Irigoyen y Aristóbulo del Valle son localidades que implementaron esta modalidad

Cada vez más docentes recorren la periferia para brindar apoyo escolar

Educadores comunitarios visitan zonas lejanas al casco urbano para acompañar las trayectorias escolares. Dictan talleres de reciclaje y porcelana fría para padres
lunes 22 de mayo de 2023 | 6:04hs.
Cada vez más docentes recorren la periferia para brindar apoyo escolar
Cada vez más docentes recorren la periferia para brindar apoyo escolar

A pocas semanas de la vuelta a clases, se relevó que varios municipios pidieron la apertura de más Centros de Apoyo Pedagógico. A raíz de esta necesidad, cada vez surgen más docentes itinerantes que recorren barrios periféricos y zonas rurales para brindar acompañamiento, tanto a padres como a estudiantes.

En algunas localidades solicitaron la ampliación de la carga horaria. En estos casos, buscarán ampliar la franja y extender la convocatoria a docentes voluntarios que se siguen sumando y se acercan para acompañar a los chicos.

La demanda surge en zonas alejadas del casco urbano, en las que no hay un centro y los que existen están a varios kilómetros. De esta manera, los educadores se trasladan a esos lugares. Precisamente, la función que cumplen es la de generar confianza y empatía con los niños, para entender sus necesidades y encontrar soluciones a través de un trabajo personalizado.

Además, brindan talleres de reciclaje y porcelana fría, en los que se busca reinsertar a chicos que están fuera del sistema educativo y fortalecer vínculos familiares y comunitarios. Según detalló Ramón Ramírez, coordinador de estos espacios, los municipios que más se realizan acompañamiento itinerante son Aristóbulo del Valle, Dos de Mayo, Campo Grande, Oberá y algunas localidades de la zona Norte. Actualmente existen 94 centros de apoyo y con los anexos, cuentan con aproximadamente 124 centros de apoyo.

“La idea es que no funcionen solamente en un lugar específico definido, que es el que ya está establecido por el municipio, sino que lleguen a los barrios que demandan. Entonces desde el municipio organizan para que estos docentes puedan ir a esas zonas una o dos veces por semana”, explicó.

Aristóbulo del Valle
En Aristóbulo del Valle, los centros de apoyo funcionan en un punto digital, en un merendero ubicado en uno de los barrios más alejados de la zona centro, en el Centro Integrador Comunitario (CIC) y también, una ludoteca llamada Cascada de la Alegría, perteneciente a la Fundación Arcor.

Niños que reciben apoyo escolar en la ludoteca Cascada de Alegría.

La coordinadora pedagógica del municipio, Roxana Wrage, dialogó con este medio y profundizó en la temática. “En el caso del merendero se llevó el centro de apoyo a ese barrio alejado que se llama Cooperativa, porque los chicos no podían trasladarse al punto digital. En ese lugar estratégico vimos la necesidad de los chicos e implementamos talleres, en los que podíamos trabajar también con los padres y sobre todo trabajar el derecho a la educación y la alfabetización”

Según detalló la docente, por la demanda por parte de los padres, se gestionó por medio de la Municipalidad la utilización de un merendero y ahí se llevó el centro de apoyo. Actualmente, hay más demanda por parte de primaria en lo que es lectura, escritura, operaciones básicas de matemática. Aprender a leer y escribir, mejorar la escritura, sumar, restar y dividir, son las principales necesidades pedagógicas de primer ciclo.

En cambio en el secundario, en los meses de enero y febrero previo a las mesas de exámenes, requirieron apoyo en geografía, biología y matemáticas. Durante el año la asistencia se mantiene con menos alumnos y en los meses de febrero, julio y diciembre vuelve a incrementarse en ambos niveles.

“En enero arrancamos cubriendo casi el 90% de todas las materias. Después, con el inicio de las clases, fueron mermando pero todavía siguen las maestras de grado, nivel inicial, profesora en lengua, profesora en matemática, que están colaborando con los distintos centros de apoyo”, sostuvo Wrage.

Asimismo, agregó que trabajan por turnos y agrupan distintos grados. Si por algún motivo el docente no puede asistir, los que están en zonas cercanas brindan talleres y realizan juegos.

“Se está dictando un taller de reciclaje y de porcelana fría , en el barrio Cooperativa y se trabaja con las madres y los niños, todo en fin a buscar ese objetivo que tiene el centro de apoyo que es la revinculación al sistema educativo. Eso se realiza mediante un proceso de articulación con escuelas, municipalidad y actores de la Subsecretaría de Educación”.

En el merendero del Barrio Cooperativa también asisten padres.

En la ludoteca la educación está destinada a niños pequeños, con juegos, libros y materiales didácticos. En el trabajo participan entre seis y siete docentes, coordinadores y quince docentes voluntarios que al término de seis meses reciben un certificado de valoración por su labor.

“Desde el inicio de año ya pasaron más de 180 chicos por los centros de apoyo y se mantiene la cifra de unos 40 al mes”, indicó la coordinadora.

Para padres e hijos
Tanto en el taller de reciclaje como en el de porcelana fría pueden asistir chicos y padres. En esos encuentros, los docentes pueden identificar niños que no están escolarizados y se comunican con los familiares para reinsetarlos a la escuela.

“A partir de estos talleres podemos identificar casos de alguna patología, dificultades en el aprendizaje, dificultades en sus hogares o algún tipo de carencia. Además algunos padres, aprenden habilidades y luego las usan como oficio”.

Se hace foco en la reutilización de botellas plásticas y de vidrio, así como otros envases y de ahí surgen manualidades y objetos decorativos. Los centros de apoyo son gran herramienta para las escuelas y para las familias y, según Wrage, los directivos escolares siempre agradecen y señalan las mejoras en el aprendizaje y comportamiento de los alumnos.

“Hacemos hincapié en el comportamiento, se habla con los chicos y se trata de buscar esa relación un poco más personalizada,esa empatía para generar confianza. Cuando se establece un vínculo podemos trabajar todo lo pedagógico, las emociones, preguntamos cómo se siente el estudiante y todo lo que hace al bienestar en general antes que el contenido”.

En la misma línea, la educadora comentó que con el paso del tiempo los chicos van ahondando en el aprendizaje y relacionando con la vida fuera del aula. Piden permiso, agradecen y usan los contenidos para relacionar con sus problemas cotidianos.

En otras localidades
“En Fracrán, hay una ruralidad muy marcada y muy amplia entonces la distancia es grande y aquí tenemos la demanda de trabajar la itinerancia y llegar a más chicos. El Soberbio es otro municipio que presenta las mismas condiciones, entonces desde la comuna gestionan la posibilidad de acercar a los docentes comunitarios hasta los barrios más rurales”, añadió el coordinador de los centros de apoyo de la provincia.

En general, según aseveró Ramírez, este año buscan reforzar la lectoescritura y la comprensión de texto, problema pedagógico que se repite en los primeros grados de toda la provincia. Por otra parte y con la idea de sumar a más docentes voluntarios, recientemente firmaron convenio con un instituto de enseñanza superior para que las prácticas de carreras docentes se desarrollen en centros de apoyo.

La mayor demanda sigue siendo en el nivel primario para reforzar la alfabetización inicial, pero la demanda en el nivel secundario también existe. En ciudades grandes, la asistencia mensual en los centros supera los 150. En tanto desde las escuelas destacan el rendimiento académico de chicos que reciben apoyo.

 

En cifras

124 En la provincia hay 94 centros de apoyo ubicados en sedes fijas. A esto, se suman las extensiones y en total alcanzan los 124 espacios.

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