Las lámparas de los aparatos provocan elevada radiación

Dermatólogos aseguran que las camas solares son muy dañinas

Perjudican igual o más que el sol, producen fotodaño y generan secuelas que pueden llevar al cáncer de piel. Detallan otras alternativas para un bronceado sano
domingo 20 de noviembre de 2022 | 6:04hs.

Llegan los meses más calurosos del año, con fiestas y eventos por doquier y tener una piel tonalizada o tostada es el objetivo de muchas personas antes de elegir el vestuario adecuado. En ese marco, el uso de las camas solares gana terreno cada vez más. Es que en poco tiempo aseguran la piel bronceada tan deseada. Sin embargo, el uso de estos aparatos no está recomendado ni por la Sociedad Argentina de Dermatología ni la Asociación Argentina de Dermatología, dos entidades científicas que reúnen a estos profesionales de la salud de la piel.

“Las camas solares cuentan con lámparas de rayos UV de variada potencia, siendo principalmente los rayos UVA aquellos que provocan el bronceado al actuar en las capas más profundas de la piel, mientras que los rayos UVB son conocidos por sus efectos negativos”, afirman las entidades.

Se estima que 30 minutos de exposición a camas solares equivalen a aproximadamente un día de sol, además producen entre 10 y 15 veces más radiación UV que el sol.

Diez sesiones de cama solar aumentan cuatro veces el riesgo de cáncer de piel, envejecimiento prematuro de la dermis, afecta la visión y al sistema inmune y puede generar reacciones alérgicas.

“Las camas solares no están permitidas ni aprobadas, las de ningún tipo, porque no tienen regulación, son más dañinas que el sol y muy cancerígenas”, explicó la médica dermatóloga Haydeé Ozuna.

“Lo venimos repitiendo desde hace rato, la persona que se expone a la cama solar por diez minutos piensa que es menos dañina que el sol, pero se equivoca”, sostuvo y agregó que se las ve porque falta control y regulación.

Si bien entendió el deseo de muchos de tener una piel bronceada, destacó que para ello hay otros métodos no invasivos ni perjudiciales para la piel, que se pueden conseguir en farmacias y usar bajo la supervisión de un profesional.

“Hay opciones a las que la persona puede acudir en esta temporada para darle un tono saludable a la piel. Por ejemplo, aceites naturales que ayudan a tonalizar, antioxidantes en forma de betacarotenoide para tomar, cremas autobronceantes y un poquito de sol con protector en la mañana o la tarde, no en el horario donde daña la piel, entre las 10 y las 16. A eso le podemos sumar comer zanahorias y zapallos, que es algo que le da salud al cuerpo y tonaliza nuestra piel sin dañarla”, detalló.

Señales

Por otro lado, Ozuna manifestó que hay señales que la piel empieza a dar con las que avisa las secuelas de no cuidarla a lo largo de los años. Motivos que deben ser tenidos en cuenta para la consulta médica.

“Se ve en el envejecimiento o la oxidación de la piel, a través de la resequedad, de la manchas marrones o blancas que se van generando y que cuesta mucho sacarlas. Cada vez hay pacientes más jóvenes que dicen ‘bueno, no importa. Tomo sol ahora y después hago un tratamiento’, y no es así, porque el daño solar que se genera hoy se va a notar en los años posteriores y muchas veces el paciente no tiene en cuenta el daño a nivel de las células que se produce, que es más intenso y que se manifiesta luego no sólo como arruga o resequedad, sino también como cáncer de piel y en muchos la progresión es muy rápida”, señaló en Acá te lo contamos por Radioactiva 100.7

La exposición desmedida tanto al sol como a las camas solares aumenta fuertemente el riesgo de melanoma, uno de los cánceres más agresivos de la piel.

“Tenemos casos que se dan por el sol, que progresan rápidamente y de manera muy agresiva, y eso aparece cada vez más en personas de menor edad. Entonces, lo que tiene que traer a la consulta es esa manchita, la herida que no se cura, el lunar que empezó a picar o que sangra un poco, eso hay que hacérselo ver. Es mejor decirle al paciente ‘no es nada, podés ir tranquilo’ a esperar y que sea otra cosa”, comentó la trabajadora de la salud.

Recomendó controles anuales en aquellas personas de tez blanca o con más de 50 lunares.

En tanto, para la población en general los cuidados son evitar la exposición solar entre las 10 y las 16: “Con ese sol que pega sin parar, por más que uno se ponga protector solar, con la transpiración se evapora. Entonces, eso es un autodaño. Además que es muy dañino para la salud el calor y el esfuerzo físico”.

“Si vamos a la playa hay que ir con la sombrilla, tener el protector a mano, tener un toldo si uno va a estar todo el tiempo al aire libre, llevar un sombrero, anteojos y remeras”, dijo.

Por último hizo mención a que es un mito que cuando uno usa protector solar alto no se broncea. “Lo que hace el protector es que yo no me quede rojo porque inhibe los rayos UVA”, indicó.

Y finalizó: “El protector de factor 8, 15 o 20 no sirve, tienen que ser mayores a 30 y de marcas certificadas, porque hay muchas marcas cosméticas de procedencia dudosa. Y para los más chicos hay protectores desde los 6 meses, pero la recomendación es siempre no exponerlos al sol. Porque las quemaduras que se producen en la infancia son un factor de riesgo para el cáncer de piel en el futuro, eso todos lo debemos tener en cuenta”. 

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