Circulaba en auto junto a su esposo, quien resultó herido pero sobrevivió

Sicarios acribillaron a una docente en Bernardo de Irigoyen

La víctima fue identificada como Carla De Olivera (37), quien recibió varios disparos cuando estaba en su vehículo. Su marido, quien la acompañaba, resultó con lesiones
jueves 29 de diciembre de 2022 | 6:07hs.
Sicarios acribillaron a una docente en Bernardo de Irigoyen
Sicarios acribillaron a una docente en Bernardo de Irigoyen

Una situación dolorosamente repetida, tan común como triste y preocupante que parece no tener fin, ni respuestas. En Bernardo de Irigoyen en la jornada de ayer se registró un nuevo crimen por encargo a manos de sicarios movilizados en motocicletas, el cuarto en dos años.

La víctima en este caso fue una docente identificada como Carla Betiana De Olivera, de 37 años. La mujer estaba en el asiento del conductor de un Renault Sandero Stepway de su propiedad cuando fue alcanzada por una ráfaga de balas. Su marido, identificado como Ismael Sergio Batista C. (42), que estaba en el asiento del acompañante, también fue alcanzado, pero está fuera de peligro.

Según pudo reconstruir El Territorio en base a fuentes de la Policía de Misiones y vecinos del barrio, todo ocurrió cerca de las 17.30 sobre la calle Malvinas Argentinas del barrio Provincias Unidas, justo en el límite con barrio Obrero.

El vehículo estaba detenido al momento del hecho. Fue entonces cuando dos sujetos en motocicleta llegaron al sitio y pararon justo enfrente. En esas circunstancias el acompañante extrajo un arma y gatilló varias veces contra los ocupantes. Luego el biciclo desapareció del sitio.

La escena del hecho está en la línea de frontera con Brasil por lo que todo indica que los asesinos huyeron con destino a la localidad de Barracao. Hasta ayer no había sospechosos detenidos. Los otros tres hechos mencionados también tienen eso en común: no hay presos, ni sospechosos, ni pistas firmes. No hay nada.

La docente tenía 37 años.

La conmoción se apoderó del lugar una vez que se escucharon los disparos y los vecinos pudieron dimensionar lo que habría ocurrido. Se llamó a la ambulancia, que llegó a trasladar a De Olivera al hospital, pero la mujer ya había fallecido en el lugar de los hechos.

Según el informe médico, la mujer tenía un balazo en la sien y otro en el cuello, ambos con orificios de salida, lo que indica un gran calibre.  Su pareja, en tanto, recibió un disparo en el brazo, también con orificio de entrada y salida.

La Policía Científica de la Unidad Regional XII hizo las tareas de rigor en el sitio. Tanto la fuerza provincial como las autoridades policiales de Brasil montaron un operativo conjunto para tratar de dar con los implicados y acercar alguna prueba a la investigación.

Por el caso, interviene el Juzgado de Instrucción Uno de San Pedro, a cargo del juez Ariel Belda Palomar. Hasta ayer no había mayores novedades sobre la investigación y las hipótesis, más allá que está claro que se trata de un ajuste de cuentas.

De todas formas, el contexto de contrabando aparece nuevamente como una pista firme a seguir. Y aquí aparece una consulta inquietante. ¿Era la docente la destinataria de esas balas?

Es que no fueron pocos quienes relacionaron a su marido y sobreviviente como una persona ligada al contrabando, particularmente de vinos y combustible. Sobre esto último, se dijo que era habitual verlo circular por ese mismo barrio en una camioneta con una cisterna arriba. 

Los antecedentes

El último hecho similar en la localidad ocurrió el 23 de septiembre. La víctima entonces fue Sebastián “Chany” Fernández Da Rosa (42), señalado como un peso fuerte en la frontera, quien al parecer habría logrado monopolizar el traspaso de cualquier mercadería en la frontera. Es decir, su depósito funcionaba como una aduana paralela en donde podía retirar lo comprado en el país extranjero.

