La joven sufrió abuso sexual desde los 7 hasta los 9 años

"Me costó mucho y aún sigue el dolor, pero hay que salir adelante"

V. G. (18) fue abusada por su padre hace una década. Él estuvo preso, ahora quedó libre. Aún así, dio su testimonio para que otras personas se animen y no se queden calladas.
sábado 14 de octubre de 2023 | 23:07hs.
"Me costó mucho y aún sigue el dolor, pero hay que salir adelante"
"Me costó mucho y aún sigue el dolor, pero hay que salir adelante"

V. G. (18) es una joven oriunda de Jardín América que cuando era niña sufrió mucho en el seno familiar. Durante dos años, desde el 2012 al 2014, fue víctima de abuso sexual por parte de su padre, quien ahora está libre luego de cumplir su condena en la cárcel. Ahora, ya siendo mayor de edad, decidió revelar con este matutino su sufrimiento. Lo hizo con el objetivo de que otras jóvenes que estén pasando la misma situación se animen a denunciar.

"Me costó mucho y aún sigue el dolor. Creo que es importante hablar, porque el hecho de no poder dormir al saber que afuera hay una persona que tiene una mente tan perversa, capaz de dañar a su propia hija, también puede lastimar a cualquiera", comenzó relatando la joven. "Lo que me pasó fue cuando tenía 7 años. Mi papá me tocaba, me enseñaba sus partes, y me hacía tocarlo como en forma de juego", indicó respecto a la pesadilla que vivía en su propia casa.

En tanto, la muchacha alegó que quiso narrar a este matutino lo que pasó hace una década para tomar conciencia y que sea la voz que impulse a otras voces a no quedarse calladas, a ayudar a sanar el dolor a pesar de todo. Porque es una manera de que alguien que pasó y está en una crisis similar tome el coraje de hablar y pedir ayuda, por más amenazas que recibiera.

Dos años de abusos

El sufrimiento que le tocó vivir a V. fue durante dos años, lo que le provocó diferentes traumas y con secuelas que hasta ahora la atormentan. "Hoy en día me cuesta muchísimo y es una sensación muy fea que no se lo deseo a nadie, porque es horrible sentir que la persona que debía cuidarte y te dio la vida fue la que más te lastimó", lamentó, agregando que "sentir ese rechazo es triste, porque se encargó de hacerme daño y marcarme, porque en cierta forma lo hizo".

En su momento, hace 10 años, expresó que no se animó a hablar porque había amenaza de por medio. Su progenitor era violento y alcohólico, le decía que si contaba algo le podía suceder algo malo a su mamá o hermanos. Por eso, con tan corta edad y ante el temor de que le suceda algo a sus seres queridos, ella optó por callar.

En esa línea, la entrevistada mencionó que su padre aprovechaba cada momento en los que ellos se encontraban solos. Muchas veces, era víctima de los abusos cuando su madre salía a comprar o hacer algún mandado, pagar cuentas. Pero además reveló que no era un obstáculo que su progenitora esté en el domicilio, ya que en otras ocasiones el hombre la atemorizaba cuando su madre dormía.

Si bien para ella fue horrible lo que pasó, alegó que está tranquila porque sus hermanos no pasaron por el mismo infierno que ella.

Separación y desahogo

"Mi mamá tuvo que aguantar ciertas acciones. Yo me animé a contarle a ella cuando tenía 12 años, porque se separó de mi papá, ya que no aguantaba más la relación que tenía", describió.

A su vez, dijo que la violencia de género aumentaba día a día. Su papá llegaba borracho y en varias ocasiones la llegó a agredir físicamente. Luego de que su mamá tomó distancia, se sintió más segura y decidió hablar de todo lo que le había pasado.

El hecho de tener la posibilidad de alejarse de su papá fue un alivio para ella. Es más, la motivó a salir adelante a pesar de las secuelas. Desde hace seis años que no lo ve y no desea encontrarlo. Aún así, tiene miedo que él regrese porque siempre fue violento y tenía amenazada a su propia familia.

Incluso, cree que no tiene el propósito de dejarlas tranquilas y no molestarlas más. Con voz quebradiza, entre suspiros y angustia, la jardinense contó que ahora su papá está libre y no quiere cruzarlo otra vez.

Por otro lado, alegó que luego del sufrimiento y la posibilidad de empezar un nuevo camino sin su papá, recibió ayuda psicológica, se aferró al deporte, siendo el rugby la disciplina que más le gusta practicar. Incluso, contó que con el rugby ella pudo descargar muchas emociones, ya que es muy físico, pero no se trabaja sólo en el cuerpo, sino también en lo mental.

Además, describió que es un tema muy complejo de afrontar, tiene un largo proceso de recuperación y aún no se siente bien, por lo que no pudo sanar del todo el dolor.

Respecto a su progenitor, expresó que "yo creo que una persona que sale de la cárcel y vuelve a generar miedo, donde no hubo cambio o mejoría, quien es capaz de lastimar a alguien y más aún a quien tendría que haber cuidado, no merece perdón y no creo que él sería capaz de arrepentirse", señaló.

El papá de V. G. hoy está en libertad tras cumplir su condena de seis años de prisión. Por ello, la joven aseguró que tanto ella como su mamá no tuvieron noción de la causa judicial del hombre. Además, comentó que desde la cárcel molestaba a su hermano mayor e intentaba contactarse con la maestra de su hermano menor, como así también a gente cercana a la familia.

Por último, la entrevistada dejó un mensaje profundo a los lectores: "Es mentira que nuestra voz no se escucha. Por más amenazas que haya, también hay gente que hace su trabajo". Manifestó que "la Justicia sí existe. Gracias a Dios yo encontré las fuerzas para hablar y me ayudaron, por eso hay que ser fuertes para aguantar semejante monstruosidad, hay que ser guerreros y salir adelante, es lo que quiero dejar a toda persona que sufre de abuso, sea varón o mujer", concluyó.

En cifras

6 Fue el total de años que cumplió de condena el acusado luego de ser hallado culpable de abuso sexual en perjuicio de su hija.

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