La desaparición de Gucha y una búsqueda familiar que lleva 25 años

Ramona Ayala tenía 13 años cuando desapareció en zona del Kilómetro 65 de San Vicente. Nunca supieron más de ella, pero su familia la busca desde entonces.
domingo 14 de mayo de 2023 | 12:00hs.
La desaparición de Gucha y una búsqueda familiar que lleva 25 años
La desaparición de Gucha y una búsqueda familiar que lleva 25 años

"La tengo siempre presente en mis recuerdos, pero no alcanza. Crecí buscándola en cada mirada, en cada gesto de las personas con quienes me cruzo diariamente. No saber de ella es un peso inmenso que llevo, no solo yo, sino toda mi familia. Nos genera mucho dolor su ausencia". Las palabras de Blanca Ayala están cargadas de angustia y encierran una búsqueda familiar que lleva por lo menos 25 años.

Una noche de 1998 su hermana más chica, Ramona Argentina Ayala, a la que apodaron Gucha, desapareció de la chacra en la que vivían en la zona rural de San Vicente, con apenas 13 años, y desde entonces todo es desolación. En la actualidad, si está con vida, aquella niña estaría en los 38 años por lo que, esperanzada, su familia quiere que sepa que la buscaron durante todo este tiempo y la siguen buscando, con el deseo de encontrarla.

La marcha que esta semana convocó a cientos de personas para pedir justicia por los crímenes impunes en la localidad fue movilizante para Blanca, por lo que decidió exponer el caso y pedir ayuda a la comunidad. Su fe es inquebrantable.

"Nosotros vivíamos en el Kilómetro 65 de San Vicente, una zona de colonia bastante alejada de todo", recordó la mujer mencionando a su papá (ya fallecido), a su mamá (Ramona Fernández) y a los 15 hermanos: "Conmigo éramos 16, 11 varones y 5 mujeres", detalló.

"Un sábado Gucha salió de la casa para ir a la iglesia y desde ese momento nunca más supimos de ella, desapareció por completo. Fue como si le hubiese tragado la tierra. Nunca supimos qué pasó y las autoridades tampoco pudieron encontrarla pese a la búsqueda que, recuerdo, se hizo en aquella época. Jamás tuvimos noticias de ella", lamentó.

Recuerdo que motoriza

Blanca tenía 15 años en aquel entonces y nada pudo hacer de manera inmediata, pero una vez que fue mayor de edad inició una búsqueda personal pese a las carencias y la falta de datos para orientar su investigación.

"Hace años atrás era todo muy difícil, había que trabajar la chacra y no había posibilidad de llegar a la ciudad para motorizar algún reclamo de búsqueda", apuntó y en esa línea dijo recordar "el sufrimiento de mis padres por no saber qué hacer ante la falta, por las pocas respuestas que tuvieron, por eso desde que soy adulta estoy luchando por encontrar a mi hermana. ¿Dónde está? ¿Qué le pasó? ¿Qué le hicieron? Son preguntas que hasta ahora siguen sin respuestas".

"En medio de la búsqueda de aquellos primeros tiempos una vez encontraron huesos enterrados y nos dijeron que eran de ella, pero las pericias dieron negativas. No sabemos desde entonces si está viva o muerta, es la angustia que cargamos", manifestó Blanca con lágrimas en los ojos.

A su vez, explicó que "era una nena tranquila, que no salía de la casa y tampoco había gente viviendo cerca o que nos frecuentaba como para sospechar que se fue con alguien por decisión propia. Es imposible que se haya ido sola porque tenía apenas 13 años, entonces nos queda la certeza de que alguien la llevó por la fuerza, pero quién, hacia dónde, qué hizo o hicieron con ella".

La mujer contó que su papá falleció sin saber qué pasó con esa hija a la que tanto buscó, y que su mamá "pregunta constantemente por ella, haciendo demasiado difícil todo porque no sabemos qué contestarle", lamentó.

Blanca confesó que le pide a Dios "que mi hermana esté bien, que esté viva" y con sus esperanzas puestas en ello quiere que sepa "que su mamá y hermanos nunca dejamos de buscarla, que deseamos encontrarla".

En ese contexto apeló a la empatía de la comunidad: "Si algún vecino que vivió en aquellos años en la zona del Kilómetro 65 vio o escuchó algo relacionado a la desaparición de mi hermana, si sabe qué pasó, le pido que se involucre y aporte datos. No lo vamos a culpar por mantenerse en silencio, solamente queremos saber cómo está Gucha, dónde, si vive o no. Y si no existe más al menos podremos saber dónde está su cuerpo para poder visitarla y cerrar esta historia que es cada vez más dolorosa para nosotros".

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