a los 33’ por una supuesta mano cobrada a instancias del VAR, que también fue decisivo para sancionar el penal que el uruguayo Luis Suárez transformó en el tercero tras una falta del senegalés Kalidou Koulibaly al argentino.

El defensor francés Clément Lenglet anotó la apertura del marcador y el italiano Lorenzo Insigne, de penal, descontó en la visita.

Con esta victoria, Barcelona se metió en el Súper 8 de Lisboa, en el que chocará el próximo viernes, a las 16, con Bayern Munich en un duelo de candidatos al título.

Messi mostró su mejor versión desde el retorno de la actividad, con su talento habitual, más allá de una velocidad menor a los años previos, y eficacia a la hora de explotar las ocasiones que se le presentaron.

Barcelona cambió su esquema inicial, con Antoine Griezmann como tercer delantero junto con Suárez y Messi, a lo que se plegó Jordi Alba con sus subidas constantes por izquierdas o las pasadas del croata Iván Rakitic, lo que le brindó una capacidad mayor para atacar la línea de cuatro italiana -recibió 50 goles en 38 fechas de la Serie A-.

El francés Lenglet apareció a los 10’ con un cabezazo contundente en el área rival, en una jugada que pareció foul ofensivo por un empujón, y abrió la cuenta por medio una vía poco explotada en Barcelona -sólo dos tantos en el torneo- como es la pelota parada.

El golpe se observó en Napoli, sobre todo en el retroceso de sus volantes creativos y en la inseguridad a la hora de abrirse los espacios, al punto que le entregó el dominio al local, con la especulación de un tanto que le permitiese pensar en la clasificación o en la prórroga.

Pero enfrente, Messi tuvo otros planes y con una pelota dividida, dentro del área, se levantó entre tres defensores y terminó con un zurdazo imposible para el colombiano David Ospina cuando apenas iban 21 minutos.

Barcelona aprovechó el envión anímico y sobre todo la ausencia de balance defensivo en el equipo italiano, que lejos estuvo de la prolijidad inicial, y explotó la potencia de Luis Suárez, en diversas combinaciones con Antoine Griezmann y Messi, a quien le anularon un gol a través del VAR, por una supuesta mano que no se observó en la transmisión televisiva.

Y por esa instancia, con un parate de poco más de cinco minutos, el árbitro turco Cüneyt Çakir sancionó un claro penal de Kalidou Koulibaly sobre Messi. El encargado de patearlo fue Suárez, debido al dolor del argentino en su tobillo izquierdo, y terminó con el 3-0 que pareció sentenciar la serie con apenas un tiempo jugado.

No obstante, los errores del fondo catalán derivaron en el descuento de Insigne, que desde los 12 pasos ratificó su buen semestre en el silencio del Camp Nou.

Napoli asumió su responsabilidad en el complemento, presionó en cada salida y atacó con diferentes variantes pero sin demasiada precisión, más allá de sus arremetidas pasajeras.

Barcelona apostó por quitarle velocidad e intensidad al partido, con pelotazos para Suárez y ya sin la necesidad primaria de conseguir una ventaja tranquilizadora para sacar boleto a Lisboa.

Aplanadora bávara
Por otra parte, Bayern Munich sentenció, con un contundente triunfo por 4 a 1, la serie frente a Chelsea que arrancó con un 3 a 0 en Inglaterra y también se metió en los cuartos de final de la Champions. .

La supremacía mostrada en febrero volvió a expresarse en el Allianz Arena. A través de una instensa presión en todo el campo, Robert Lewandowski, por partida doble, Ivan Perisic y Tammy Abraham liquidaron la serie. Tammy Abraham, en tanto, descontó para Chelsea.

El complemento estuvo completamente de más. Fue de relleno.


El dato

Messi estiró un récord que ya tenía su nombre en la Champions. Con la inclusión de los italianos, el rosarino convirtió goles ante 35 equipos diferentes. Una cifra que nadie alcanzó.

Desde su estreno goleador el 2 de noviembre de 2005 ante Panathinaikos, el capitán de Barcelona convirtió 115 goles y su víctima favorita fue Arsenal, al que le anotó en nueve oportunidades.