El triple intento de homicidio sucedió en la mañana del 14 de diciembre de 2017

Caso Rivero: “Soy responsable del hecho pero no recuerdo nada”

Manuel Rivero (59) llegó al Tribunal Penal Uno imputado por portación ilegal de arma de fuego, intento de homicidio calificado por el vínculo e intento de doble homicidio simple
lunes 26 de febrero de 2024 | 19:30hs.
Caso Rivero: “Soy responsable del hecho pero no recuerdo nada”
Caso Rivero: “Soy responsable del hecho pero no recuerdo nada”

En la sala de audiencia del Tribunal Penal Uno de Posadas comenzó en la mañana de este lunes el juicio contra el albañil Manuel Rivero (59), quien está acusado de intentar matar con un arma de fuego a tres personas: su ex pareja y madre de sus hijos, a un joven que se hallaba en la parada de colectivo y a una vecina.
Todo esto habría ocurrido en la mañana del 14 de diciembre de 2017, en el barrio San Marcos de la capital provincial.

Rivero, quien llegó a la sala de debate detenido y con custodia policial, está imputado por las causas de homicidio calificado por el vínculo en grado de tentativa, doble homicidio simple en grado de tentativa y portación ilegal de arma de fuego en concurso real.

En tanto, el Tribunal está conformado por los jueces Ángel Dejesús Cardozo (presidente), Viviana Cukla y Gustavo Bernie. La parte acusatoria está a cargo del fiscal Martin Rau y de los abogados querellantes Ariel Pianesi y Santiago Larrea. Mientras que la defensa está representada por el defensor oficial Mario Ramirez.

El debate oral, que tiene en su agenda al menos cuatro jornadas y que se tienen previstas las comparecencias de 15 testigos, comenzó pasadas las 8.30 con la atenta mirada del imputado mientras se realizaba la lectura de la elevación a juicio.

En la lectura las partes acusatorias dejan en claro que, a partir de las pruebas conseguidas en la etapa de recolección de pruebas, en los delitos que son materia de juicio el hombre de 59 lo cometió con conciencia y con la intención de matar, no logrando su cometido “por razones ajenas a su voluntad”.

A su vez, en la elevación a juicio se consideró que Rivero “puso en riesgo la vida de tres personas y del público” y que las cuatro acciones -utilización del arma de forma ilegal y los tres intentos de homicidio- son acciones independientes entre sí, aún cuando fueron cometidos en un mismo contexto.

Luego, al momento de ser consultado si prestaría declaración, el acusado se limitó a hacerse responsable de los hechos por lo que es juzgado, manifestando brevemente que “soy responsable del hecho pero no recuerdo nada”. Terminada su declaración, el juicio entró en un cuarto intermedio hasta las 8.30 de este martes. Está previsto que se presenten al menos tres testigos, entre ellos la víctima principal y el joven que recibió el disparo en la parada de colectivo.

El hecho

Según el expediente, al cual El Territorio tuvo acceso, los delitos fueron perpetrados cerca de las 7.30 del 14 de diciembre de 2017, cuando Rivero ingresó de forma imprevista y armado con una pistola calibre 22 al domicilio de su expareja Elisa De Souza, ubicada sobre la avenida Avellaneda del barrio San Marcos de Posadas.

En ese contexto, el hombre sorprendió a la mujer que se encontraba tomando mate en la galería de la vivienda, luego de haber acompañado a sus hijos a la parada de colectivos, ya que estos se dirigían a la Terminal de Ómnibus porque tenían previsto un viaje con el imputado a la localidad correntina de Ituzaingó.

En tanto, asustada y aterrorizada, la mujer le preguntó al acusado qué hacía allí. A lo que Rivero, tirando la pistola en un sillón, le respondió: “Vos sabés lo que voy a hacer. Si no sos mía, no vas a ser de nadie”. Acto seguido, De Souza lo empujó e ingresó a la casa para escaparse del hombre por la puerta de atrás y ponerse a salvo. Sin embargo, a pesar de estar en la vía pública, el hombre no detuvo su amenaza y la siguió hasta la parada de colectivo.

