Mañana en el Central. No es cualquier verdura

viernes 19 de enero de 2024 | 6:30hs.
Mañana en el Central. No es cualquier verdura
Mañana en el Central. No es cualquier verdura

5 am, busco “mañana en el abasto” y encuentro una rara versión de Divididos. Julián llegó puntual y preguntó si seguirá lloviendo. ‘Por las dudas no traje paraguas’, respondo. Es madrugada pero casi de día a la vez. Entrando al Mercado hay una barrera que está baja. Nos anunciamos. “¿Me trajeron el diario?”, preguntan desde adentro. La barrera sigue baja. “Hay horarios. Ahora ya no se pasa por acá, tienen que dar la vuelta”. Rara respuesta que da inicio a una rara maniobra que trastoca lo obvio: las entradas son por la derecha, las salidas por la izquierda. 

Al fin entramos, por la otra entrada. La fotografía es cuestión de elecciones y decisiones. Elijo flash y gran angular. 24mm. Camino por las calles del Central cámara en mano. Ellos no me conocen y saben que no vengo a comprar. Algunos preguntan para qué medio son las fotos. “A mí, no” exige uno que se esfuerza por parecer intimidante. “Para Milei”, dice el anciano que aclara “nunca cobré planes, sólo trabajé”. Algunos chistan o emiten sonidos guturales intentando llamar mi atención. Sigo. Miro dónde está mi toma. Changarín tirando un carro con verduras. Me pongo frente a él. Apunto. Espero que me vea, que sepa -como sé yo- que ambos estamos trabajando. Que me registre, como yo lo registro. Disparo. Sigo la búsqueda. Hay quien da charla y explica sin que se le pregunte, sobre la actividad del día. Hay quien rehúye al ver la cámara y hay quienes se reúnen y reclaman foto. “No quiero que me encuentre la policía”, bromea una mujer con verdeo en las manos. 

Las imágenes van apareciendo. Verduras y frutas esperando ser cargadas. Muchacho joven en moto que lleva una bolsa de papas y una de cebolla. Señoras de largas polleras tirando el carro. “A mí me tenés que pagar diez mil para sacarme fotos”, dice uno, ‘otros me tratan de ‘patrón’. Uno sin la falangeta del pulgar derecho me explica sobre el comercio internacional, la inflación, los días en que llegan las frutas de todo el mundo. Le entiendo poco y nada. Más que nada interpreto lo que quiere decir. Habla muy rápido y entrecortado. Doy un par de vueltas pensando en que estaría bueno volver junto a esta gente que carga la mercadería, las frutas, las hortalizas que son la comida, el menú, el morfi, lo que llevamos a la olla, lo que buscamos de la verdulería cada día. Volver con fotos impresas de trabajadores orgullosos de su tarea. 

 

¿Que opinión tenés sobre esta nota?