En la provincia hay 839 apicultores registrados

Miel misionera, un dulce aliciente que busca expandirse

El sector está recuperándose de los embates climáticos que impactaron en la cosecha, pero este trabajo paciente que da el alimento natural pisa cada vez más fuerte en la tierra colorada
sábado 02 de marzo de 2024 | 6:00hs.
Miel misionera, un dulce aliciente que busca expandirse
Miel misionera, un dulce aliciente que busca expandirse

Al igual que muchas de las producciones que existen en Misiones que se vieron afectadas por los diferentes fenómenos climáticos de los últimos años, la de miel no fue una excepción. Primero una extensa sequía y después lluvias abundantes hicieron que la producción merme y ahora intenta reponerse, al tiempo que busca, salvo casos particulares, extenderse del autoconsumo y llegar con más presencia a las góndolas.

Para retirar los cajones se usa el ahumador que posibilita que las abejas sean menos agresivas. Fotos: Marcelo Rodríguez

Actualmente en el Registro Nacional de Productores Apícolas (Renapa) en la provincia hay 839 apicultores y 14.887 colmenas registradas. Así lo señaló a El Territorio, Fernando Müller, director de Producción Apícola y del Ministerio del Agro y de la Producción local. “Los productores acuden a sitios de sus respectivas localidades o de cercanía, se hace venta directa de productor a consumidor ”, sostuvo.

Explicó además que estos meses las abejas se encuentran en etapa productiva en las colmenas y recién en abril se sabría cómo fue la producción este año. Agregó que no hay que olvidar que estos insectos necesitan una situación climática favorable que les garantice flores para aprovechar los recursos que les da la naturaleza para la producción de la miel.

Sobre esos cuadros de madera y la cera estampada trabajan los animalitos.

Para incentivar el trabajo el Ministerio del Agro acompaña a los apicultores de diferentes maneras y para este año ya se organiza la agenda para la realización de charlas en distintos puntos de Misiones.

Emprendimiento agroturístico

En Cerro Corá se encuentra la estancia La Josefina donde hace ya muchos años Nilda Josefina García produce su miel y la comparte con sus allegados y con la gente que visita su chacra de manera turística. Junto a su hijo Leandro, al que le fue trasladando sus saberes y amor por la apicultura, llevan adelante este emprendimiento 100% familiar y natural. 

“Siempre me gustaron las abejas y sé que cumplen un papel muy importante dentro de la naturaleza. Ellas son las que polinizan a las plantas en épocas de floración”, valoró la mujer.

Las abejas con las que trabaja son las llamadas africanas. “Tratamos de tener casa enjambre para poder ir multiplicando nuestras colmenas, pero lo hacemos de manera natural, no es que compramos núcleo ni las traemos de otro lado”.

Leandro aprendió de su madre Nilda, la impusora del emprendimiento en Cerro Corá, todo lo que sabe de apicultura.

Nilda se maravilla de la labor que hacen las abejas, pondera que la miel que producen es noble y milenaria, “te ponés a pensar que un animalito tan pequeñito haga una producción tan linda, tan rica, llena de nutrientes, es una endulzante natural, lo más natural que hay”. En ese sentido, agregó si bien “no la hicimos analizar (a su miel), sé que está considerada una miel  multivitamínica. Nuestra zona es un lugar donde no hay uso de agrotóxicos, hay flores naturales, flores de praderas, de árboles de las zonas, de plantas medicinales”.

En la estancia Leandro recibió a este medio y exhibió cómo es el trabajo que llevan adelante.

“Es súper sencillo el sistema, está compuesto por el cajón y adentro tiene sus marcos donde van los paneles. Por lo general se le pone abajo una plaquita de cera, que es la guía para que ellas vayan construyendo sus panales arriba”, contó Leandro, al tiempo que agregó que generalmente en invierno “se prepara el cajón, se selecciona a la abeja reina, se la pone ahí y comienza el proceso. Están los zánganos, que son los machos alrededor de la reina, que no trabajan y después están las obreras que son las otras que salen a recolectar”.

Enrique Centurión, el joven garupense que busca expandir su emprendimiento.

La temporada de cosecha del producto va entre septiembre y marzo. Se extrae  primero a la reina de la colmena, siempre usando el ahumador, que posibilita que las abejas no estén agresivas; esto se hace con el traje y lo más importante es cubrir el rostro.

Leandro también hizo referencia al difícil tiempo que tuvieron que atravesar por los fenómenos climáticos. “En estos últimos años que hubo mucha sequía estuvo fea la cosecha de miel, el año antepasado se  iban mucho de las colmenas junto con la reina porque no había nada, estaba todo seco, no había floración. Este año que pasó vinieron lluvias muy fuertes y eso también les afecta porque las lluvias limpian todo el polen de las plantas y no le da tiempo a que se recupere la planta y las abejas buscan otros lugares”.

