"Es evidente que Angelotti encontró un nicho de reclutamiento en Oberá"

“Es evidente que Angelotti   encontró un nicho de reclutamiento en Oberá. En la mayoría de los casos encontró en los niños necesidades tan primarias que le representaron un objetivo fácil de captar y luego, de acoger. A tal punto, que uno de ellos ha precisado que tuvo que sucumbir a los deseos sexuales de aquel a cambio de comida”.

Mediante esta y muchas otras aberrantes consideraciones el juez Javier Sánchez Sarmiento, a cargo del juzgado en lo Criminal y Correccional 48 de Buenos Aires, ordenó ayer el procesamiento con prisión preventiva de Francisco Angelotti (46), quien fue detenido en la localidad del centro de la provincia acusado de abuso y corrupción de menores. Algunas víctimas, como se viene informando, fueron trasladas desde la provincia a Buenos Aires.

La medida, según el documento al que tuvo acceso El Territorio, recayó también sobre sus señalados cómplices, identificados como Andrés Charpenet y Raúl Ignacio Mermet. Quien fue liberado fue el ex ganador de Gran Hermano, Marcelo Corazza, aunque seguirá ligado al expediente.

Además el magistrado declinó de su competencia y consideró que la investigación deberá ser continuada en el fuero federal ante la evidencia de trata de personas, por lo que la Oficina de Sorteos de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal deberá decidir qué juzgado deberá continúan con el trámite del expediente. Al respecto, no se descarta que la organización tenga “ribetes internacionales”.

En Misiones voces internas del Juzgado Federal de Oberá expresaron en los últimos días que no descartaban que la causa recaiga allí. Sin embargo, se trataba solamente de una especulación.

Angelotti es el más complicado, ya que se lo considera “coautor penalmente responsable del delito de asociación ilícita, trata de   personas agravado por la cantidad de víctimas, perpetrado en contra de menores de 18 años y aprovechándose de su situación de vulnerabilidad, abuso sexual continuado con acceso carnal, gravemente ultrajante, perpetrado en contra de menores de 13 años, promoción de la prostitución de menores de 18 años, pornografía infantil y corrupción   de menores de trece años, todos ellos en concurso real”.

En la casa donde vivía el acusado se vendían pizzas. Foto: Cristian Valdez

Mermet está sospechado de ser coautor de “asociación ilícita, trata de   personas   agravado por la cantidad de víctimas, perpetrado en contra de menores de 18 años y aprovechándose de su situación de vulnerabilidad, abuso sexual continuado con acceso carnal, gravemente ultrajante, perpetrado en contra de menores de 13 años, corrupción de menores perpetrado contra menores de 13 años, todos ellos en concurso real, mientras que a Charpenet se lo señala por “asociación ilícita, trata de personas agravado por la cantidad de víctimas, perpetrado en contra de menores de 18 años y aprovechándose de su situación vulnerabilidad, todos ellos en concurso real”.

Todos ellos recibieron un embargo de diez millones de pesos, mientras Corrazza, de quien se considera que no formaba parte de la banda, recibió un embargo de dos millones de pesos y desde ayer estaba en su domicilio.

“A partir del caudal probatorio reseñado es posible advertir que nos encontramos frente a una organización dedicada a captar menores de edad con el fin de abusarlos sexualmente, corromperlos y prostituirlos”, consideró el magistrado. Hasta el momento se registraron al menos ocho víctimas, varias de Misiones, revelando que la detención de los implicados permitió la aparición de nuevos denunciantes.

Por esta razón no se descarta que se sumen acusaciones.

“Del análisis de lo actuado se observa una conducta que nunca ha cesado y que el paso del tiempo no ha hecho otra cosa que sistematizar y perfeccionar su accionar delictivo. Aquello se traduce en un selectivo proceso de captación, ablandamiento y explotación por parte de los actores y como contracara, la dependencia económica o distorsivamente afectiva de las víctimas hacia ellos; una fórmula que sin dudas facilita la perdurabilidad”, se amplió respecto de que la investigación se inició por hechos del 2001 pero determinó que la banda seguía operando en la actualidad.

La Justicia también incorporó declaraciones de presuntas víctimas obereñas mediante la Cámara Gesell, tal y como adelantó en exclusiva El Territorio. Estas fueron coordinadas por el Juzgado Federal de Oberá y permitieron determinar que el hombre residente en la Capital del Monte captaba a las víctimas en la calle, tentándolos primero años atrás con horas gratis en las computadoras de un ciber que administraban, pero en la actualidad con los aparatos electrónicos instalados en su casa.

Se trata de jóvenes vulnerables a quienes le ofrecía dinero a cambio de abusarlos sexualmente. Lo que se develó es que ante las negativas de sus insinuaciones y propuestas, el acusado incrementaba cada vez más los montos. Incluso se sabe que ayudaba a las familias de las víctimas.

“Cuanto mayor era la resistencia, más grandes eran los montos que se les ofrecían. Llegaban a un punto en el que les resultaba difícil o peor aún, imposible, negarse”, se consigna. El calvario de los niños incluyo callar durante muchos años esos ultrajes.

El juez destacó que, además de la vulnerabilidad y la edad de sus víctimas, un tercer patrón identificado es la paciencia.

“En consonancia con la vulnerabilidad y la  inmadurez sexual propia de la edad de las víctimas, se destaca esta característica en el esquema utilizado y que se observa siempre presente en el accionar de Angelotti. Ha sido un arma efectiva para lograr sus objetivos. No necesitó acudir a ningún medio de violencia material o física (sino psíquica), y eso llevó a que los  damnificados nunca se sintieran compelidos a hacer nada que no quisieran”, puntualizó por el nacido en Pilar pero instalado hace varias décadas en Misiones.

En cifras

$10M

El juez Javier Sánchez Sarmiento trabó un embargo de diez millones de pesos para los tres implicados que seguirán detenidos.