El mundo está loco, loco, loco… (VIII)

Los acontecimientos que están teniendo lugar en Palestina son de tal densidad geopolítica que me impiden, por el momento, regresar al recorrido que venía desarrollado en los primeros seis artículos de esta serie y que debí abandonar, por las mismas razones, en el séptimo. Ya volveremos a retomarlo luego de reflexionar sobre los dramáticos momentos que estamos viviendo, no sólo en una región en particular, sino en todo el mundo. Ningún país puede estar seguro de su integridad territorial, de su economía o de su medioambiente. Lamentablemente, se ha desatado un vendaval de información en todos los medios del mundo que está muy lejos de la seriedad y el conocimiento que la hagan verosímil y que, en muchos casos, producen una visión destinada a manipular a la opinión publica con diferentes propósitos. Pero lo peor no es eso, sino la misma confusión y complejidad del proceso histórico en sí mismo, acerca del cual ni siquiera los expertos pueden dar explicaciones y pronósticos confiables. Lo que comenzó siendo la violenta reactivación de un conflicto localizado, con dos actores principales, mostró inmediatamente, que, detrás de ellos existían otros protagonistas esperando para entrar en escena. Y cuando éstos se hicieron visibles, provocaron la intervención de muchos otros, vinculados al conflicto o bien vinculados a los conflictos preexistentes entre todos, en una maraña de enfrentamientos, rivalidades, intereses, que no son nuevos, porque el mismo conflicto es el producto de antecedentes protagonizados por estos mismos actores.
Muchos de estos actores se preparan militarmente y otros por medio de pronunciamientos que van, desde el apoyo total a Israel por parte de EEUU hasta la ruptura de relaciones, como es el caso de Bolivia. Y por el lado palestino, Turquía, el Líbano, Irán y Siria denuncian la existencia de un genocidio. Como ven, un verdadero galimatías. Hamás, con su acto terrorista brutal, como todo terrorismo, fue el disparador del conflicto, una respuesta equivocada a las agresiones israelíes que siguen ignorando lo resuelto por las Naciones Unidas sobre “un territorio, dos estados”. Por más que algunos defiendan lo que consideran la resistencia palestina, sus métodos son inhumanos e inútiles, porque la cuestión palestina es un enclave crucial en la tercera guerra mundial que ya estamos comenzando a vivir y ni Hamás solo, con dichos métodos actuales, ni Israel solo con su obstinación de convertir a toda Palestina en su territorio exclusivo, pueden resolver esta guerra, que lleva ya muchos años y muchas vidas y destrucción, y que se esta convirtiendo en un verdadero genocidio. Si observamos el mapa de Palestina y su contexto, vemos que hay varios países que ya están involucrados directamente de una u otra forma. Y si nos vamos un poco más lejos topamos con la guerra en Ucrania, con la que presenta algunos nexos directos. Armas destinadas originalmente a Ucrania está circulando en Israel. Y detrás de todos ellos están las grandes potencias dirimiendo sus interminables rivalidades y disputas por la hegemonía mundial. Algunos países, neutros, justifican los ataques de Hamás por considerarlos una respuesta a las permanentes agresiones que padecen los palestinos y acusan a Israel por crímenes de guerra. Pero si bien las razones aducidas pueden ser ciertas, nunca se pueden justificar las agresiones a poblaciones civiles indefensas. Cuando Israel abruma a los palestinos con la colonización de sus tierras y los arrincona y empobrece cada vez mas, está cometiendo terrorismo de estado. Y aquí siempre aparece, ante un comentario como este, la acusación de antisemitismo, antijudaísmo o antisionismo. Es una falacia inaceptable. Hay numerosos pueblos que hablan lenguas semíticas, entre ellos los árabes. Hay judíos de numerosas razas (concepto biológico exclusivamente), la religión judía es respetada en todas partes como una religión mas. Pero cuando se convierte en el caldo de cultivo de un fundamentalismo ultraortodoxo son iguales a los musulmanes o cristianos fundamentalistas. Existen en todo el mundo los denominados judeo-gentiles, que no profesan la religión judía y que tampoco aspiran a vivir en Israel. Están culturalmente integrados a diversos países y conservan su identidad judía de manera no ortodoxa. En cuanto al sionismo, sí, ese es otro tema. Se trata de un movimiento de origen legítimo que luego derivó en una indebida apropiación de tierras que debió compartir y respetar y que fueron consagradas por las leyes internacionales. Pero, presionados por las potencias y la guerra fría y las guerras del petróleo, se alejaron cada vez mas de sus objetivos iniciales. La historia del pueblo judío es de una enorme complejidad, con tantos matices que es muy difícil de sintetizar, por eso le dedicare el próximo articulo. Lo cierto es que, durante el mandato inglés, al final de la primera guerra mundial, con la aprobación internacional comenzó a establecerse una colonización de inmigrantes judíos, tolerada por los palestinos, que luego se desbordó con consecuencias trágicas. Israel, cercada por pueblos hostiles, se convirtió en un bastión del imperialismo a cambio de su protección incondicional. Mientras tanto, la guerra en Ucrania se esta estancando. Rusia ha calculado para el próximo año un gran aumento del presupuesto militar que hace pensar en una guerra muy prolongada o “diversificada”. Está esperando que las ayudas de occidente comiencen a disminuir y, por otra parte, las sanciones económicas recibidas, todavía no la están afectando. Este tipo de sanciones se ha convertido en una de las armas mas poderosa de la guerra híbrida. Días atrás, Irán decidió no abastecer con petróleo a Israel. Seguramente otros estados lo ayudarán, pero eso supone una serie de trastornos y limitaciones de todo tipo. Si miramos en el mapa un poco mas al norte nos encontramos con Siria. Este país, castigado como pocos en esta época, se debate en una guerra de enorme violencia entre diversos grupos regionales y externos. Están los sirios que responden al líder vitalicio Bashar al Asad y están otros sirios, que se oponen a su régimen; EEUU tiene una presencia militar y lo mismo Rusia; hay presencia turca en defensa de sus fronteras y esta el Isis (estado islámico) y hay bases de Irán, y a eso se suman otro grupos minoritarios e incluso algunos kurdos, enemigos de los turcos y escusa para que estos tengan injerencia en este rompecabezas interminable y, sobre todo está la ¡inmensa riqueza petrolera!. Los kurdos está repartidos, fronteras de por medio entre Turquía, Irán e Iraq. Y se hallan en una guerra cronificada para lograr su independencia. EEUU, Rusia, China y la UE, presionan a muchos países para que tomen partido a favor o en contra de los contendientes de los escenarios descriptos. Muchas veces lo hacen de manera extorsiva, mecanismo habitual de la actual diplomacia. Mientras escribo estas EEUU ataca bases de Irán en Siria. La situación no cesa de levantar temperatura. Ya, en los comienzos de este conflicto EEUU trasladó parte de su flota, incluyendo uno un portaaviones a las costas palestinas. Israel manifiesta que la ONU es una organización envejecida y corrupta y califica, como decía anteriormente, a toda crítica a su accionar como antisemita. Lo de siempre. Y cierro el artículo de hoy recordando que, no existe en el mundo una región como la de medio oriente, desde Egipto hasta Mesopotamia y desde Turquía a Jordania, incluyendo el Líbano, Iraq, Irán (Persia), Arabia Saudita, etcétera, cuna de las primeras y mas antiguas civilizaciones, que registre tantas guerras entre imperios y reinos durante 4.000 años, incluyendo las guerras coloniales, decoloniales y civiles. Hasta la próxima.
Por Roberto Carlos Abínzano
Profesor Emérito Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales Universidad Nacional de Misiones