Yanina Boschmann vive en Puerto Rico, donde instruye a gente de la zona

Es trabajadora social y enseña a manejar a mujeres para empoderarlas

En pandemia de Covid-19 lanzó el emprendimiento y la respuesta fue inmediata. Ya capacitó a más de un centenar que no se animaba a conducir un vehículo
viernes 19 de enero de 2024 | 18:41hs.
Es trabajadora social y enseña a manejar a mujeres para empoderarlas
Es trabajadora social y enseña a manejar a mujeres para empoderarlas

La pandemia de Covid-19 hizo que muchas personas pensaran en qué hacer para poder salir adelante y sobrevivir a la economía de ese momento. Tal es el caso de Yanina Boschmann, licenciada en Trabajo Social que decidió emprender para ayudar a las mujeres enseñándoles a conducir y que así ellas pudieran manejar su propio tiempo.

Esta profesional hace muchos años viene trabajando en el empoderamiento de las mujeres desde su profesión, conociendo e interviniendo en casos de violencia de género, diversidad, violencia familiar y más. Si bien enseña a manejar también las acompaña en distintas problemáticas que le van planteando durante las clases y ella aporta desde su conocimiento.

A lo largo de este tiempo ya capacitó a más de 100 personas de Puerto Rico, de donde es oriunda, y alrededores. El proyecto se llama “Mujer al Volante - Puerto Rico” y sobre sus inicios, contó a El Territorio: “A lo largo de estos años venía trabajando con estas cuestiones de empoderamiento y con esto de mujeres al volante siento que le pude brindar una herramienta práctica, concreta y específica para que puedan modificar su vida y empoderarse, el manejo es algo importante porque permite optimizar tu tiempo y manejar tu independencia, porque es una herramienta para serlo”.

Por otro lado, destacó cómo cambia el ritmo diario cuando una sabe conducir el vehículo personal o familiar.

“Cuando una mujer en la familia sabe manejar modifica completamente la dinámica de todo el grupo familiar. Ella no solo deja de ser dependiente, se encarga del cuidado de los hijos, traslado a las actividades, se encarga de los adultos mayores, las compras, trámites y mucho más. El manejo es una herramienta transformadora en la vida de las mujeres”, señaló.

Si bien Yanina tenía el incentivo de muchas de sus conocidas, por enseñarles a manejar, en un primer momento no se animó a largarse con su emprendimiento, pero más adelante, en plena pandemia de coronavirus, vio la necesidad de hacer algo más y creó una página de Facebook donde inmediatamente comenzó a tener respuestas de mujeres con ganas de aprender.

“Comencé a recibir cientos de mensajes de mujeres de todos lados, todo el tiempo de por qué no manejaban y muchas historias y todas tienen algo en común que es la desigualdad de género en todos los ámbitos. Además de enseñarles a manejar y darles la técnica concretas, iba haciendo un trabajo social, escuchándolas, también asesorándolas con sus problemáticas”, remarcó.

Yanina da clases particulares de manejo con su propio vehículo y las herramientas prácticas, incluyen lo teórico y la explicación de las partes del vehículo, el cobro es por hora.

Ejemplo concreto

Un ejemplo de empoderamiento al volante es el de Rossana Jost (54), que hace dos años aprendió a manejar con Yanina.

Rosana es docente, trabaja en Garuhapé y pudo comprarse un automóvil pero no lo manejaba, por lo que su hermano la llevaba con su vehículo todos los días a dar clases. Lamentablemente el hombre falleció por Covid-19 y se vio obligada a aprender para poder seguir con su rutina diaria. Si bien tenía nociones básicas, nunca se había animado a manejar por miedo.

“Tomé clases con varias personas y nunca pude superar el miedo, cada vez tenía más en vez de ser al revés”, comentó en diálogo con este medio.

“Tuve que enfrentar el miedo y comenzar a manejar, vi la publicación de Yanina y dije ‘esta es mi salida’. Me contacté y en tres clases que me dio con tips de seguridad, cómo hacer para bajar del garaje, pude animarme”, dijo sobre cómo se lanzó al andar en cuatro ruedas por cuenta propia.

“En la primera clase le dije ‘vas a tener que sacar el auto’ y me dice ‘no, vos tenés que sacarlo’. Lo más importante para mí era salir a la ruta. En tres clases tomé coraje, paciencia y pedagogía. En medio de tanto dolor encontré esa persona que me supo contener y dar seguridad. Siento mucho orgullo, su emprendimiento ayuda a muchas a que dejen el temor y nos da independencia, tenemos que confiar en nosotras mismas”, sostuvo la docente.

Además, plasmó que aprender a conducir le significó un cambio rotundo. “Voy y vengo al trabajo, hago compras, me voy a donde quiero, además de optimizar mi tiempo, me da independencia, seguridad y la oportunidad de hacer más cosas. Por eso considero que es muy importante manejar, no importa la edad porque te cambia la vida”, cerró.

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