Ayer en la Biblioteca Popular Posadas

Un camino vivo, de historias y encuentros

El escritor e investigador español José Tono Martínez dio una charla sobre el Camino de Santiago y destacó que es un espacio de frontera “donde uno comienza a ser otra cosa”
miércoles 06 de marzo de 2024 | 3:00hs.
Un camino vivo, de historias y encuentros
Un camino vivo, de historias y encuentros

“El Camino de Santiago tiene su relación en el fondo con el camino que puede encontrar uno en toda situación de frontera. El camino es un lugar fronterizo, es un espacio-no espacio donde uno comienza a ser otra cosa (...) Y Posadas y las fronteras tienen esto, a mí siempre me ha gustado recorrer los espacios, caminar, visitarlos”, dijo el escritor e investigador español José Tono Martínez al comenzar su conferencia sobre el Camino de Santiago, en la tarde de ayer en la Biblioteca Popular Posadas.

Martínez, que es antropólogo, filósofo, ensayista, curador y gestor cultural, ha caminado esa legendaria vía de fe e historia en el Norte de España en varias oportunidades atraído por los fenómenos de las peregrinaciones. Y ha ido indagando en sus misterios, simbolismos, mitos, significados y también profundizando sobre los peregrinos, lo que lo llevó a rescatar a los caminantes olvidados, esas voces en que la historia casi no ha reparado.

María Irene Cardoso, amiga de Martínez, presentó la charla.

Así, ha publicado varias obras acerca de las rutas jacobeas, su gran relevancia cultural, histórica y religiosa y el sincretismo que ha ocurrido a lo largo de los siglos, donde se entremezclan elementos paganos antiguos precristianos cuando el Cabo Finisterre marcaba el fin del mundo conocido y luego elementos cristianos que alcanzan su apogeo desde la Edad Media, época en que se halló el sepulcro del apóstol Santiago y las personas hacían el camino para venerarlo. 

Teoría y práctica

“Yo comencé a interesarme al principio por los caminos en general siguiendo el curso de las peregrinaciones, me interesaba el fenómeno sociológico de las peregrinaciones a cualquier lado y con los años pude hacer algunas, desde luego la del Camino de Santiago en muchas ocasiones y también otras lejanas, como el Camino a Benarés en la India. Me falta hacer aquí el Camino de las Misiones, ese camino que un día tendremos que hacer”, alentó al auditorio a realizar este viaje entre pasado y presente más allá de las geografías.       

El especialista de esta manera animó a vivir la experiencia del camino y del caminante, la experiencia del peregrino que a cada paso observa el horizonte exterior e interior.      

Auditorio colmado para escuchar al escritor Martínez.

“Yo voy a contar aquí unas cuantas cosas que algunos ya conocen por experiencia propia,  porque eso es lo que es el camino y un poco mi conferencia de hoy, mi charla tiene que ver además con mi último libro (El anillo de Giges. Las peregrinaciones heterodoxas por Santiago) que he ido presentando en los últimos tiempos”, precisó.

Madre de todos los viajes

“El Camino es la madre de todos los viajes, es decir, el Camino de Santiago es un fenómeno muy curioso, muy extraño, dentro del mundo de los estudios históricos y de la antropología estamos acostumbrados a recorrer espacios con ruinas, con monumentos antiguos, podemos visitar las ruinas de Cartago, las pirámides de Egipto, en fin muchas cosas que podemos visitar viendo ruinas. Pero el Camino es una extraña peregrinación y siempre lo fue, incluso sospechosa para la propia Iglesia que obviamente lo auspició”, refirió y profundizó acerca de los motivos de esta particularidad: “Porque en realidad es un camino muy primitivo, un camino que se pierde en la noche de los tiempos, es una especie de extraordinaria trituradora sincrética de leyendas, de mitos que unos a otros se van superponiendo y que van creando lo que llamaríamos el corpus ideológico del Camino”, expuso y continuó, “pero además de eso resulta que es un camino vivo, un camino que realiza la gente, un camino en donde la gente se encuentra, y eso ya es todavía más raro y todavía más raro que todo eso es que haya perdurado tantos cientos de años y se siga produciendo ese mismo encuentro, ese mismo viaje al pasado que es al final un viaje al presente también, a nosotros mismos”.

Valiéndose de metafóricos saltos en el tiempo, Martínez fue andando y desandando los andariveles de la historia tras la huella en el presente de antiguos pueblos, un legado que perdura hasta nuestros días  en el lenguaje, en tradiciones y creencias.

“Estamos aquí hablando de un viejo camino que ha sido recorrido por numerosísimos pueblos y cada uno ha ido dejando sus marcas, sus cruces. Y es tan interesante para el caminante o para el estudioso poder recorrerlo y de repente discernir un gesto, un detalle. Y saber que eso es el eco de otra cosa que ya se hizo, el eco de un movimiento que otro pueblo ya dejó allí. Eso es absolutamente extraordinario”, resaltó en otro tramo sobre esta senda de peregrinación que convoca a personas de todo el mundo. 

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