Resaltó la red que hay entre las cooperativas y los productores; agregó además que “se produce mucha miel, pero no se consume en cantidad, esto en el mundo en general. Los últimos censos de hace 20 o 30 años atrás dan que el consumo sigue siendo el mismo que ahora”.

La apicultura, aseguró, requiere de mucha paciencia, es una actividad de meditación “porque se prepara, se deja todo listo en invierno, después cada tanto hay que revisar si siguen las abejas, si no le invaden las avispas al cajón, hay que controlar que la reina siga ahí, que no se vayan las abejas. A veces las hormigas también invaden, se hace cada dos meses”.

Todo el proceso de cosecha y de extracción de la miel se hace de manera tradicional en la misma estancia, 100% natural y de la colmena a la mesa.

Un joven con visión

Enrique Centurión, por su parte, es de Garupá y desde el 2014 lleva adelante su emprendimiento de apicultura. Lo sedujo la actividad cuando era apenas un estudiante del Instituto Pascual Gentilini.

“Tuve clases en la sección de apicultura y sentí que me gustó, que me llamó la atención por los trajes, por la adrenalina de ir al campo, de estar en ese trabajo que es un poco arriesgado”, compartió con este medio. Fue así que aprovechó una oportunidad para llevar unos cajones a su casa, con permiso de las autoridades, y reutilizarlos para empezar a incursionar con la ayuda de su padre.

Actualmente -y siempre agradeciendo la ayuda de su familia y de los amigos-, tiene todas las máquinas que necesita para su trabajo y hasta él mismo hace los cuadros que van dentro de los cajones, así como la cera estampada.

“Cuando hago la cosecha ya obtengo cera y miel; la cera la derrito, la guardo y la hago estampada para mí, la vuelvo a usar y la miel la vendo en panadería, supermercados, envasados como también a granel”.

Su miel se encuentra en algunos supermercados locales con la etiqueta Mil Flores Misioneras, pero hace poco la renovó con el nombre de Experiencia Huerta.

Sus colmenas están ubicadas en dos apiarios, uno en Mártires y otro en Santa Inés, en Las Calandrias; tiene entre 50 a 60 colmenas, todas en producción.

“Creo que estoy en una etapa de mi emprendimiento en el que ya no estoy invirtiendo tanto dinero, sino más bien estoy recibiendo. Sí tengo muchas cosas todavía que quiero lograr hacer, me quiero dedicar también a la venta de núcleos, paquetes de abejas, que sería una colmena más chica para que pequeños productores puedan crecer”, sostuvo.

Por ello comentó que su objetivo para fin de año es poder entrar con su miel a más negocios y supermercados de Posadas.

“El 2023 y ahora 2024 la producción de miel cayó muchísimo, yo no pude cosechar en noviembre y diciembre del 2023 debido a la cantidad de lluvias, que son buenas, pero en exceso perjudican porque lavan el néctar de las flores y las abejas no salen al campo y se les complica un poco la producción y lo poco que producen tienen que consumir ellas para mantenerse”, indicó sobre cómo influyen los factores climáticos.

Enrique está atento a que su producto sea de calidad y por ello trata de aplicar las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM). Desde que saca los cajones del campo hasta que llegan a su planta de extracción, cada uno de los pasos sigue normas de salubridad cuidadosas. “Todas las máquinas son de acero inoxidable, el extractor, la batea, los cuchillos para evitar que contamine también y tener así la mejor transparencia con el cliente”, agregó.


Crece el interés de los jóvenes por la apicultura

Desde  la cooperativa Las Abejas, de 25 de Mayo, se encuentran pendientes del clima para dilucidar cómo será la cosecha este año, teniendo en cuenta las temporadas duras de los últimos años. Sin embargo, con la alegría de que más jóvenes se interesan por la apicultura y quieren incursionar en ella.  “Desde la Asociación Apícola Misionera 25 de Mayo tenemos un gran grupo de productores jóvenes, chicos de las EFA, chicos del IEA, también hijos de productores vecinos que ven que la producción apícola aporta muchísimo”, sostuvo Rubén Bratz, presidente de la cooperativa en diálogo con Acá te lo contamos por Radioactiva 100.7.

La cooperativa tiene uno 50 socios que acopiaron 25 mil kilos de miel el año pasado, ese es el stock que todavía usan para vender en las ferias y en los mercados de la ciudad, así como en Posadas y Puerto Iguazú. “Estamos contentos porque tenemos un grupo importante de chicos jóvenes que ya se están asociando”, cerró.

“Misiones puede competir en la calidad, no en la cantidad”

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