Seis tiros

Allí se encontraba esperando el colectivo Arnaldo Álvez, un joven del barrio que fue utilizado como escudo de De Souza, quien buscaba escapar de su expareja. Esta situación habría provocado enojo por parte de Rivero, quien le gritaba a la mujer que regrese a la casa y ante la negativa efectuó un disparo que impactó primero en la zona palmar del joven y luego atravesó el brazo izquierdo de la madre de sus hijos, que ocasionó la fractura del húmero.

Ante este disparo las dos víctimas cayeron al suelo. Pero esto no le habría importado al imputado, ya que aparentemente con intenciones de terminar con la vida de la mujer realizó casi a quemarropa dos disparos más hacia la persona de De Souza, proyectiles que ocasionaron lesiones graves en la rodilla y en el hemitórax derecho.

Al pensar que había terminado con la vida de la mujer, el albañil huyó del lugar pasando momentos después por el frente del kiosco que pertenecía a la vecina Rosalba Ramírez, donde ejecutó otros tres disparos que impactaron en la ventana y pared de la vivienda de la mujer, que no sufrió lesiones debido a que pudo refugiarse dentro de la casa tirándose al piso.

Aviso a uno de los hijos

Por otro lado, luego de haber cometido los ataques con arma de fuego, Rivero decidió llamar a uno de sus hijos para contarle rápidamente lo que había hecho. “Hice boleta a tu mamá. Tenía que hacer eso”, fue la frase que utilizó el hombre para advertirle a uno de sus diez hijos lo hecho momentos antes.

Por el ataque, De Souza estuvo varios días en terapia intensiva hasta que finalmente fue dada de alta, aunque perdió la movilidad del brazo izquierdo y quedó con dificultades para caminar debido al impacto en una de las rodillas. Meses después dijo que no dejó de tener miedo e incluso el acusado le mandó amenazas desde la cárcel.

Respecto a Rivero, fue detenido en horas de la siesta del mismo día agazapado en una zona de malezas de Villa Cariño, a unos diez kilómetros del ataque. Estaba solo y al verse rodeado de policías no opuso resistencia, se entregó voluntariamente y de inmediato lo trasladaron a una sede policial donde quedó detenido a disposición del Juzgado de Instrucción Siete.
A su vez, la Policía de Misiones encontró un revólver calibre 22 con ocho cartuchos en el tambor y después se pudo saber que además había sido filmado por cámaras del lugar del ataque empuñando un arma en cercanías al lugar.

Fuga

En ese contexto, el 26 de diciembre el imputado logró escapar de la celda de la Comisaría Octava, a pesar de que los efectivos estaban advertidos de que se había fugado de otra dependencia un mes antes. La huída se habría registrado entre las 4 y las 6 de la madrugada, aunque los efectivos tomaron conocimiento del hecho cerca de las 7, cuando realizaron el conteo rutinario de detenidos.

Se reconstruyó que cortó dos barrotes de la celda donde estaba alojado, violentó las mallas de los ventiluces superiores que dan al patio interno del predio y así accedió al techo para desaparecer. Al momento estaba solo en el calabozo, ya que los otros diez detenidos de la seccional estaban en celdas individuales.

Ante esta situación, los uniformados dieron rápido aviso a todas las dependencias policiales e iniciaron un intenso operativo de búsqueda, con más de 200 policías. Al día siguiente se anunció que la cúpula de la dependencia fue removida debido a ese suceso, además de que se inició una investigación interna contra los uniformados de guardia.

Finalmente fue recapturado el 24 de enero en la localidad correntina de Villa Olivari, tras permanecer 29 días en clandestinidad con un pedido de captura internacional vigente. Lo hallaron cerca de las 16.30, oculto en un pinar ubicado a un kilómetro del casco urbano Olivari y a unos 500 metros de la ruta nacional 12.

Temas de esta nota
¿Que opinión tenés sobre esta nota?