Invitó a su amigo a que viva con él y ahora denunció por una estafa de 300 mil pesos

Enzo Neremberg (47) vive en el barrio Nuevo Jardín de Jardín América y su vida cambió por completo hace dos años, cuando sufrió un accidente cardiovascular (ACV) que le dejó como secuela una nula motricidad en la parte izquierda de su cuerpo. Hasta entonces se dedicaba a la cocina, pero ahora se sostiene con una pensión y la solidaridad de sus amigos.

Esto hizo que tenga grandes dificultades para movilizarse en su vida diaria y por esta razón invitó a un amigo de la secundaria con problemas económicos a vivir con él a su casa. Le propuso una ayuda mutua, un techo a cambio de que le colabore con los quehaceres diarios que él ya no podía realizar.

Su amigo, identificado como Jorge A., aceptó y convivieron por un año, pero desde este fin de semana no se tienen noticias de él, luego de que Enzo descubriera que le había dejado una deuda superior a los 300 mil pesos debido al uso de sus tarjetas. Lo acusa de no pagar las cuentas y además de solicitar préstamos con sus cuentas.

La denuncia se hizo el último viernes por estafa, violencia psicológica, violencia económica y abandono de persona, según dijo el denunciante a El Territorio.

El caso es investigado por el Juzgado de Instrucción Dos de Jardín América, que en primera instancia ordenó la notificación de la causa - sin detención - caratulada como “abuso de confianza”, aunque hasta ahora no pudieron dar con el paradero de Jorge A.

“Jorge era conocido de la época del secundario, alquilaba cerca de mi casa y siempre tenía problemas para pagar su alquiler. Por eso le ofrecí ayudarnos mutuamente, le ofrecí techo a cambio de que me ayude con las cosas que no podía hacer por mi limitación física, la idea era compartiendo los gastos”, detalló Enzo sobre el acuerdo con el ahora sospechoso.

Pero, amplió, eso nunca sucedió debido a que a su compañero de vivienda “se le dificultaba encontrar trabajo. Vivíamos de mi pensión, la ayuda de organizaciones sociales y amigos”. En ese contexto, a los dos meses Jorge manejaba las tarjetas y se instaló el home banking en su teléfono celular.

Pero esa confianza se derrumbó: “Jorge transfería la pensión a otra cuenta, sin rendirme cuenta de nada, malgastando a su antojo, sin pagar servicios. Siempre tenía las boletas atrasadas en situación de corte”, contó. Además, “me hizo firmar una solicitud de préstamos para poder pagar la cuenta de almacén del barrio donde sacábamos fiado y servicios que nunca pagó”.

“Siento indignación ante esta situación, porque le abrí las puertas de mi casa, le ofrecí un techo, compartí con él mi comida.  Y me paga así, con abandono, desde que se fue al Tabay el sábado estuve sin comer hasta el martes que mis amigos acudieron  mi llamado”, lamentó Enzo.

En este contexto agradeció la solidaridad de sus amigos del Motogrupo Yaguareté, quienes organizaron una colecta solidaria para paliar el gran agujero económico que tiene ahora. “Ahí se vio reflejada la sensibilidad de nuestro pueblo, agradezco profundamente a mis amigos, sin nombrar a nadie porque no quiero olvidarme de nadie.

Ese agradecimiento también se extendió a Cristian Sánchez, jefe de Área zona Alto Paraná, “que me visitó y asesoró para que disipe mis miedos, dudas y pueda canalizar la denuncia correspondiente”.