El hecho ocurrió cerca de las 9.30 en un depósito de mercadería ubicado en el límite con Brasil, sobre la avenida Tránsito Pesado, en su intersección con Saltos del Moconá. La víctima estaba recostada sobre una camioneta cuando el asesino llegó en su motocicleta y lo acribilló para luego darse a la fuga con destino desconocido.

El médico policial determinó luego que Chany tenía siete disparos de arma de fuego.

Las otras víctimas del sicariato son Juan María López (50) y Rafael Antúnez de Olivera (45), asesinados en 2021. Sin embargo, además de estos hechos en la localidad se llora por el crimen de Ariel Camargo de Lara (19), no saben nada del paradero de Maximiliano Pimentel (24), en cuya búsqueda terminó muerto a balazos su tío Diego (34). Es decir 6 muertes y un desaparecido relacionados al contrabando.

Juan María López (50) fue asesinado el 15 de mayo de 2021, cerca de las 12.55, sobre una calle interna del barrio Santa Rita, a pocas cuadras de la frontera seca internacional. De acuerdo a lo que pudo reconstruir este medio, López circulaba al mando de su camioneta Ford Ranger Limited hasta que una motocicleta con dos ocupantes se les cruzó enfrente.

Fue en esa instancia que el sujeto que iba como acompañante en la motocicleta extrajo un arma y sin mediar palabras abrió fuego en varias oportunidades. Los primeros datos recolectados por los investigadores señalan que en total se ejecutaron cinco disparos.

Luego de ello, los asesinos se dieron a la fuga sin robar nada. López llegó a ser trasladado en forma particular al hospital de Irigoyen, donde desafortunadamente media hora después falleció.

La autopsia reveló que el letrado tenía casi destruido el corazón a causa de los proyectiles, que antes atravesaron su pulmón. Es decir, un ataque de muerte certero, aunque aún los investigadores no tienen los elementos para afirmar que esto fue producto de la profesionalidad de quien efectuó los tiros.

López recibió en total tres disparos y sólo uno de ellos con orificio de entrada y salida. También se pudo saber que las balas salieron desde unos 20 a 25 centímetros de distancia de la camioneta Ford Ranger que conducía la víctima. Se sabe que se trató de un arma de grueso calibre, que buscó asegurar el trabajo.

El asesinato de Rafael Antúnez de Olivera (45) ocurrió poco después de las 20 del 18 de noviembre, en pleno centro de la localidad, frente a una de las plazas principales y dos cuadras de la comisaría. En esta oportunidad, mediante las cámaras de seguridad, se pudo establecer que se trataba de un solo asesino.

La víctima se movilizaba junto a un adolescente allegado a la familia en una camioneta Chevrolet Montana sobre la avenida principal de la localidad fronteriza, Andrés Guacurarí, a pocas cuadras de la comisaría local. Se detuvo en un semáforo y ese se convirtió en el sitio de su fin.

Según detallaron fuentes que intervinieron en la investigación, recibió tres disparos en la cabeza, lo que marca la presencia de un criminal a sueldo. Los tres orificios de bala fueron localizados, dos en la zona parietal izquierda y el restante debajo de la oreja del mismo lado. Dos de los proyectiles causantes de esas heridas quedaron alojados en el cuerpo y pudieron ser rescatados.

Pasado el tiempo se han avanzado con testimoniales y diferentes pericias, pero las investigaciones no resultaron en detenciones.


Un reclamo que terminó a los tiros

En abril Diego Pimentel (31) fue acribillado por Adilson Zang (33), quien está bajo sospecha de haber tenido que ver con la desaparición Maximiliano Pimentel (24) -primo de Diego- de quien nada se sabe desde principios de ese mes.

 Diego fue asesinado cuando se acercó a la casa del agresor para pedir explicaciones sobre la desaparición de Maximiliano, ya que éste trabajaba con Zang en el tráfico de vinos en la frontera. La violenta secuencia fue registrada por una cámara de seguridad y si bien el asesino se entregó a las autoridades, del desaparecido no existe un solo indicio.

La víctima recibió 10 disparos según estableció la autopsia ordenada por el Juzgado de Instrucción Uno de la localidad de San Pedro.

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